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La Cambra estima en 390 millones la inversión necesaria para resistir futuras sequías

La entidad reclama no repetir los errores anteriores e invertir en infraestructuras y en un plan de transición hídrica para las empresas

La Cambra de Comerç de Barcelona pide impulsar un plan de transición hídrica para el horizonte 2025-2035 | Cedida
La Cambra de Comerç de Barcelona pide impulsar un plan de transición hídrica para el horizonte 2025-2035 | Cedida
Redacción VIA Empresa
10 de Abril de 2025
Act. 10 de Abril de 2025

Las abundantes lluvias del pasado mes de marzo han servido para confirmar el punto final de la grave sequía que Catalunya ha experimentado en los últimos años. Ahora bien, ¿estamos preparados para afrontar la próxima? El presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Josep Santacreu, defiende que "no podemos cometer el mismo error" de los años posteriores al episodio de 2007 y 2008, cuando se aparcaron las inversiones infraestructurales para el ciclo del agua. "No podemos bajar la guardia. Que ahora tengamos los embalses llenos no significa ni mucho menos que debamos dejar de lado la transición hídrica", ha reivindicado.

 

La transición hídrica mencionada por Santacreu es el nombre con el que han denominado el cambio de modelo necesario para afrontar unos episodios que dejarán de ser fenómenos puntuales en el actual contexto de crisis climática. Un cambio que supone pasar de depender de la acumulación de agua de lluvia para dar más peso a procesos como la desalinización, la regeneración y la mejora de los rendimientos de las redes de distribución. Pero, ¿qué requiere este nuevo modelo? Según el estudio Transició Hídrica als Sectors i Activitats Econòmiques presentado por la Cambra este jueves en el marco del Observatori de la Transició Hídrica, una inversión de 390 millones de euros en los próximos cinco años.

El grueso de estos 390 millones calculados por la Cambra, unos 300 millones, deberían ir destinados a ayudas directas a las empresas para que implementen estrategias de transición hídrica, mientras que los 90 millones restantes se reparten entre ayudas a la I+D y la innovación en el ámbito del agua (50 millones), para la digitalización del ciclo del agua para compañías industriales y de servicios (20 millones) y para la creación de oficinas de transición hídrica y para diagnósticos de agua para pymes (10 millones cada uno). Conjuntamente, los autores del estudio calculan que estas inversiones ayudarían a ahorrar hasta un 15% más del consumo del agua, un volumen que equivaldría a la mitad de la capacidad del embalse de la Llosa del Cavall o al doble de la desalinizadora de La Tordera.

 

Una estrategia para coordinar las actuaciones

La Cambra de Barcelona defiende que todas estas actuaciones deberían coordinarse a través de un plan de transición hídrica orientado a empresas que cubra el decenio entre 2025 y 2035. Esta estrategia, continúan, requiere un primer diagnóstico extensivo y sólido para cuantificar el consumo industrial del agua por territorios y sectores, ya que la información actual no está lo suficientemente desagregada, detallada ni temporizada. El paso posterior sería la redacción del plan, que la administración debería hacer en colaboración con el sector privado, mientras las empresas redactan por su cuenta sus propios planes de ahorro de agua.

Esta estrategia, subrayan los autores del estudio, debe ser complementaria y no sustitutiva a las inversiones en infraestructuras del ciclo del agua ya previstas por parte de la Generalitat y debe tener una visión a largo plazo, más allá de la actual legislatura. La Cambra de Comerç también señala que se debería diseñar paralelamente un plan de ruta específico para el sector agrario, el cual no se ha tenido en cuenta en el estudio en cuestión, centrado en 10 industrias clave de la economía catalana, pero que supone el 72% del consumo total de agua del territorio.

Convertir la excepción en un cambio estructural

La disponibilidad de agua durante la última sequía y las restricciones estructurales impuestas por la administración forzaron a muchas empresas a implementar estrategias propias de ahorro hidrológico, las cuales han demostrado dar resultados: las empresas analizadas por el estudio consiguieron reducir un 4% el consumo de agua entre los años 2022 y 2023, y hasta un 8,1% interanual durante el primer semestre de 2024, el período más crítico de los embalses. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayoría de estas compañías aplicaron estas medidas como consecuencia de las restricciones impuestas, y que es necesario conseguir que los planes que se adopten en el futuro tengan una vocación permanente.

En esta línea, el acto de presentación del estudio también ha servido para presentar los casos de éxito de los planes de ahorro de agua de cuatro empresas que se pueden utilizar como ejemplos a seguir. Uno de ellos es Coca-Cola Europacifics Partners, que en su planta de Martorelles (Vallès Oriental) ha implementado un sistema de ósmosis inversa que optimiza el filtrado y minimiza el despilfarro de agua, así como un sistema de monitorización en tiempo real que permite detectar desviaciones y actuar inmediatamente. Esto les ha permitido utilizar solo 1,77 litros por cada litro de producto fabricado. Por su parte, las bodegas de Familia Torres han introducido técnicas como la reutilización de aguas residuales para el riego, limpieza y refrigeración, la recogida de agua de lluvia o la recirculación del agua de aclarado en la embotelladora.