La Cambra de Comerç de Barcelona apuesta por abrir un debate sobre el sector de los cruceros para hacerlo "compatible" con el nuevo modelo de turismo para la ciudad. Considera que hace falta un "análisis cuidadoso" del impacto que causa esta actividad antes de emprender medidas.
A raíz de la reciente propuesta del Ayuntamiento de Barcelona de limitar el número de cruceros que atracan en Barcelona y del volumen de pasajeros, la cámara que preside Mònica Roca considera necesario iniciar un debate sobre el sector y su adecuación al modelo turístico.
Recuerda que el Ayuntamiento y el Port de Barcelona llegaron en 2018 a un acuerdo para reordenar los espacios portuarios que recoge acciones para limitar, reubicar y electrificar las terminales de cruceros.
El acuerdo de 2018 entre el Ayuntamiento y el Port de Barcelona permite alejar las terminales de cruceros de los barrios próximos
Este acuerdo, todavía en desarrollo, permitiría alejar las terminales de cruceros de los barrios próximos al puerto y acercar el complejo World Trade Center y toda el área asociada a la ciudad.
En paralelo, el Port de Barcelona mantiene el compromiso de facilitar que los cruceristas visiten la ciudad porque son de los turistas que más gastan.
La Cambra reclama un "análisis consensuado y cuidadoso sobre el impacto de los cruceros"
Mediante un comunicado, la Cambra subraya que "hace falta un análisis consensuado y cuidadoso sobre el impacto de los cruceros". Recuerdan que el Puerto incluye en su IV Plan Estratégico toda una serie de actuaciones para incrementar la sostenibilidad de la infraestructura con el desarrollo de un nuevo modelo energético, descarbonatizando la actividad marítima-portuaria, reduciendo la contaminación e incrementando la intermodalidad.
Se trata de un sector que factura anualmente 1.083 millones de euros con una contribución al PIB catalán de 562 millones de euros, más de 9.000 puestos de trabajo directos e indirectas; unas rentas fiscales generadas de 206 millones por impuestos estatales y autonómicos, y 1,6 millones de euros provenientes de la recaudación de la tasa turística. Además, el 73% del impacto económico de los cruceros en términos de facturación se queda en la ciudad de Barcelona.
Actualmente, el 27% de los cruceristas de Barcelona hacen visita con pernoctación en la ciudad, con un gasto medio por persona de 230 euros al día. Pese a que esta porción de cruceristas supone solo el 8% de los turistas vacacionales, concentran el 20% del gasto total realizado por los turistas vacacionales en Barcelona.