La economía catalana se encuentra en un contexto económico aparentemente contradictorio. Por un lado, los indicadores de actividad como la creación de ocupación, el consumo de las familias y la afluencia de turismo extranjero han evolucionado positivamente durante el segundo trimestre de 2022; pero por el otro, la economía arrastra una inflación persistente y una política monetaria compleja. Por este motivo, la Cambra de Barcelona junto con el equipo de AQR-Lab de la UB, ha revisado a la baja el escenario de crecimiento de la economía catalana para el 2022 y el 2023. Así lo han publicado ambas entidades en el Informe de coyuntura catalana del segundo trimestre de 2022.
Según detalla el informe, la ocupación se encuentra en máximos históricos. En el mes de junio el crecimiento de las afiliaciones ha sido del 4,4% en comparación con el mismo mes del año anterior, resultado muy vinculado con el incremento de la ocupación pública a la sanidad, la enseñanza y la administración pública, que ha sido de un 3% interanual. En términos de ocupación, el informe también destaca la calidad del trabajo con la disminución del peso de la contratación temporal, debido a la entrada en vigor de la Reforma Laboral en enero de 2022. En cuanto a la confianza empresarial, el informe destaca el incremento trimestral del 63% del indicador, especialmente notable en el sector de los servicios (15,9% en la hostelería y el transporte, y 7,1% en el comercio). Aún así, en términos interanuales, el indicador que mide las expectativas empresariales está experimentando una desaceleración gradual desde el tercer trimestre del 2021.
El consumo de las tarjetas españolas durante el segundo trimestre de 2022 se ha situado un 13% por encima del mismo periodo del 2021. Dado que la inflación en el conjunto del Estado ha sido del 9,1% entre abril y el junio del 2022, el informe apunta que habría que esperar un aumento positivo del consumo privado en términos reales en el segundo trimestre. Adicionalmente, la afluencia de turistas extranjeros ha seguido una evolución muy positiva en la primera mitad del año. Así, en junio del 2022 el número de pernoctaciones hoteleras de turistas extranjeros ya es solo un 22,4% inferior a la del mismo mes de 2019, mientras que a principios de año era un 50,8% inferior.
Las previsiones del PIB a la baja
El cuadro macroeconómico de previsiones para Catalunya del 2022-2023, elaborado por el Gabinete de Estudios de la Cambra de Barcelona, apunta hacia una moderación del ritmo de crecimiento debido a la revisión al alza del escenario de inflación a corto plazo y del aumento progresivo de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. En concreto, la previsión actual es que la economía catalana crecerá un 4% en el 2022 y un 2,6% en el 2023. Esta revisión supone un descenso de ocho décimas para el crecimiento del 2022 y de un punto porcentual el 2023 en comparación con las previsiones del pasado más de abril.
El motivo principal de este cambio en el escenario macroeconómico es el debilitamiento del consumo real de las familias, que se explica por un diferencial más persistente del esperado entre el aumento de los precios y el crecimiento nominal de los salarios. Así, para el 2022 y 2023 la Cambra prevé un aumento del consumo real de las familias del 3,1% y del 1,7%, respectivamente, lo que supone un descenso de 1,5 puntos porcentuales para el 2022 y 1,6 para el 2023 en relación con las previsiones anteriores. A pesar de esto, el dinamismo del mercado laboral y el ahorro embalsado compensarán, en parte, la pérdida de capacidad adquisitiva de los hogares durante los próximos trimestres.
Una conclusión importante del informe es que estas previsiones no prevén que la economía catalana entre en un contexto de estanflación (ausencia de crecimiento económico con elevadas tasas de inflación) en los próximos trimestres. Sin embargo, el escenario central del informe es que Rusia no cortará de forma drástica el suministro de gas a Europa. De hacerse efectivo este riesgo, la economía europea podría entrar en recesión y habría que revisar a la baja las previsiones de crecimiento de Catalunya para los próximos trimestres
Previsión de una moderación de la inflación
La principal amenaza para la recuperación de la actividad el 2022 y el crecimiento a medio plazo de la economía catalana es la enquistamiento de la inflación. En este contexto, la Cambra de Barcelona ha actualizado su previsión de aumento de los precios para la economía catalana, situándola en el 7,5% de media anual en el 2022 (cinco décimas más que en el informe del mes de abril) y el 2,9% en el 2023 (1,1 puntos porcentuales menos). Las expectativas de una desaceleración de la economía europea –y mundial- a partir del invierno han aumentado, en parte como consecuencia del aumento de los tipos de interés de los principales bancos centrales (incluido el BCE). Así, la cotización de las principales materias primas (trigo, cocer, etc.) y el precio a futuro del petróleo Brent han flexionado a la baja. Según la Cambra, estos factores tendrían que permitir una moderación gradual de la inflación durante el 2023.