La Cambra de Comerç de Barcelona ha congregado a medio centenar de cónsules para presentarles Catalunya como la "puerta de entrada" a Europa y al Mediterráneo. El objetivo es hacer de puente entre el cuerpo diplomático afincado en la capital catalana y las empresas del país que se encuentran con más dificultades para salir al exterior. La institución empresarial también ha explicado su funcionamiento y servicios a los cónsules para ofrecerse como interlocutor por las empresas extranjeras que desean invertir o entrar en Catalunya. "Barcelona ha sido un polo de comercio e intercambio durante generaciones y generaciones", ha resaltado la presidenta de la entidad, Mònica Roca.
Entre los cónsules y delegados diplomáticos reunidos en la Lonja de Mar estaban representantes de Austria, Noruega, Bélgica, Panamá, Argentina, Canadá, Alemania, Portugal, Corea del Sur, Bulgaria o Israel, entre otros. Sin embargo, no había representantes de Francia o Estados Unidos, entre otros socios prioritarios de la economía catalana. Ante todos ellos, la Cambra se ha vendido como intermediario "de cabecera" para los inversores extranjeros y ha hecho valer sus buenas relaciones con organismos económicos relevantes como el Port de Barcelona, Zona Franca o la Generalitat de Catalunya.
En su bienvenida institucional a los asistentes, aproximadamente la mitad de los cónsules acreditados en Catalunya, la presidenta de la Cámara de Barcelona ha hecho una mención especial al representante de Ucrania, Artem Vorobiov, y a la situación de este país desde la invasión rusa iniciada hace casi un año. También mostró su solidaridad con Turquía tras el terremoto ocurrido esta semana, y que causó miles de muertos y desaparecidos.
De cara al futuro, la Cambra pretende llevar estos encuentros “periódicos” con el cuerpo diplomático a otros puntos de Catalunya. También se prevé crear encuentros en otros formatos más técnicos o centrados en temáticas concretas.