La realidad empresarial de las Cambres de Comerç, Indústria i Navegació de Catalunya daría para una película o incluso, una serie de ficción de larga duración. Por títulos y juego de palabras no sería: Juego de Cambres, La Cambra secreta, La Cambra de los Hermanos Marx, Las sillas de plata o La Cambra sin ley, entre muchos otros. Muchos de estos titulares ya los habréis podido leer en VIA Empresa y otros todavía están por escribir cómo la historia camaral de presente y futuro. Lo cierto, pero, es que las cámaras tienen un caballo de batalla que no acaban de ganar nunca: la Llei de Cambres. Una tierra prometida y anhelada que vivió uno de sus puntos álgidos con la crónica de un decreto fracasado (y otras batallas políticas). Pongamos luz a la oscuridad, que diría el escritor Carles Porta en la serie Crims.
Todo empezó en 2010 cuando el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero anunció la eliminación de las cuotas camerales que servían como principal vía de financiación. El expresidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Miquel Valls, ya reconoció en su despedida en la Llotja de Mar que este había sido "el momento más duro" en sus 17 años al frente de la institución. "Gracias a las grandes empresas pudimos salir adelante cuando tuvimos la sacudida de la eliminación del recurso cameral", apuntó entonces.
Valls: "Gracias a las grandes empresas pudimos salir adelante cuando tuvimos la sacudida de la eliminación del recurso cameral"
Pero, con las famosas "sillas de plata" ya no basta y más de una década después, las 13 Cambres de Comerç de Catalunya siguen sin ley. Sí, Cambres sin ley. Este fue uno de los grandes motivos por los que el empresario Joan Canadell anunció que dejaba la presidencia de la Cambra de Comerç de Barcelona y del Consell General de Cambres para hacer el salto a la política e impulsar la Llei de Cambres desde dentro del Parlament. Recordando la mitología griega de Homero y la Guerra de Troya, esta sería la estrategia del gran caballo camaral para ganar la batalla de la política.
A quién año pasa...
Este también era uno de los grandes objetivos de mandato de la exconsellera Àngels Chacón: "Democratizar el funcionamiento de las cámaras y la elección de los presidentes, encontrar los recursos para resolver la financiación de las cámaras y elaborar una ley que acabara con esta precariedad tanto jurídica cómo financiera a partir del consenso". Tanto es así que consiguió celebrar unas elecciones camarales no ausentas de polémica, pero no pudo llegar a buen puerto con el decret llei de les Cambres.
A Àngels Chacón la llamaron al Palau de la Generalitat para cesarla como consellera de Empresa i Coneixement el mismo día en que estaba puliendo el texto del decret llei de Cambres con sindicatos y patronales que no han estado nunca de acuerdo con esta ley tanto por motivos de representatividad cómo de financiación. No hay nada cómo tenerlo a tocar... Para no tocarlo demasiado más.
La historia que podría ser cíclica volvió a empezar con el exconseller Ramon Tremosa y al final, no llegó al Parlament ni el decret llei ni la Llei de Cambres. Y a quién año pasa... Dos o tres... O una década y más allá.
Los testigos de Canadell, Roca y Fàbrega
De nuevo, volvemos a poner luz a la oscuridad. De dónde venimos y hacia dónde vamos. Tres entrevistas en profundidad de VIA Empresa lo explican bastante bien:
- Joan Canadell, el 11 de septiembre de 2019: "Tenemos que hacer una llei de Cambres que vaya hacia un modelo catalán de 10 o 20 años y que las cámaras puedan ser un motor para Catalunya. No se trata de adaptar una fotocopia de lo que se ha hecho en la Cámara de España... Tenemos que hacer una llei de Cambres pensando en la Catalunya del futuro e incluso, en un futuro Estado". Canadell reivindica aquí la necesidad de poner valor a grandes competencias de la Cambra como la internacionalización, la formación profesional dual o la simplificación administrativa, entre otros. La llei de Cambres tiene que servir para hacer un cambio radical sobre cuál es el papel de las cámaras pero tiene que solucionar el problema de la financiación. Lo tiene que resolver la Generalitat y según cómo, también el Estado", añadía en la Diada de ahora hace poco más de dos años.
- Mònica Roca, presidenta de la Cambra de Comerç de Barcelona, el 9 de mayo de 2021: "No queda ninguna comunidad sin ley de cámaras, nosotros la queremos y ellos tienen la obligación de hacerla. La necesitamos porque nos da apoya jurídico, representatividad y amparo para ayudar las empresas. Nosotros no ganamos nada, es para ayudar las empresas que es a quienes nos debemos y aquello que queremos. No hay alternativa, se tiene que desplegar la llei de Cambres y seria muy grave que no se hiciera". Roca defiende su firme voluntad de aprobar la llei de Cambres o al menos, el decret llei, cuando antes mejor y tiene la esperanza que sea en el año y medio que queda de mandato camaral. Recuerda que la Cambra da todo tipo de ayudas y asesoramiento a las pequeñas y las medianas empresas, así como servicios de formación, consultas o transferencia de conocimiento y de tecnología.
Roca: "No hay alternativa, se tiene que desplegar la llei de Cambres y seria muy grave que no se hiciera"
Roca alerta también del papel que han jugado y quieren jugar tanto patronales como sindicados y partidos políticos. "No hay conflicto por nuestra parte, ahora sería inocente no ver que se ha pisado algún huevo. Es inevitable que haya una lucha por la representatividad y por los presupuestos que no son infinitos y al final, se tiene la visión que si nos lo dan a nosotros no se lo darán a ellos. Todos tenemos la obligación de ayudar al empresariado y la diferencia con una patronal es que se debe al patrón mientras que la Cambra se debe a todo el empresariado y a las empresas en global", apuntaba antes de este pasado verano.
- Jaume Fàbrega, presidente de la Cambra de Comerç de Girona y del Consell General de Cambres de Catalunya, el 12 de junio de 2021: "Necesitamos un marco legal en el que desarrollar nuestra actividad y necesitamos fijar cuestiones importantes cómo la financiación. Estamos trabajando en un proyecto y estoy seguro que no habrá demasiados problemas porque han cambiado los actores, las circunstancias y los gobiernos. Todo el mundo ve claro que se tiene que dotar las cámaras de un marco legal". Fàbrega recuerda que las cámaras son una administración de derecho público gestionada por agentes privados y sometida a la auditoría y tutela del Departament de Empresa i Treball y que su función es "defender el interés general de la economía y de todas las empresas". A la vez, insiste que tienen un poder de interlocución entre la administración y la empresa.
De nuevo, Fàbrega vuelve a poner encima de la mesa el papel de patronales y sindicatos durante la entrevista: "Las cámaras no somos agentes sociales. Las patronales y los sindicatos sí que lo son. Las patronales defienden los patrones y los sindicatos defienden los trabajadores. Se sintieron cuestionados, pero nada más lejos de la voluntad de las Cambres de Catalunya."
¡Orden en la sala!
Xavier Carbonell que es el director general de la Cambra de Comerç de Barcelona desde 2002 ha hecho público que deja su cargo por "circunstancias de carácter personal". Precisamente fue Carbonell quién implantó el nuevo modelo de financiación después de la desaparición de las cuotas obligatorias de las cámaras del año 2010. Una distribución de recursos fruto de las aportaciones de empresas y patrocinios, la explotación de recursos y sobre todo de la prestación de servicios.
Fuentes de VIA Empresa explican que uno de los grandes objetivos de la Conselleria de Empresa i Treball liderada por Roger Torrent es "poner orden y definir roles, funciones y competencias" de los diferentes agentes empresariales y sociales que configuran el tejido económico de Catalunya. Es decir, back to the basics para tener claro quién es quien, qué hace qué y sobre todo decidir y legislar en consecuencia.
Uno de los grandes objetivos de la Conselleria de Empresa i Treball es "poner orden y definir roles, funciones y competencias" de los diferentes agentes empresariales y sociales
Mientras tanto, las 13 Cambres de Catalunya que representan alrededor de 650.000 empresas siguen esperando su anhelada Llei de Cambres para poner hilo a la aguja tanto en materia de financiación como representatividad. Patronales y sindicatos no lo pondrán fácil y es que quieren que quede muy claro cuál es su ámbito de competencia y actuación. A todo ello, la Conselleria quiere poner orden en la sala.
Seguiremos explicando y analizando desde La Tribuna, pero nadie dijo que poner luz a la oscuridad fuera fácil.