Joan Canadell (Barcelona, 1967) es uno de los 40 empresarios que se han presentado a las elecciones de la Cámara de comercio de Barcelona bajo el paraguas de la candidatura independentista auspiciada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y el Cercle Català de Negocis, organización a la cual ha sido vinculado desde sus inicios. También es cofundador de Petrolis Independents y uno de los altavoces más reconocidos de una candidatura que ha revolucionado unas elecciones que llegan con años de retraso después de un proceso preelectoral muy polémico y criticado.
La Cámara de comercio necesita democratizarse?
Seguro. No olvidamos que el actual presidente, Miquel Valls, lo es con el 1,5% de los votos sobre un censo de más de 400.000 empresas y, que de este porcentaje se declaró ilegal el 80% de los votos a raíz de una denuncia que hizo el Cercle Català de Negocis en 2010. Se demostró que sólo tres abogados habían depositado la mayoría de los votos. Por lo tanto, de forma efectiva, Valls es presidente con menos de 1.000 votos.
Joan Canadell: "Mientras la Cámara de comercio era unionista, nadie hablaba de política. Ahora que hay una candidatura claramente independentista, resulta que se está politizando"
El voto electrónico ha sido una buena medida para fomentar la participación?
Es una decisión que ya venia impuesta por un juzgado, pero el decreto lo tenía que hacer la Generalitat y ha tardado mucho en hacer-lo. Que nosotros sepamos el programa todavía no está terminado, pero no depende tanto de la Cámara. De todas maneras, nuestra recomendación es que la gente vaya a votar de manera presencial para evitar posibles problemas y trabas, puesto que es más cómodo y sencillo. Aún así hay cinco o seis días para votar de forma telemática, o sea que el plazo es suficiente bueno.
Crees que una alta participación os favorece?
Ojalá la participación sea muy alta porque será positivo para la Cámara, gane quién gane. El hecho que muchos autónomos y pequeñas empresas no sepan ni que pueden votar no nos favorece, por eso es importante que las elecciones tengan eco. Si los pequeños empresarios saben que tienen derecho a voto es positivo para nosotros porque está demostrado que en Catalunya el empresariado en general es más independentista que la sociedad, probablemente porque tiene un sesgo en el sentido que está más informado, conoce más cómo está la situación a escala económica. Y ya que la nuestra es una candidatura claramente independentista, si vota mucha gente es probable que salgamos beneficiados.
El sistema de votación es demasiado complejo?
Es complicado justamente para aquellos autónomos y pequeños empresarios que no están acostumbrados a usar certificados digitales, que tienen que pedir al gestor que lo envíe, tenerlo a punto sólo para votar... Todo ello es un poco complejo, pero también es verdad que el voto telemático se tiene que hacer muy bien para evitar suspicacias y seguramente no se puede hacer de manera más sencilla. El problema es que no se ha dado suficiente información.
Joan Canadell: "Se están diciendo muchas mentiras sobre el que pasa, diciendo que muchas empresas marchan cuando el único que han hecho es cambiar su sede social"
Qué piensa de los asientos que se otorgan en función de la aportación que hacen las grandes empresas?
Es una cuestión que ahora mismo no podemos arreglar, pero hemos propuesto un pacto al resto de candidatos para que todos nos posicionemos públicamente y rechazamos usar estos escaños de pago para ser presidente, pero no todos lo aceptan, como es el caso de la candidatura de Carles Tusquets [presidente de Banco Mediolanum, una de las 14 empresas con asiento garantizado en el pleno]. Es una opción de cada cual.
En realidad es un problema de modelo. Antes la Cámara se basaba en el modelo continental, donde por ley todas las empresas se tenían que afiliar y pagar una cuota obligatoria. El otro modelo es el anglosajón, en el cual sólo se afilia quién quiere y, por lo tanto, sólo pagan y votan aquellas empresas que así lo desean. Cada modelo tiene sus ventajas e inconvenientes, pero aquí tenemos una mezcla de los dos que pervierte el sistema y hace que 14 empresas tengan el 23% del derecho a voto sin pasar por las urnas. Es poco democrático y si podemos, haremos lo posible para cambiarlo.
Es peligroso politizar un ente empresarial como la Cámara?
Mientras la Cámara de comercio era unionista, nadie hablaba de política. Ahora que hay una candidatura claramente independentista, que además las encuestas dicen que es el que la mayoría de empresarios de Catalunya son, resulta que se está politizando. Esto es hacer trampas. Defender los intereses de las empresas catalanas no es politizar, es hacer lobby. Y eso sí que se puede decir que es hacer política porque defendemos nuestros intereses. Politizar sería apoyar a un partido concreto y no es el caso.
Queremos lo mejor para el tejido empresarial catalán y somos conscientes que hoy en día, tal como están las cosas y con el tiempo que llevamos sin entendernos con España, lo mejor para el futuro de las empresas es ser una república. Esto es lo que nos mueve. Si Catalunya va mejor como país, que es lo que creemos que pasará cuando seamos una república porque tendremos un Estado que nos irá a favor, irá bien para todas las empresas catalanas. Quizás no será tan positivo para las empresas más cercanas a la oligarquía de Madrid, pero esto no nos preocupa tanto y justamente son estas 14 empresas que ya tienen asiento asegurado.
Joan Canadell: "Miquel Valls y su junta no han defendido bastante el tejido empresarial de autónomos y pymes. Siempre ha hecho grandes discursos ligados a las grandes empresas y a la oligarquía de Madrid"
Cuáles son vuestras propuestas para mejorar el funcionamiento de la Cámara?
Nuestra candidatura no tiene ningún empresario que haya estado dentro y no sabemos su funcionamiento interno, pero sí que tenemos unos ejes de actuación claros que creemos que son importantes. El primero es apoyar el Procés, como ya he comentado antes, pero sobre todo defender los autónomos y los pequeños empresarios presionando para mejorar la ley de autónomos, que comparada con otras legislaciones europeas está muy por detrás.
También hay que hacer una nueva ley de emprendeduría para potenciar estas empresas emergentes que a la larga pueden liderar los sectores de la industria 4.0. Nos gustaría potenciar la figura del aprendiz, que con el tiempo se ha perdido y creemos que es muy interesante para fortalecer el compromiso entre las empresas y sus trabajadores, que verían la posibilidad de hacer carrera sin tener una formación tan específica.
Qué relación tiene que tener la Cámara con la sociedad catalana?
La Cámara tiene que tener un papel más activo para comunicar a la sociedad cuál es la situación económica de Catalunya y más en momentos como el actual porque se están diciendo muchas mentiras sobre lo que pasa, diciendo que muchas empresas se van cuando lo único que han hecho es cambiar su sede social. Y en positivo también, eh? Mucha gente no es consciente que Catalunya vive una revolución industrial y económica.
Somos una de las cinco regiones favoritas para instalar startups tecnológicas, el segundo destino turístico preferida de Europa y una de las regiones más exportadoras. Barcelona es la ciudad del mundo que organiza más congresos. Todo esto se tiene que saber. Hay que hacer más pedagogía para que los empresarios sean conscientes del potencial que tenemos. Y todo esto con un Estado en contra. Imagínate con un Estado a favor. En 10 o 15 años podríamos ser uno de los países más ricos de Europa.
La Cámara ha ignorado a las pymes y a los autónomos?
Miquel Valls y su junta no han defendido suficiente el tejido empresarial de autónomos y pymes. Siempre ha hecho grandes discursos ligados a las grandes empresas y a la oligarquía de Madrid. La liberalización de los horarios comerciales son un buen ejemplo del tipo de medidas que se han defendido y que van en contra del pequeño comercio. La Cámara tiene que mirar de una vez por todas hacia las empresas de Catalunya porque es la única organización que representa a todo el tejido empresarial. Fomento del Trabajo y Pimec representan sus asociados, pero la Cámara tiene que trabajar para todas las empresas y en especial las pequeñas, puesto que las grandes tienen sus propios mecanismos y recursos.
Las elecciones se presentan bastante reñidas. Estáis abiertos a posibles alianzas si no conseguís una mayoría suficiente?
Todo el que sea mantener la situación actual no queremos saber nada y si hay un presidente continuista, acabaremos en la oposición (ríe). No tenemos nada a pactar con la candidatura de Carles Tusquets, que es la más continuista y la que cuenta más con las grandes empresas. Y con la de Ramon Macià tampoco por mucho que diga que no tiene nada que ver con Miquel Valls. Ha estado 20 años en la Cámara con cargos importantes y si, no ha cambiado ciertas cosas, debe de ser que no le interesaba tanto.
Por lo tanto, sólo quedaría una opción.
La única candidatura con la cual podemos encontrar puntos en común es a la de Enric Crous. No tanto por él en concreto como por el perfil de empresas que se reúnen, que están a la órbita de Femcat. El eje país es vital y creemos que Femcat son los más receptivos a nuestros postulados y podríamos apoyar a todo el que vaya en esta dirección. Incluso hemos mantenido algunas conversas y aunque nuestra intención no es hacerlo presidente, sí que podríamos apoyar a un candidato consensuado con ellos –que se elegiría en función de quien obtuviera más asientos en el pleno–. De todos modos, todavía es muy pronto para hablar de estas cosas.