El caqui es un desconocido en nuestra casa. Si bien muchas voces pueden levantarse y decir que lo conocen y que lo han visto en las fruterías, son pocos los que lo incluyen en el consumo habitual de fruta. De hecho, se hace difícil encontrar cifras recientes que hablen de su cultivo y consumo. Según los datos del Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca, el 2016 se recogieron en Catalunya 1.426 toneladas de caquis, tres veces menos que de ciruelas y cuatro veces menos que de albaricoques, aproximadamente. Pero justamente hace cuatro años fue el momento más álgido de esta fruta: fue el comodín para los labradores de la huerta valenciana, y de la zona de la Ribera del Júcar, como sustituto de los cítricos.
El caqui vive su mejor momento a partir del 2016 y se convierte en la solución para diversificar en el campo
Tal como apunta el mismo estudio, el auge de hectáreas destinadas a los caquis en el Principat empezó a elevarse el 2011 y logró su máximo el 2016 con un crecimiento del 553%. En cuanto a cantidad recolectada, el aumento fue del 870% en el mismo periodo. Y es que en Tarragona y en Lleida también vieron en este alimento anaranjado una manera de diversificar, pero sin el cultivo y explotación masivo de los vecinos valencianos.
La temporada del fruto empieza en el mes de septiembre, justo con la llegada del otoño, y acaba en diciembre. Por eso durante los meses de frío acostumbramos a verlo disponible en las fruterías y supermercados.
El caqui de la huerta valenciana
El origen del caqui se encuentra en China y Japón, de aquí que muchos niños asocien los caquis a Doraemon. Llegó al mundo occidental en el siglo XIX, a pesar de que nadie ha sido capaz de desbancar el país chino como principal productor de la fruta en el mundo. El segundo es España, apuntan los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y este año los labradores esperan que sea un buen año con cerca de 450.000 toneladas. Corea y Japón son los siguientes en el ranking.
En el Estado español, los líderes son el País Valencià y Andalucía. Lo son gracias al cultivo de la variedad Roig brillante, inicialmente plantada en la huerta vecina para después extenderse al sur del país. Este tipo de caqui, tal como detalla un estudio de Mercasa, ha hecho que en 20 años las hectáreas dedicadas al cultivo del alimento se hayan multiplicado por ocho. Pero el 80% de la cosecha se destina a la exportación, puesto que las principales potencias asiáticas cultivan para alcanzar el mercado interior, donde el consumo es mucho más elevado que en Europa.
Los productores de la Ribera del Júcar desarrollaron la técnica que ha impulsado la venta del caqui
Los campos de caqui de la comarca valenciana son los que permiten mantener las buenas cifras del caqui. Aquí fue donde se perfeccionó una técnica que ha permitido reducir la astringencia de la pulpa cuando está verde, lo que obligaba a los payeses a cosechar la materia sólo cuando está bastante madura. Esta característica hacía que la recolección, almacenamiento y transporte fuera excesivamente sensible y comportara un coste y pérdidas demasiado elevadas.
La valenciana Anecoop reúne cerca de la mitad de la producción española de Persimon
Este caqui, con una pulpa más firme y no tan blanda como el clásico, es el que se denomina Persimon. No deja de ser una fruta de la variedad Roig brillante que ha sido sometida a la técnica desarrollada y que ha permitido que el alimento tenga más presencia en el mercado. Tanto es así, que a la Ribera del Júcar se constituyó la cooperativa Anecoop, que agrupa casi la mitad de la producción española del Persimon. También impulsó la Denominación de Origen Protegida del Kaki Persimon para enaltecer los disparos de esta variedad singular del Arco Mediterráneo.
El País Valencià aglutina el 87% de la superficie total dedicada al caqui, unas 15.486 hectáreas, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Compramos de proximidad?
El consumidor puede afirmar casi con total certeza que el caqui que se lleva a casa es de km 0. La gran capacidad productiva del territorio español lo convierte en la huerta europea en cuanto al fruto, por lo cual la presencia de producto del exterior al mercado catalán es muy exigua.
El 96% del caqui que distribuyó Mercabarna el 2019 era valenciano
Según las estadísticas de Mercabarna, el 2019 comercializó 14.450 toneladas del fruto anaranjado. De estas, el 96% provenía del País Valencià (61% de València y 34% de Castelló), mientras que un 1,15% tuvo como origen Huelva. El caqui catalán sólo representó un 0,62%; y el extranjero (Colombia, Brasil e Italia), un 0,35%.