El ecosistema emprendedor todavía está a medias. Necesita aportaciones provenientes de todos los actores: las startups, los inversores, las grandes empresas, las administraciones, los centros educativos y también los propios trabajadores. ¿Qué puede hacer cada uno? En el 4YFN se se ha debatido ampliamente estos días sobre qué necesitan el Estado español, Catalunya y Barcelona para convertirse en territorios -todavía más- emprendedores. El congreso, que siempre coincide con el Mobile World Congress (MWC) y este año comparte espacio con la gran feria del móvil, ha dado voz a tres mujeres para hablar sobre ello. Se trata de MaríaGonzález, cofundadora y CEO de Tucuvi; Laura Urquizu, CEO y socia de Red Points; e Irene Gómez, directora de connectedopen innovation de Telefónica. Ocupan lugares de responsabilidad de una empresa emergente, una scaleup y una corporación.
Juntas, han buscado las carencias del ecosistema emprendedor español. En resumen: faltan empresas medianas, emprendedores experimentados, talento y una regulación específica. Todo el mundo tiene parte de responsabilidad. "El futuro es de las startups, porque si hay quiere decir que se crean compañías; pero las startups se tienen que convertir en scaleups y, después, en grandes compañías", ha avisado Urquizu. Y es que es un problema que viene de lejos: se crean muchas empresas en el ámbito digital, pero muy pocas llegan a crecer hasta ser consideradas scaleups o, incluso, grandes compañías.
Pasa, en parte, porque muchas empresas emergentes fracasan y acaban cerrando. Pero la razón de fondo es la falta de inversiones de cierto tamaño. Y es que todo el mundo tiene parte de culpa de este crecimiento lento del sector. Según Gómez, "el ecosistema necesita startups, inversores, pero también corporaciones". Ha explicado el caso de Telefónica, que a través de Wayra invierte en empresas emergentes que consideran prometedoras: "Hemos entendido como compañía que hay cosas que es mejor hacer con innovación externa". Así pues, son un equipo de 100 personas que se dedica exclusivamente a buscar startups e innovación fuera de la empresa que les puedan ser útiles. Durante los 10 años desde que se creó, han invertido en más de 800 compañías.
Otra clave que ha destacado Urquizu es la actividad empresarial de emprendedores que ya tienen experiencia previa. "Los emprendedores que ya han creado empresas, tienen más posibilidades de tener éxito en compañías posteriores. Si ya lo has hecho una vez, tienes más oportunidad de lograr el éxito", ha indicado. Es importante que, a través de una "identidad atractiva" -como lo ha denominado Gómez-, se puedan atraer estos perfiles.
Acabar marchando
¿Cómo se hace? Con cambios regulatorios, según la propia Urquizu. Considera que lo primero que se tiene que hacer es tocar la fiscalidad: "Una cosa que tenemos que hacer en España y en el resto de Europa es proteger a las scaleups. Cuando una startup llega, hay una tendencia a huir hacia EE.UU.". No solo entran como mercado, sino que se llevan la sede corporativa, puesto que a menudo hay más opciones de comprar otras empresas, conseguir financiación, etc.
María González aporta su testimonio: "Me gustaría añadir un nuevo actor: el Gobierno. Es muy difícil para nosotros, que estamos en el sector salud, crecer y estamos buscando hacerlo en el exterior". Quien a veces también acaba marchando es el talento cualificado, que encuentra en otros países mejores condiciones de trabajo y oportunidades más atractivas en su campo. "Todo aquello relacionado con el talento es crítico", ha sentenciado Urquizu. En su empresa, Red Points, que detecta falsificaciones de marcas por internet, tienen problemas para encontrar talento.
Desaprovechar el talento femenino no solo es una cuestión de "justicia", sino también de "competitividad económica", puesto que son el 50% de la población
"Hay nuevos trabajos que requieren perfiles que todavía no existen; buscamos desesperadamente perfiles, como la combinación de data science y filosofía, y no encontramos", ha explicado. En el sector digital son muchas las empresas que se quejan de una falta de talento más concreto, el femenino. Pero Urquizu no está de acuerdo: "Si no lo encuentran, es que no lo han buscado bien". Las cifras son las cifras: en Red Points solo un 15% de los trabajadores del departamento tecnológico son mujeres, "y estamos muy contentos". En Tucuvi, en cambio, la mitad de la plantilla son mujeres y la otra mitad, hombres, pero es una empresa significativamente más pequeña, con solo ocho trabajadores.
Desaprovechar el talento femenino no es solo una cuestión de "justicia", sino también de "competitividad económica", puesto que es el 50% de la población, según ha destacado Urquizu. Irene Gómez añade que la situación de inferioridad en número se ha agravado durante la pandemia y que no solo ocurre en el estrato de los empleados, sino también entre los emprendedores y los inversores. "Menos de un 20% de los fundadores o ejecutivos de startups son mujeres y este gap también existe entre los inversores", ha indicado.
El ecosistema más grande
La mesa redonda ha ido precedida de la intervención de FranciscoPolo, el alto comisionado de la estrategia España Nación Emprendedora del Gobierno central. Urquizu ha alabado el plan, puesto que considera que supone "la primera vez que no va por ciudades o hubs, sino que hay una estrategia que incluye a todo el país; hay empresas muy interesantes en València, a Málaga, o La Coruña...". El objetivo de la estrategia es "transformar el modelo productivo para que sea un país más resistente ante las crisis", ha asegurado Polo.
El plan del Gobierno español trabaja en tres niveles: el emprendimiento innovador -"tiene que ser el punto de partida del nuevo modelo productivo"-, los sectores tractores de la economía -"la industria, el turismo, la construcción, la movilidad, la cultura, la salud, la energía..."- y un desarrollo inclusivo -"existen muchas brechas: de género, territorial, socioeconómico y generacional"-. El principal ejemplo de esta estrategia es la ley de startups, que Polo ha confirmado que se aprobará su borrador "muy pronto". Hasta que se note el impacto de todo esto, las carencias del emprendimiento español superan las fortalezas.