Carme Poveda es directora de Análisis Económico de la Cámara de Comercio de Barcelona y profesora asociada de Economía Aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Licenciada en Economía y máster en Economía Aplicada, los campos de especialización que más disfruta son la economía catalana, la industria, la inversión pública, el entorno económico y empresarial y la economía de género. Directora y autora de la Memoria Económica de Catalunya del Consejo General de Cámaras de Catalunya, colabora con el Observatorio Mujer, Empresa y Economía de la Cámara de Comercio de Barcelona realizando estudios de género. Recibe VIA Empresa una mañana de julio para abordar la evolución de la economía del país, la igualdad de género y las perspectivas económicas en un contexto de máxima tensión electoral. Una pasión por la economía y vocación de servicio público que se ve reflejada en sus palabras.
Seguramente es usted una de las economistas más conocidas de Catalunya que podemos ver asiduamente en los medios de comunicación con su faceta divulgativa.
A lo largo de la historia, la economía ha estado muy cerrada y centrada en los grandes economistas que debatían entre ellos. Y, evidentemente, nos ha faltado que la economía llegara al público más generalista, para que todo el mundo pudiera entenderla y que fuera atractiva. De hecho, en mi caso estoy especializada en la economía aplicada que con datos reales damos respuesta a preguntas que afectan a todo el mundo. Por ejemplo, ¿por qué sube la inflación? ¿Y la calidad del empleo? ¿Qué sucede si suben las pensiones? Y, una vez realizado el informe, lo divulgamos en todas partes, sea en las aulas como profesora asociada o en los medios de comunicación. También me siento orgullosa de aportar la mirada femenina a la economía.
Estos días la hemos podido ver de “gira por Catalunya” y no era por ningún mitin electoral, sino que presenta la Memoria Económica de Catalunya 2022 en las diversas cámaras del país. Habla de "buen ritmo" de la economía catalana, resiliencia, retorno del turismo y muchas exportaciones. Por alguien que no esté familiarizado con la economía, ¿cómo está Catalunya actualmente?
Catalunya tiene una economía muy resiliente que ha sobrevivido a una pandemia, una guerra como la de Ucrania, una crisis energética y una presión alcista del precio que no se había visto en los últimos cuarenta años y, sin embargo, el producto interior bruto (PIB) ha crecido un 5,5% y estamos en un máximo histórico de creación de empleo. Todo gracias a las medidas de política económica que se han adoptado, como los ERTE y las ayudas desde el Estado y la Generalitat de Catalunya. Sin obviar el rol de la empresa catalana, que ha sabido adaptarse en circunstancias adversas.
Un dato muy interesante tiene que ver con el mercado laboral y las nuevas oportunidades. De hecho, un 65% de la ocupación que se ha creado en estos meses ha sido en el sector público (sanidad incluida); en el sector de actividades profesionales y científicas y el sector de las TIC. Lo que hace falta es que el empleo se traduzca con mayor productividad y si esto se consigue, se aumentarán los salarios y el nivel de vida en el país.
"El 2022 fue un año muy complejo y que se recordará en los libros de texto de economía"
A todo ello hay que sumarle el importante peso de la internacionalización, un mayor número de exportaciones y la recuperación del turismo. Hay una parte de servicios empresariales que están exportando a un buen ritmo, como es la consultoría, la ingeniería y los servicios de tecnología que aportan riqueza al país.
Durante la presentación de la Memoria Económica de Catalunya habló de cinco choques globales que tuvimos en 2022: la covid-19, problemas en la cadena de suministros, aumento de precios, inflación y coste de financiación. ¿Se han podido solucionar?
2022 fue un año muy complejo y que se recordará en los libros de texto de economía. Se trata de momentos históricos y, por suerte, con el proceso de vacunación se ha superado la pandemia de la covid-19. Sin embargo, las problemáticas en las cadenas de suministro hicieron sufrir a la industria y la construcción con unos precios desorbitados. Los precios energéticos aumentaron con la Guerra de Ucrania y la inflación alcanzó un máximo histórico en julio de 2022 con el gas, el precio de la factura eléctrica y el petróleo. Se adoptó la medida de la excepcionalidad ibérica y los precios han descendido mucho. De hecho, en estos momentos sólo tenemos una inflación del 1,9%. Aquí está la “trampa” de comparar los indicadores con el año pasado.
Quien tuvo que hacer grandes sacrificios, como indica, fue la industria catalana.
Toda la razón. En estos momentos, la industria catalana ha ganado competitividad porque los costes laborales no han aumentado como en Alemania. Este crecimiento suave de los salarios junto a la disminución de los costes energéticos nos ha salvado. Se puede decir que la economía catalana es industrial y representa el 20% del PIB. Y, si tenemos en cuenta los servicios que dependen de la industria para funcionar, la cifra alcanza el 50%, en un sector que debemos cuidar y que será estratégico. Tenemos los fondos Next Generation que deben impulsar una transformación digital y sostenible, como por ejemplo en proyectos de microchips e hidrógeno verde y debemos aprovecharlo.
"La industria catalana ha ganado competitividad porque los costes laborales no han aumentado como si lo han hecho en Alemania"
¿Hay algún aspecto que se nos escape y no le prestamos atención?
Debemos ocuparnos de tres grandes cuestiones que afectarán al mercado laboral y debemos estar muy atentos. Por un lado, habrá que sustituir a muchos profesionales del Baby Boom que se jubilarán en breve y habrá un efecto demográfico muy importante. Pasarán a ser inactivos y aquí habrá un problema de sostenibilidad con el sistema de pensiones. No existe un relevo generacional que necesita el mercado laboral. Tenemos una de las tasas de natalidad más bajas del mundo y las mujeres se incorporan al mercado laboral a costa de renunciar a la maternidad y tener menos hijos de los que desearían.
La segunda cuestión tiene que ver con la revolución tecnológica con trabajos que tendrán que reconvertirse y sustituirse por máquinas. ¿Cómo nos afecta la automatización y la inteligencia artificial? Los trabajos calificados, como por ejemplo el periodismo, se verán afectados y se tendrán que incorporar los avances en el día a día para mejorar la productividad y que la aportación de valor sea superior a una máquina.
"Después de ver los debates electorales puedo afirmar que los datos son fácilmente manipulables"
El tercer punto es que las empresas piden perfiles especializados que no encuentran en el mercado. Según las últimas cifras, el 30% de empresas no encuentra al personal adecuado para hacer crecer el negocio, aunque tengamos una tasa de paro elevada, sobre todo la juvenil. Existe un desencaje entre la oferta y la demanda.
Por tanto, debería haber una gran reforma de las políticas de empleo.
Sí, es un gran tema pendiente a pesar de que se destinen muchos recursos, pero no se ve efectividad. ¿Cómo se pueden incorporar personas del paro en el mercado laboral? ¿Y cómo se puede incidir en las orientaciones profesionales de los jóvenes? Debemos informarles de cuáles son las salidas profesionales que encontrarán en cada acción formativa. Ahora bien, sabemos que se necesitan técnicos de formación profesional, ingenieros o tecnólogos y vemos con preocupación que no están aumentando las matriculaciones en estos estudios. Todo depende de la vocación de cada uno, pero puede ser beneficioso para las personas que están dudando saber qué opciones tienen.
Los jóvenes, uno de los grupos de población que más se han mencionado en la campaña electoral de las próximas elecciones españolas del 23 de julio de 2023. ¿No le da la sensación que en estos debates electorales por fin se vuelve a hablar de economía después de unos años convulsos políticamente hablando?
La economía está más que nunca en el debate de los ciudadanos. Hemos conseguido que la economía no sea de despachos, sino de comunicarla y divulgarla para que todo el mundo pueda informarse ya que les afecta. Las redes sociales y los medios digitales, como VIA Empresa, han hecho mucho trabajo de divulgación económica y está llegando al público. Para el público, "la economía ya no es tan aburrida".
Después de ver los debates electorales, puedo afirmar que los datos son fácilmente manipulables. Y los que nos dedicamos a la profesión debemos aportar rigurosidad para no caer en debates estériles. Sinceramente, hay mucho debate, pero me ha faltado ver políticas económicas en ambos sentidos.
Justamente, una de las propuestas económicas que ha tenido mayor repercusión es la propuesta por la vicepresidenta segunda del gobierno español, ministra de Trabajo y candidata de Sumar, Yolanda Díaz, que contempla dar 20.000 euros a todos los jóvenes de 18 años para formarse o emprender. ¿Cómo la valora? ¿Es factible?
Es una propuesta que nunca se ha puesto en práctica en ningún país y solo está en el ámbito teórico. Considero que es ambiciosa y que es necesario estudiarla muy bien y que no se puede aplicar de forma fácil, ya que es muy costosa. Antes deberían hacerse pruebas piloto para ver si es efectiva. El coste de la medida se estima en 10.000 millones de euros y se propone que se pague con un impuesto a las grandes fortunas que hoy en día, el impuesto sobre patrimonio recauda 1.200 millones de euros en toda España. Y, con el nuevo impuesto a las grandes fortunas recaudará alrededor de 1.000 millones... Y, hasta los 10.000 millones quedaría mucho. Veo muy complejo que se puedan alcanzar estos niveles de recaudación.
"Hay que incorporar la visión femenina en la opinión pública de la economía"
Soy partidaria de focalizar los recursos económicos (e impuestos que pagamos todos) al buscar la eficiencia. Es importante que se amplíe las becas para que los jóvenes que quieran estudiar tengan una pequeña retribución y que los resultados académicos premien el esfuerzo. Y fomentar el emprendimiento, ya que inviertes los recursos en un proyecto. Finalmente, es necesaria una educación pública de calidad.
O el fomento de la igualdad, que también se ha abordado a lo largo de la campaña electoral. De hecho, apuntó en varias ocasiones que las mujeres están infrarrepresentadas en el mundo de la economía. ¿Por qué cree que es así? ¿Cuesta encontrar mujeres economistas?
Es cierto que hoy tenemos mujeres referentes al frente de las principales instituciones económicas internacionales: Ngozi Okonjo-Iweala (OMC), Ursula von der Leyen (Comisión Europea), Christine Lagarde (BCE) y Kristalina Gueorguieva (FMI), pero a pesar de que las mujeres dirigen la economía, la realidad es que estas instituciones están muy masculinizadas.
Según he podido leer en varios estudios, las mujeres tienen intereses distintos y complementarios a los de los hombres, en el ámbito de la investigación económica. Varios estudios han demostrado que las mujeres economistas que se dedican a la investigación están más interesadas en temas como el mercado laboral, el género y la familia, la educación, la salud o la provisión de servicios públicos, mientras que a los hombres les interesan más los temas vinculados a métodos econométricos, la economía financiera o la macroeconomía.
"A pesar de que las mujeres dirigen la economía, la realidad es que estas instituciones están mucho masculinitzades"
Necesitamos más mujeres en el mundo académico de la investigación económica porque la gestión de las crisis que afrontaremos en las próximas décadas (climática, tecnológico-laboral, demográfica y provisión de servicios públicos) requerirán conocimientos sólidos sobre estas materias y las mujeres parecen más interesadas en estudiarlas. Es necesario incorporar la visión femenina en la opinión pública de la economía y, por este motivo, se necesitan más mujeres economistas.
En el ámbito empresarial, las mujeres tienen una forma de gestionar más adversa al riesgo, de gestionar equipos de forma colaborativa y visiones complementarias que en la gestión de las empresas es muy útil. Se necesitan mujeres en los consejos de empresa y como directoras generales de las compañías.
¿Por qué no funcionan los planes de igualdad si son obligatorios por ley?
La ley ha sido ambiciosa y pensamos que debe serlo. Pero no es fácil ponerlo en práctica y existe un embudo de la Administración para aprobar y gestionar los planes. Lo importante es preguntar si el plan sirve para cambiar la situación de la igualdad en las empresas. Creo que es un mecanismo muy bueno porque te radiografía y te hace un diagnóstico. Básicamente te dice: "¿Cómo estás? ¿Cuál es tu brecha salarial? ¿Cómo se hacen los planes de promoción? ¿Y la selección?" A veces no somos conscientes de todo ello y la ley permite transformarlo. Vamos con retraso, pero si creemos que esta ley es un mero trámite y no lo vemos estratégicamente, no sirve de nada. Si lo creemos, es una herramienta muy útil.
"La economía está el centro del debate electoral, pero me faltan propuestas económicas"
E, invocando la futurología, me gustaría hablar de la Catalunya 2030. ¿Cómo nos ve?
Me gustaría una Catalunya del 2030 con una vertiente tecnológica importante y un país muy plural con muchas nacionalidades que convivan. Espero que hayamos avanzado en igualdad porque cada vez más las nuevas generaciones están concienciadas de que los hombres también "quieren cuidar y las mujeres trabajar". Seremos una economía igualitaria.
La industria, no la del pasado de las chimeneas, sino la tecnológica, de energía sostenible y tecnificada, estará en el centro de Europa y en Catalunya. Y me gustaría pensar que hemos sabido distribuir la riqueza que hemos generado con un estado del bienestar fuerte.