Jaume Casals (Barcelona, 1958) es rector de la Universitat Pompeu Fabra desde 2013. Doctor en Filosofía por la UAB y catedrático de Filosofía en la UPF, sus investigaciones combinan el pensamiento moderno, la filosofía y la literatura. "La filosofía no es un género literario", alerta. Sus obras incluyen filósofos destacados como Montaigne, Montesquiu, Berkeley o Bergson. Recibe VIA Empresa en el despacho presidencial de la UPF y hablamos de la vida y el legado del rector, "la goma" de la administración, la libertad y el dinero, el arte de la filosofía en tiempo de coronavirus, el aprendizaje de los profesores y la hora de la verdad. Sin pelos en la lengua. Palabra de rector y filosofía de Montaigne.
Cómo es la vida de rector?
Me queda poco tiempo de rectorado, pero estoy muy ocupado. Cuanto más tiempo pasa, más tengo la sensación que he encontrado las cosas que de verdad tienen trascendencia. En este país, los rectores somos amateurs y al final te acabas profesionalizando.
"No pido más dinero, pido más libertad y más libertad querrá decir más dinero"
Amateurs?
Por ley, si quieres ser rector tienes que ser catedrático de universidad. Estamos en un mundo donde si no eres intelectualmente respetable, difícilmente puedes ser una persona que practica la honestidad intelectual. Cuando el rector es irrelevante académicamente no es muy respetado por sus colegas. Cómo eres un amateur y tu dedicación es circunstancial, la vida de rector no está regulada por principios de profesionalidad. Esto implica que te dedicas mucho más a ello y no pasa nada si la vida es una mierda.
Una mierda?
Me ha hecho vivir intensamente el rectorado y tener la impresión de que me cansaba a la vez que aprendía algunas cosas. Me he querido tomar este trabajo como si fuera un profesional. De hecho, soy un profesional y sé cosas que son una lástima haberlas aprendido porque no me servirán de gran cosa más allá de lo que ya he hecho. La figura del rector es profesional en aquellos países donde las universidades son consideradas instituciones de primera línea en su trascendencia social cómo, por ejemplo, en países como Estados Unidos, Australia, el Reino Unido, Alemania o los Nórdicos.
Fotografía de Àngel Bravo
Qué balance hace de los 30 años de la Universitat Pompeu Fabra?
Muy positivo! Es una universidad que ha hecho un esfuerzo titánico para mirar de estirar al máximo el sistema local que es antes que nada español -estamos regulados por una ley orgánica- y también catalán. Son sistemas muy paternalistas con tendencia a tutelar las instituciones públicas. No nos piden cuentas de lo qué hemos hecho, sino que nos dicen con todo tipo de detalle aquello que es correcto que hagamos. Esto le ha ido muy mal a la Pompeu porque ha tenido que hacer un esfuerzo todavía más grande.
Cuando tú creas una universidad nueva para salir de los marcos estereotipados del sistema universitario no es precisamente para hacer lo mismo que las otras universidades. Aplauden que seas diferente, pero crean gobiernos para encuadrarla como una más. Aplauden nuestros resultados, pero los recursos... No pido más dinero, pido más libertad porque más libertad querrá decir más dinero.
La libertad es poder de decisión.
Incluso, los extraordinariamente lúcidos del gobierno no han conseguido crear un ambiente de libertad en las universidades para poder desarrollar su potencial máximo. Si eres rector de la UB que tiene mucho mérito con zonas de primera como la biomédica, la universidad tiene que continuar siendo lo que es. Si eres rector de Pompeu Fabra le tienes que clavar un chute y te lo estás perdiendo si sólo intentas pasar la lima y gobernar como un tipo de alcalde de esta gran ciudad que son las universidades. Mi vida ha sido intentar drogar - con droga dura- mi universidad pero dentro de una goma que nos quería retener y hacernos volver atrás por el entorno que tenemos.
"Las universidades -tal como nos piensa la administración- no somos líderes sociales sino un lastre social"
Cómo es este entorno?
Tendría que ser más heterogéneo. La conclusión final de una evaluación europea que nos hicieron hace 20 años era que la Pompeu era "una universidad moderna con contexto normativo adverso". Este diagnóstico todavía vale. Si preguntas te dirán que he sido un rector alocado que ha intentado cosas imposibles, algunas han ido muy bien y otras han sido complicadas, incluso he removido internamente la organización de la universidad en cuanto a unidades académicas, de apoyo o secretarías. La universidad es sobre todo un lugar de actividad académica.
Entre el gerente y la administración académica no tendría que haber nadie, entre los directores de cada ámbito académico y el rector no tendría que haber filtro. Además de la problemática peculiar del mundo de la administración y los servicios universitarios, hay una intervención de la misma Generalitat hecha a escala de la española que es extraordinariamente intervencionista. No hay confianza, autonomía y rendimiento de cuentas sino construcción normativa del comportamiento de la governança de las instituciones. Llega un momento que un grupo de investigación gasta más tiempo justificando sus gastos que no haciendo la investigación que tiene que hacer. Una empresa que gasta la mitad de su presupuesto en autocontrolarse es una empresa sospechosa de ser un lastre social. Las universidades tal como nos piensa la administración no somos líderes sociales sino un lastre social. Quizás de las 20.000 universidades del mundo, quedará sólo entre un 5% y un 10%. Es un milagro que tengamos estos resultados!
La UPF es una de las 150 mejores universidades del mundo.
Depende del ranking. La Pompeu es la mejor colocada del sistema español y sobre todo en el ranking que tiene en cuenta la medida y la historia de la universidad. Sin embargo, es muy difícil que la UPF tenga un Premio Nobel en estos momentos. Estamos entre las 10 mejores universidades del mundo que tienen menos de 50 años. Me retiro muy tranquilo. El resto de universidades catalanas no tienen nada que ver con nosotros, nosotros triplicamos los resultados por profesor en captación de recursos económicos. Estamos al lado de los 100.000 euros al año por profesor.
"Intento drogar la universidad pero hay una goma que quiere hacernos volver atrás"
El secreto del éxito universitario?
Nuestra universidad tiene una goma que la tira atrás que es un sistema hecho para ocuparse del 93% del sistema catalán que es todo el resto. Nosotros somos el 7% del volumen y no podemos pretender tener las reglas de juego que más nos convienen.
Qué propone entonces?
Que no haya tantas reglas de juego. No quiero perjudicar ninguna otra universidad, quiero que me dejen libre y me dejen hacer lo que yo puedo hacer para intentar encontrar estos recursos y financiar la universidad de forma correcta. Si comparas la financiación absoluta y relativa de la UPF tiene una relación de 1 a 3 con otras universidades internacionales de una medida muy parecida.
Fotografía de Àngel Bravo
Cómo conseguimos los recursos y la financiación?
Con un modelo público-privado, títulos propios... Mantener y satisfacer el servicio público local de los estudiantes de aquí que es en lo único que piensa nuestro gobierno y en hacerlo igual que los otros. Se tendrían que poner los esfuerzos en conseguir hacer aquello que no hacen los otros como los títulos propios internacionales. No nos engañemos: todas las universidades de investigación del mundo viven de las matrículas de sus estudiantes, tanto si lo paga un gobierno como las familias o los estudiantes.
Conseguir donaciones o contratos con empresas es la inyección que alimenta cada una de las partes. Mi obsesión ha sido cuidar la ambición punta de la universidad. Cuidar la investigación y mirar de establecer relaciones de intimidad con las empresas. La cosa más estúpida y el grito más imbécil que se ha hecho nunca es decir fuera las empresas de las universidades. Cuando estás a punto de hacerte el beso con la empresa, hay esta goma que te impide el abrazo.
"Es una estupidez gritar 'Fuera las empresas de las universidades'"
Qué papel tiene la empresa dentro de la universidad?
Cero. Ningún papel porque ahora las empresas ya no están y seguramente no han estado nunca dentro de nuestro entorno. Las empresas tendrían que estar tan dentro de las universidades que ya no estuvieran. Las ideas son aquellas cosas que todavía podemos examinar, criticar y debatir. Las creencias son aquellas cosas que nos hemos tragado y ya directamente ni las consideramos. De qué manera tienen que estar las empresas en la universidad?
Pregunta, respuesta.
Pues gobernándola, directamente. Después ya está el sistema y la regulación necesarias para que la universidad esté dirigida por un académico. Yo he rendido cuentas a mis electores que son mis colegas en la universidad, esto tiene mucha gracia, tienes que hacer muchos equilibrios y no tomas las mejores decisiones. Estamos gobernados por el BOE y el diario oficial que publica un decreto con el milímetro de precios de las matrículas. Cuando la gente no tiene la nota para entrar, ya directamente ni lo pide y por lo tanto, no es un verdadero mercado. Nosotros tenemos una demanda de estudiantes que es sólo por buenas notas por el gobierno y nos gustaría poder decidir algo más sobre el carácter de los estudiantes. También tiene que haber actitud.
Qué actitud ha tenido la universidad en tiempo de covid?
Hemos conseguido consolidar relaciones internacionales y un grupo de seis universidad que queremos hacer de verdad una universidad europea donde los estudiantes sean a la vez de todas las universidades. Es imprescindible trabajar a escala internacional, pero esto no se consigue del todo hasta que no tienes unos estudios emblemáticos a escala internacional. Tenemos uno de los mejores estudios de Economía de Europa, pero son emblemáticos? No lo sé, no tenemos la financiación que haría falta pero tenemos mucho talento y profesores muy buenos.
"Es muy difícil que la Pompeu Fabra tenga ahora un Premio Nobel"
No tenemos estudiantes internacionales porque la Generalitat no nos autoriza a matricular estudiantes internacionales. No hay ningún conseller, secretario de universidades o rector que no esté de acuerdo conmigo. Hay unas máquinas dentro del gobierno que no quieren conceder que esta universidad tenga estudiantes de todo el mundo. Este año me he dedicado a tener las mejores relaciones con las mejores escuelas europeas y he estado en casa echando de menos el contacto en persona. Mi vida es hablar con personas, dejarme cambiar o que ellas se dejen cambiar y ponernos de acuerdo. Esto no funciona a través de la pantalla; la digitalización ha sido óptima para depurar y es verdad que hacemos demasiadas clases presenciales en la universidad. Con menos horas tendríamos más ahorro y efectividad y seríamos más intensivos. Con la pandemia probablemente hemos perdido algo que formaba parte del trabajo en equipo y la capacidad de tener la palabra como una actividad transformadora.
Mis hijas me preguntan qué hago en la universidad y les digo que voy, hablo con gente y nos ponemos de acuerdo.
Nos ha faltado filosofía este 2020?
Es una época de filosofía. Tengo un amigo coetáneo que se llama Jesús Hernández Reynés que fundó una revista con este nombre y sólo publicó un número. Era buenísimo. La palabra filosofía no tiene ahora las connotaciones negativas de pérdida de tiempo, inutilidad... O incluso, hay esta idea de que ciertas cosas inútiles, de repente, se hacen útiles y son necesarias para que pasen las cosas útiles.
Siempre está la ciencia como una manera de saber libre y no condicionada donde puedes plantearte todos los porqués, las razones y puedes distinguir entre las verdaderas causas de aquello necesario. La relación entre percepciones sociales, las ciencias y las artes que tiene una función de máximos y mínimos, saltamos sobre el aire pero acabamos cayendo. Esto es muy Montaigne. Hay muchos momentos de esfuerzo que no quiere decir que sean espurios o circunstanciales pero necesariamente caeremos hasta la tierra y después intentaremos volver a saltar. Estamos en un momento de mucho respeto por el salto y por la filosofía.
Fotografía de Àngel Bravo
El arte de filosofar.
El otro día leía que la filosofía no es otra cosa que un género literario y esto es una banalidad. La filosofía es un cierto respeto por la distancia, el pensamiento... Por la idea de que la razón no es sólo el lenguaje y las palabras sino que hay otros elementos y es importante elegir y distinguir. Las sentencias más generales no valen para todo. Sopesar aquello que sabes y aquello que no, valorar aquello que se tiene que rechazar y aquello que no, aquello que es bueno y es malo.
"Qué sé yo!", que diría Montaigne.
Todo esto tiene que ver con la filosofía y no es un género literario. Podemos prescindir de un género literario durante un tiempo pero no podemos prescindir de la filosofía. La investigación tiene como condición necesaria dar un paso atrás y observar los resultados. La filosofía es como una dosis que tiene que estar presente en todo y no podrás hacer un diario sin filosofía. De filosofía, siempre falta! Lástima de los políticos que van escasos.
"No es cierto que los grandes investigadores son malos profesores"
"No enseñamos los alumnos a aprender", aseguraba la experta Barbara Oakley en una entrevista en VIA Empresa.
Aprender a aprender como una cosa básica para la docencia. Siempre es desde el punto de vista del estudiante que está en medio. Lo que no sabemos es que tienen que enseñar y que tenemos que enseñar a los profesores. Los profesores también tienen que aprender a aprender. No sólo queremos una piscina de datos, sino que esta piscina sea tratable y convertir los datos simples en datos buenos. Lo tendrían que hacer los profesores para acortar el tiempo destinado a aprender y que fuera de más calidad. Los economistas están locos por los datos. Para ser gobernador de España, una de las gracias tendría que ser tener unos datos de primera. Hay toda una construcción con el comportamiento delicado de la información cuando conoces a la persona que te lo dice.
No es cierto que los grandes investigadores son malos profesores y esta es precisamente una de las batallas más fuertes que he tenido en la universidad. La pandemia nos está sacudiendo. Qué tiene que ser y que tiene que hacer una universidad? El doctorado no deja de ser una institución más o menos arbitraria. Tiene que ver con la filosofía, la capacidad de hacer preguntas y entender las razones, sin distancia no hay aplicación que valga. Si no coges carrera, saltas poco. Las universidades grandes son mamuts que no hay quién les mueva.
También tiene un libro titulado El aprendizaje de la muerte en la historia de las ideas. Qué hemos aprendido de esta crisis?
El aprendizaje de la muerte es la definición que Platón hace de la filosofía y recupera Cicerón. Es el Memento Mori... Antes de Platón, el alma sólo se manifestaba en el momento de la muerte e iba al Hades. El alma es todo aquello que hay y el aprendizaje de la muerte es una manera de morir en vida. Esta es la definición de la filosofía: suspender tu atención de las cosas cotidianas, ser capaz de distraerte y experimentar la muerte en vida que es el pensamiento.
Pensar es una cosa que no es práctica y que no es útil en aquel momento y que Platón define como el aprendizaje del alma en vida. Pero, al entrar en la modernidad hemos confundido el alma con el espíritu que es una mala interpretación. Los espíritus son las cosas que no son materiales pero que se comportan como las cosas materiales. Tiene que ver con la perspectiva, somos más eficientes cuando también pensamos. Vivimos de una manera más respetuosa con todo lo que hay incluso con nosotros mismos cuando practicamos el aprendizaje de la muerte.
"La hora de la muerte es la hora de la verdad"
Cuando alguien muere, lo que dice tiene mucha importancia porque es verdad. Toda la vida de Sócrates queda interpretada por su muerte cuando el gobierno lo condena injustamente. La hora de la muerte es la hora de la verdad pero la hora de la verdad también es un momento de atención al alma.