El tamaño de una población repercute en los servicios de los que se dispone. La proximidad a colegios, centros sanitarios o comercios son algunas de las cuestiones en las que la cifra de habitantes influye. Este razonamiento puede explicar el porqué de las preferencias de los españoles en cuanto al dato de residentes en un pueblo a la hora de decidir irse a vivir.
Así, siete de cada diez demandantes de vivienda mayores de 18 años que van a trasladarse a una zona rural o les gusta la idea prefieren localidades en las que haya, al menos, 1.000 habitantes. Concretamente, un 33% se decanta por pueblos que tengan entre 1.001 y 5.000 habitantes y un 36% por aquellos que oscilen entre los 5.001 y los 10.000, según datos de FotocasaResearch.
La conexión a Internet es un requisito indispensable a la hora de mudarse para el 71% de los catalanes
En este contexto, los catalanes son los que más atraídos se sienten por la idea de irse a vivir en una zona rural, aunque no tengan previsto hacerlo próximamente. Son, en total, un 56%. A continuación, los que mejor valoran la idea de abandonar la ciudad son los madrileños (47%) y los valencianos (46%).
En la población catalana ha perdido peso de manera significativa la conexión a internet o fibra óptica como requisito indispensable para mudarse, que es de un 71%, una cifra 11 puntos porcentuales más baja que en agosto del año pasado. Este mismo motivo también ha perdido peso en Madrid (66%) y Andalucía (63%), donde, en los dos casos, el descenso ha sido de 14 puntos porcentuales.