Catalunya está entre las regiones europeas más expuestas a la crisis económica por la pandemia, según un estudio del Comité de las Regiones (CoR). Tanto la duración del confinamiento como la dependencia del turismo y la importancia de las pymes hacen que la economía catalana sea una de las más sensibles a la recesión. Visto el desigual impacto de la crisis entre las regiones de la Unión Europea, el CoR lamenta que los estados no hayan involucrado las autoridades regionales y locales en el fondo de recuperación y avisa que el uso de los fondos de cohesión por la pandemia puede abocar a una "mayor centralización".
Según el estudio del CoR sobre el impacto de la pandemia en regiones y ciudades publicado este lunes, en el estado español también están en riesgo por la crisis Andalucía, Madrid o Valencia, mientras en el resto de Europa destaca que casi todas las regiones italianas están muy expuestas al impacto económico de la covid-19. Por el contrario, el norte de Europa se puede ver beneficiado por su buena capacidad de adaptación ante los cambios que ha implicado la pandemia, según el CoR.
Tercera región más tocada
Catalunya es la tercera región europea más tocada por la pandemia por número de casos hasta julio y la cuarta en mortalidad. Llombardia y Madrid son las dos regiones más afectadas si se miran los dos indicadores.
Confianza en las instituciones
Junto con el estudio el CoR también ha publicado una encuesta sobre la confianza de los ciudadanos en las instituciones durante la pandemia. Un 60% de los encuestados en el Estado desconfía que el Gobierno español tome las medidas correctas para superar la crisis de la covid-19. La mitad de los encuestados también recela de las autoridades locales y regionales para salir de la crisis, mientras que sí que confía en la Unión Europea.
Por otro lado, un 75% de los encuestados lamenta que los gobiernos regionales y locales no tienen suficiente influencia en la UE y un 65% cree que el club europeo funcionaría mejor si tuvieran más voz. Más de la mitad de los encuestados cree que las autoridades regionales y locales tendrían que tener más peso en las decisiones que se tomen a nivel europeo en salud y ocupación.