Estamos en el mes de agosto, época de vacaciones y, por supuesto, de campings, donde Catalunya es también una potencia. Hablaremos de los campings del país, pero como es imposible sacarlos a todos, hemos hecho una pequeña selección que intentaremos que sea significativa. Hemos elegido cuatro establecimientos, más una multinacional que tiene varios de ellos en el país.
A menudo se menciona como mejor camping de Europa el Vilanova Park, en Vilanova i la Geltrú (Garraf). Está ubicado en el interior, a cierta distancia de la playa (3 kilómetros) y con todos los servicios imaginables para un establecimiento de este tipo: parcelas para instalar tienda de campaña o rulote, cabañas mixtas (llamadas glamping), espacio para mobilhomes y bungalows, piscinas, supermercado, lavandería, restaurante (premiado), alquiler de bicicletas y coches, y servicios médicos.
Obtuvo la licencia en 1982 y fue edificado sobre la finca Mas Roquer, propiedad de la familia Bultó. En la actualidad supera las 34 hectáreas de superficie y buena parte de su éxito se puede atribuir a que está abierto todo el año y también a un convenio con la asociación neerlandesa de viajeros.
La empresa titular del camping tiene el mismo nombre que el establecimiento turístico y está domiciliada en Barcelona, en la Ronda General Mitre. Sus propietarios son José María Rosell Saurina y los herederos de Terencia Casas Boladeras, y suele facturar por encima de los cinco millones de euros. Al primero de ellos se le puede considerar un prohombre del mundo del camping, porque fue presidente de la Federación Española del sector durante un cuarto de siglo, además de ser un pionero ya en las décadas de los sesenta y los setenta. Los propietarios llevan más de un lustro que tienen en mente abrir un camping de lujo en la vecina localidad de Cubelles (Mas Guineu), dado que el Vilanova Park tiene escasas posibilidades de crecimiento de su superficie.
En la parte sur del Golf de Roses, entre Empúries y Sant Pere Pescador, encontramos La Ballena Alegre, que antes también estaba en Castelldefels, haciendo compañía al mítico Toro Bravo. Los propietarios son la familia Arraut Amat, entre ellos la esposa de Xavier Trias Vidal de Llobatera, a través de la firma Camping Car, que tiene su sede en la avenida de Roma de Barcelona. Pese a su vinculación histórica con la familia Arraut, en el Registro Mercantil español aparecen dos sociedades suizas (ahora en liquidación) como propietarias de dos tercios del capital de la empresa. Precisamente, el actual responsable es el hijo de la pareja, Àlex Trias Arraut. Se trata de una instalación de lujo que factura normalmente por encima de los diez millones de euros y proporciona unos beneficios superiores al medio millón. Este camping presume de disponer de una zona de aguas nada habitual en negocios de este estilo, además de tener una muy buena oferta en restauración y tiendas de distintos ámbitos.
Últimamente, los propietarios han tenido muchos quebraderos de cabeza por culpa de unos bungalows que fueron construidos aparentemente sobre una zona no urbanizable. El tema está en manos de la justicia y no parece tener buen pronóstico para la familia Trias-Arraut.
Este invierno se supo que el camping Sangulí, ubicado en Salou (Tarragonès, Costa Daurada) había sido escogido el mejor camping del año en la categoría “familiar cerca del mar” en una elección hecha por ANWB, esa asociación neerlandesa que hemos mencionado antes. La sociedad que lo gestiona lleva el mismo nombre que el camping está domiciliada en Salou y es propiedad de otra sociedad, de nombre Servicios Turísticos Salauris 2008, que a su vez pertenece a Roca Musclera, SL. Al final de esta cadena, encontramos a la familia Blasi, dueños de todo el entramado y un emblema del turismo en Salou. La facturación del negocio alcanza los 15 millones de euros, con unos beneficios de cerca de cuatro millones.
Hace más de medio siglo que Sangulí funciona (desde 1972) y en la actualidad bajo un concepto de camping tradicional más resorte. En los alojamientos, lo que convencionalmente se llama bungalow, han ido un paso más allá han creado diversos ambientes geográficos: Mediterráneo, África, Caribe y Polinesia, más o menos como su vecino Port Aventura. El resto de servicios –en una extensión de cerca de 50 hectáreas– es de primera línea, como corresponde a un establecimiento cinco estrellas.
La estirpe Isern también es una de las tradicionales del sector en Catalunya, hoy encabezada por David Isern Casanova, limpio de los fundadores de un importante complejo del Pirineo. En plena Cerdanya encontramos un conglomerado de empresas dedicadas al turismo, como son Hotel Muntanya Prullans, Camping La Cerdanya, Cal Janet y Super Cerdanya, bajo la denominación de Cerdanya Resort. Las raíces debemos buscarlas en el hotel, inaugurado en 1947. Adicionalmente disponen de una agencia de viajes propia.
La parte que nos interesa, el camping, que tiene una facturación de 1,8 millones de euros está ubicado en una arboleda con vistas al Parque Natural Cadí-Moixeró y tiene una combinación de plazas convencionales con bungalows. Es de dimensiones menores a los otros campings que hemos visto antes.
Finalmente, resulta interesante echar un vistazo a la multinacional francesa Cap Fun, que está bastante bien asentada en Catalunya: de los ocho campings que posee en la península, seis están en el país. Son los siguientes: Alba (Creixell), Aube (Deltebre), Mirmanda (Cambrils), Montblanc Park (Montblanc), La Tordera-Naciones (Malgrat de Mar) y Sierra de Prades (Vilanova de Prades). Los campings son una de las tres patas del negocio, que también tiene el segmento del esquí y lo que ellos llaman alojamientos vocacionales. En Francia, su territorio natural, disponen de 170 establecimientos, pero pese a ser un grupo tan abultado, no deja de ser una empresa familiar. Su primer ejecutivo (y propietario y fundador) es Pierre Houé, mientras que la facturación se estima en unos 270 millones de euros, aunque la opacidad de la compañía hace muy difícil encontrar datos fiables.