Catalunya ha cerrado en junio con 6,3 millones de pernoctaciones, una cifra que representa un incremento de un 3,7% en comparación con el mismo período de 2022, según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística. La ocupación hotelera se incrementa, en promedio, un 62,6% y los precios de una habitación suben un 8,9%. Por detrás de Andalucía, Catalunya se mantiene como el segundo destino de la población estatal, el tercero si se contabilizan el número de visitantes extranjeros.
Más allá de estas cifras, en los últimos días se ha dado a conocer que Barcelona ha concentrado 459 millones en inversiones en el segmento hotelero de lujo durante el primer semestre, lo que representa el 33% de la inversión hotelera en todo el Estado, según Colliers, consultora inmobiliaria líder en servicios inmobiliarios y gestión de inversiones. En los seis primeros meses, la inversión hotelera alcanzó los 1.383 millones, de los que el 52% fue en establecimientos de lujo, es decir, en categorías de cinco estrellas y cinco estrellas de gran lujo.
En el caso de la capital catalana, en la primera mitad de año superó a Madrid gracias a dos operaciones importantes, como la venta de los Hoteles Sofía y Hotel Mandarin, ambas por valor de unos 200 millones cada una. En total, en Barcelona se firmaron cinco operaciones frente a las seis de Madrid, aunque en la capital española fueron de inferior valor, hasta 123 millones de euros.