El Índice General de Producción Industrial cayó un 0,1% en Catalunya en agosto, según datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística. Un bajón muy inferior que el resto del Estado (-3,6%). Por ámbitos económicos, los bienes de consumo es el sector con mejores datos (0,5%) y los productos de la energía han experimentado una bajada de un 3,3%. Desde principios de 2023, en promedio, la producción industrial catalana ha caído un 0,2%. En otro orden, los territorios más industrializados de Catalunya tienen menos desigualdades de renta.
Esta es una de las principales conclusiones del estudio Geografía de la industria y cohesión social, elaborado por el Institut d'Economia de Barcelona por encargo del Gobierno. El informe demuestra empíricamente que la industria contribuye a reducir las desigualdades y, en esta línea, comprueba que existe menos cohesión social en las zonas donde ha aumentado el peso de los servicios en detrimento de la industria. El informe señala que los territorios en los que la distribución de la renta entre sus habitantes es más equitativa son los de Igualada, Olot y Guissona y esto se atribuye al elevado peso del sector industrial en estas zonas.
De hecho, Guissona tiene un peso de la industria que es 3,5 veces mayor que la media catalana, el de Igualada es el doble y el de Olot se aproxima al doble. Los casos de Guissona y Olot están muy centrados en la industria alimentaria y el de Igualada, en el textil, confección y cuero. La relación entre la industria y la desigualdad se explica porque cuando los trabajadores de estas industrias reducen su peso, el mercado laboral se polariza en dos grupos: "el de los puestos de trabajo muy bien remunerados con niveles de formación altos y otro grupo con un número creciente de puestos de trabajo de trabajos manuales de menor calificación que sustituyen a los puestos de trabajo que antes aportaban las industrias intermedias y tradicionales".