Xavier Caufapé ccupa la presidencia de Pimec Lleida desde hace casi cinco meses. Lo afronta con mucha ilusión y con el afán de situar las pymes al puente de mando, que es allá donde considera que se toman las decisiones. Procedente profesionalmente de la gestión sanitaria- va cofundar un centro médico al Senegal- reivindica que la autocrítica empresarial sustituya el victimismo y aboga por la digitalización para aterrizar proyectos y llevarlos más allá de las palabras y los discursos.
¿En qué momento se encuentra la patronal una vez ha llegado al cargo?
Creo que cojo la responsabilidad en un buen momento para nuestra entidad en Lleida. Me queda por delante una tarea importante para aumentar la representatividad de la patronal. Por otro lado, estamos viviendo una crisis sanitaria y económica por la Covid, de la cual todavía tenemos que comprobar sus efectos. Pese al aumento del ritmo de vacunación, no queda nada claro el dibujo final de los ERTE. Tengo la sensación de que mucha gente se quedará por el camino.
¿Cuáles son las reivindicaciones esenciales para Pimec Lleida?
Recientemente hemos presentado una moción en el pleno del Ayuntamiento de Lleida por el tema de la morosidad. Es una cuestión de la que siempre ha hecho bandera nuestro presidente en Catalunya, Antoni Cañete. Nuestro objetivo es que las empresas cotizadas morosas tengan vetado el acceso a los fondos europeos Next Generation. Si no lo hacemos, continuarán financiándose a través de las pymes. Además, también estamos trabajando con el territorio la necesidad de modificar la ley de contratación pública, puesto que las pymes lo tenemos muy difícil para acceder a los proyectos directamente, dependiendo en exceso de las subcontrataciones.
¿Qué papel tiene que tener la Administración en el proceso de reconstrucción económica?
Por aquí, siempre se dice una frase: Lleida está a la cola de Catalunya. Más allá del victimismo que comporta, yo propongo preguntarnos por qué pasan estas cosas. Necesitamos hacer autocrítica y no quedarnos con los grandes discursos y titulares, que no nos sirven para aterrizar los proyectos. Las palabras ayudan y queda bien decir que Lleida puede ser un hub del sector agroalimentario, pero sin un plan estratégico detrás, no funcionará. En algunas administraciones tendrían que aprender de cómo gestionamos estas iniciativas a nuestras empresas.
"Necesitamos hacer autocrítica y no quedarnos con los grandes discursos y titulares, que no nos sirven para aterrizar los proyectos"
¿Qué necesidades tienen las pymes en el marco de los fondos europeos de reconstrucción?
De momento, tal como están diseñados, parece difícil que lleguen a las pymes. Pero eso sí, como empresas tenemos que estar preparados. Resulta imposible innovar si antes no has creado una estructura para hacerlo y has destinado una parte importante del presupuesto. En el caso de los fondos Next Generation creo que se ha hablado demasiado. Hay una intoxicación informativa. Espero que cuando se concreten las líneas de ayudas no se las lleven solo las grandes empresas y las pymes solo sirvan para ser contratadas.
¿Cómo se tiene que interpretar el nacimiento de la patronal Conpymes, que quiere hacer de contrapeso a la CEOE?
Tenemos que centrar los esfuerzos en defender los intereses de las pymes y los autónomos para acabar con una anomalía en la representatividad de la mayoría del tejido productivo. Tal como aseguraba nuestro presidente a Catalunya, Antoni Cañete, tenemos que estar en el puente de mando, que es donde se deciden los proyectos. Si no estamos ahí, no podemos decidir. Esta patronal también nos ayudará que los empresarios tengan un sentimiento de pertenencia a una organización o territorio. Ya es la hora de apostar por una cultura de ser generosos y remar en la misma dirección. Los empresarios tenemos que abandonar el pensamiento que todas nuestras acciones tienen que ser a cambio de algo y dejar a un lado el sentimiento de insatisfacción perpetua. Traducido al día a día, no tenemos que esperar que venga la ayuda, sino pensar cómo puedo ayudar yo a mejorar la situación.
¿Cómo puede ayudar a su tarea la experiencia en la gestión sanitaria y la creación de un centro médico en Senegal?
Considero que es más fácil tener una sensibilidad, estar más cerca de la gente y entender las necesidades de las pymes. El establecimiento empresarial en Senegal es un ejemplo de un proyecto que se realiza sin esperar nada a cambio. Los empresarios tenemos que incorporar estas iniciativas a nuestro ADN y conseguir rehuir de la imagen del directivo aislado. Tenemos que creer en la colaboración. Se trata, no tanto de hacer las cosas, sino de luchar para que pasen.
¿Cómo afronta la relación de Pimec con el resto de patronales leridanas?
Evidentemente no siempre estamos de acuerdo con los planteamientos de los otros, pero tenemos que ser capaces de cooperar todos con la misma dirección. Lo que puedo garantizar es que Pimec de Lleida nunca se levantará de una mesa de diálogo con el resto de las patronales. Creemos en la aproximación y en la voluntad de ayudarnos para colaborar.
¿Y más concretamente con la Cámara de comercio, donde siempre se habla de la posibilidad de una fusión?
Está claro que tenemos que dar pasos para mejorar las relaciones. En estos dos últimos años, ha habido la figura del Jaume Saltó, que ha compaginado la presidencia de la Cámara de comercio de Lleida y la de Pimec. Me parece que estamos en el inicio de un camino y que hablar ahora de fusión no tiene ningún sentido. Quizás en dos años, lo tendrá. Es cierto que los empresarios leridanos esperan que nos unamos y tenemos que aprovechar este periodo de reconstrucción económica para hacerlo también con las organizaciones. Para construir, tenemos que apartar los egos y los protagonismos.
"Si como gerente de una empresa tienes la tabla llena de papeles es el peor mensaje que puedes ofrecer a tus trabajadores si los quieres convencer de la necesidad de apostar por la digitalización"
Un ejemplo de estas luchas sería la frustrada Ley de Cámaras
La negociación no se puede basar en cargos o representaciones y luchas. La gente espera liderazgo en las organizaciones. En caso contrario, no confiará en nosotros. A parte, la Administración tiene que legislar apostando por un modelo mucho más ligero, no tan burocrático. Son necesarios mecanismos de supervisión que no acaben perjudicando y atrasando los proyectos. No tienen que olvidar su rol de trabajadores públicos al servicio de la gente. De momento, vemos buena voluntad y pocos resultados.
¿Qué necesitan el comercio, la hosteleria y el turismo, los sectores más afectados por la Covid-19?
Es necesario acompañar más al sector productivo con medidas ágiles. Desde que se anuncia que se otorgan las ayudas hasta que llegan, por el camino se quedan muchas empresas. Se ha construido la figura de un político ajeno a la realidad de la gente. El día a día se tiene que cubrir de forma inmediata con ayudas directas. Ante los problemas graves de las empresas de estos sectores, la reacción tendría que ser mucho más rápida. Tenemos la misma Administración que hace un siglo. Ahora con ordenadores, pero igual que entonces.
En este escenario, ¿cómo puede contribuir la digitalización para impulsar el equilibrio territorial?
Igual que en otros ámbitos, más allá de las ayudas, el empresario tiene que interiorizar el discurso. A las pymes nos está costando. A pesar de que las líneas de subvenciones ayudan, somos nosotros los que tenemos que rematar el trabajo. La entrada de las nuevas generaciones puede favorecer esta transición. Si como gerente de una empresa tienes la mesa llena de papeles es el peor mensaje que puedes ofrecer a tus trabajadores si los quieres convencer de la necesidad de apostar por la digitalización.