
CCOO y UGT han reunido a unas 10.000 personas (según la Guardia Urbana 7.000) en una protesta en Barcelona para exigir a los partidos catalanes la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. El secretario general de CCOO, Javier Pacheco, ha advertido que si el acuerdo en el Congreso “no llega por la vía parlamentaria se hará llegar a cada barrio, empresa, centro de trabajo y convenio”.
Por su parte, el líder de UGT, Camil Ros, ha subrayado que los trabajadores “que votan todas las opciones políticas, están de acuerdo en que deben trabajar menos”. La manifestación ha salido desde el monumento a Colón y ha terminado en la plaza de las Tres Chimeneas, punto simbólico de la huelga de la Canadiense que sirvió para establecer la jornada de ocho horas.
Ros ha señalado, aprovechando la celebración del Mobile World Congress en Fira Gran Via, que “innovar también es trabajar menos y formar mejor a la gente” con el fin de conseguir un sistema productivo más efectivo. Al mismo tiempo, ha resaltado que también significa que “la gente debe poder cobrar más para llegar a fin de mes” y ha recordado que se reivindica “igual que se hizo hace más de 100 años: ocho horas de descanso, de ocio y de trabajo”.