Si la inflación y los precios de la energía son los dos conceptos que han marcado la economía del 2022, la incertidumbre es, de momento, el término que está protagonizando la gran mayoría de previsiones que publican estos días los diferentes organismos y entidades, tanto públicos como privados. Este martes ha sido el turno de Cecot, con Xavier Panés debutando en su primer encuentro anual con los medios de comunicación como presidente de la patronal, que ha estado marcado por su apelación a las administraciones: "Pedimos una moratoria de dos años que nos permita coger aire y respirar", ha pedido.
Según Panés, "la incertidumbre se combate con estabilidad", tanto política como presupuestaria y normativa. Y esta estabilidad no llega ni al tejido empresarial ni a la sociedad si constantemente se están aprobando nuevos trámites y normativas de difícil aplicación, redactados con ambigüedades o que son inconcretos. De hecho, entre el 1979 y el 2021 se han aprobado 411.804 normas en España, volumen que el presidente ha calificado de "excesivo". "Esta proliferación de trámites limita el desarrollo de la actividad empresarial y tiene repercusiones negativas en el PIB", ha asegurado.
Panés: "La incertidumbre se combate con estabilidad"
"¿Cuánto hace que pedimos tranquilidad administrativa?", ha recalcado, añadiendo: "Pedimos a los gobernantes legisladores dos años de tranquilidad para que la actividad empresarial se desarrolle con certezas".
Con unas elecciones municipales a la esquina y unas generales a finales de año, con ciertas inestabilidades políticas que permanecerán presentes o se incrementarán a lo largo del 2023 (como la tensión entre EE.UU. y China), y con unos precios de la energía que seguirán al alza, la patronal ha señalado como necesaria la "coordinación entre administraciones" y la empatía a la hora de legislar.
Hay medidas necesarias para combatir la inflación, como la última modificación del IVA. Pero su aplicación, señala Enric Rius, asesor fiscal de Cecot y presidente de Autcat, fue "poco empática, exigiendo su aplicación de un día por el otro". Otro ejemplo: el impuesto por el plástico reutilizado: "Ni la administración tributaria tiene claros los protocolos y están improvisando día a día".
La patronal también ha hecho hincapié en la estabilidad presupuestaria. A 17 de enero, los diferentes grupos políticos del Govern no han llegado todavía a un acuerdo que permita cerrar los presupuestos de la Generalitat. En este sentido, Panés ha pedido dejar atrás las "discrepancias políticas": "Exigimos como sociedad civil que se pongan de acuerdo, que aprueben unos presupuestos, porque como país lo necesitamos".
¿Cómo superar el endeudamiento?
A la hora de dibujar las perspectivas económicas del 2023, Panés ha tenido presente "la bofetada de la covid-19". A sus efectos, todavía presentes en el tejido empresarial, se sumaron una tormenta perfecta: con desabastecimiento de material, incremento desmesurado del precio de la energía, el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, la inflación...
Pero Panés ha querido huir de lecturas pesimistas: "No todo es negativo. El 2022 acabará con incrementos positivos del PIB". Con una desaceleración evidente, el presidente de Cecot ha remarcado un hito positivo: "Hemos conseguido bajar la inflación", que ha pasado del 10,8% al 5,7% al acabar el año. Eso sí, es necesario que se produzca más allá de la escala estatal, puesto que la inflación de los países vecinos repercute en los tipos de interés establecidos por el BCE.
Rius: "Los ICO protegieron a las entidades financieras, no a la pyme"
"La covid-19 se superó en base a crédito, que fluyó gracias al aval de los ICO, pero tenemos que tener claro que -especialmente en el ámbito de la pequeña y mediana empresa- estos avales a quién protegieron es a las entidades financieras, no a la pyme", ha asegurado Rius. Por lo tanto, este nivel de endeudamiento todavía está presente y "solo se podrá superar obteniendo beneficio". "No hay otra forma de refutar este endeudamiento", ha afirmado.
Además, este beneficio tendría que superar el porcentaje de inflación. Es decir, tiene que superar el 5,7%. Para conseguirlo, y volviendo a la demanda principal de la patronal, el tejido productivo necesita un panorama fiscal estable, empático, que evite que la principal preocupación de las empresas acontezca el cumplimiento normativo. "Las empresas se tienen que poder dedicar a su negocio", afirma Rius. Y sería sencillo si no hubiera cambios normativos constantes y si la fiscalidad no se hubiera convertido en una arma política entre comunidades y partidos. "No puede ser que tengamos una tributación que se base en criterios políticos o partidistas", ha denunciado el asesor fiscal de la Cecot.