El negocio del cemento continúa cayendo en picado en Catalunya. Este primer semestre, su consumo se redujo un 2,9% más y situó el volumen total en los 1,1 millones de toneladas. Son datos de Ciment Català, que también ha expuesto que las exportaciones de este material (y el clínquer) bajaron un 25% en todo lo que llevamos de 2024 y un 26,5% en los últimos 12 meses. En total, sólo se exportaron 1,5 millones de toneladas.
Según el informe de la patronal, si se tiene en cuenta únicamente el mes de junio, el retroceso del consumo de cemento en Catalunya fue del 1%, mientras que en cuanto al año móvil, el descenso se sitúa en 7,8%, hasta los 2,1 millones de toneladas. Por otro lado, la producción de cemento aumentó un 0,2% el primer semestre para situar la tasa de año móvil en el -3,9% y un volumen de 3,21 millones de toneladas.
Una tendencia "preocupante"
Ante este escenario, Ciment Català se ha adherido a las reclamaciones de Foment para revertir la "infradotación" en infraestructuras acumulada en los últimos 15 años y que sitúan el déficit en 42.500 millones de euros desde el 2009. "El déficit continuado en infraestructuras frena el crecimiento económico de Catalunya, el bienestar y la calidad de vida de sus ciudadanos, y lastra la competitividad de la economía del país", ha señalado el presidente de Ciment Català, Salvador Fernández Capo.
Esta misma entidad ha ido advirtiendo últimamente de la actual tendencia en los últimos tiempos y ha hablado de "atonía" en el mercado doméstico y de "dificultades" a la hora de competir en otros países. En este sentido, avisó que el contexto era "susceptible de empeorar en la coyuntura actual que vive Catalunya", especialmente agravada por la carencia de aprobación de presupuestos de hace unos meses.