Catalunya ha cerrado el mes de agosto con una caída del 11% en el consumo de cemento. Con esta cifra, el consumo acumulado (últimos doce meses) se sitúa en el -2,9% y un volumen de 2,24 millones de toneladas. Según Salvador Fernández Capo, los datos se originan "por la mala situación económica y los retos derivados de los procesos de descarbonización que están desarrollando nuestras fábricas y con los que el sector del cemento en Catalunya está absolutamente comprometido".
La producción de cemento también se redujo en agosto un ligero 2,7%, mientras que en el último año cae un 4,4%, con un volumen de 3,15 millones de toneladas. Las exportaciones de cemento han sufrido en agosto una fuerte disminución del 32,7% respecto a 2022. Desde la patronal se insta a las administraciones a “que sean más eficientes a la hora de validar las autorizaciones para reducir la huella de carbono y poder poner en marcha los procesos tecnológicos”.
La producción de cemento también se redujo en agosto un 2,7%
En clave más empresarial, antes del verano, Ciments Molins dio a conocer su voluntad de cotizar al Sistema de Interconexión Bursátil Español. Esta información se ha dado a conocer a través de un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ciments Molins ha cerrado las cuentas del primer trimestre con unos beneficios de 37 millones de euros, una cifra que representa un incremento de un 70% en comparación con el mismo período del año pasado.
Las ventas han subido un 25% hasta los 342 millones de euros, gracias en gran medida por el incremento del negocio exterior, especialmente a la actividad de México, o la caída de los costes de combustibles y energía. En cuanto a la deuda financiera neta, en el primer trimestre de 2023 disminuyó un 26% hasta los 108 millones de euros.