El consumo de cemento en Catalunya ha registrado una caída de un 5,3% en el primer semestre del año, la cifra se incrementa hasta el 8,7% si la comparación se hace con el balance de junio. La patronal Ciment Català atribuye los resultados a la parálisis de la construcción de infraestructuras y el descenso en la edificación de viviendas.
"La industria necesita el apoyo decidido de las administraciones públicas tanto para el almacenamiento de CO2 y, a la vez, agilizar los trámites administrativos necesarios para poner en marcha los procesos tecnológicos y las instalaciones de captura", apunta Salvador Fernández, presidente de Ciment Català. El sector asegura que las incertidumbres del mercado dificultan las inversiones previstas por impulsar la descarbonización.
La parte positiva, según el criterio de la patronal, es que la reducción de los costes de la energía eléctrica ha ayudado a las empresas a recuperar presencia y competitividad en el escenario internacional. Algo que minimiza la caída del mercado doméstico. En clave más empresarial, recientemente, Ciments Molins se plantea la posibilidad de que el consejo de administración pida la cotización del grupo al Sistema de Interconexión Bursátil Español (Mercado Continuo). Esta información se ha dado a conocer a través de un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.