La reunión anual del Cercle d'Economia ha abandonado Sitges pero no el mar. Un Passeig Joan de Borbó de Barcelona lleno de policías a partir del mediodía daba pistas del acontecimiento que se preparaba en el Hotel W. La presencia de los jefes de Estado y gobierno de España, del presidente de Corea del Sur, el primer ministro italiano, otros cargos políticos y grandes empresarios requiere las medidas de seguridad más estrictas. Pero no son las únicas medidas que se han tomado a la hora de celebrar -después de un año de paro- una nueva edición de las jornadas organizadas por el Cercle, que se alargan hasta el viernes y este año se celebran bajo el lema La gran reconstrucción: retos y oportunidades para la empresa, la economía y la política. En la entrada se hacen tests de antígenos a todo el mundo que no lleva una PCR negativa o un certificado de vacunación. La seguridad sanitaria ha hecho también que los periodistas sigan los discursos desde una sala separada, a través de una pantalla, a pesar de que no sea la del ordenador de casa.
El presidente de la entidad, Javier Faus, ha inaugurado la jornada, como es habitual junto con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y, en esta ocasión, también la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. "Esperamos que el viernes salgamos más confiados en nuestras posibilidades", ha deseado Faus al inicio de tres jornadas intensas. Ha aprovechado la presencia del jefe del ejecutivo catalán para pedirle más crecimiento y redistribución de recursos, un ruego que Aragonès ha tomado y ha contestado durante su intervención: "Queremos crecer en valor y no en volumen". En cuanto a la redistribución, Aragonès está de acuerdo y pone los servicios públicos como elemento esencial de este nuevo reparto de la riqueza.
El presidente de la Generalitat ve necesarias cuatro transformaciones: "Catalunya necesita un zarandeo". Y lo exige, según Aragonès, a nivel social, de igualdad de género, ecológico y democrático. Por un lado, "tenemos que fortalecer el estado del bienestar". ¿Cómo? Con políticas de vivienda "valientes que tienen que combinar una mayor implicación pública en la promoción de vivienda de protección oficial, pero también entender que es un bien de primera necesidad y que esto pasa por delante de que sea un bien de mercado". Y junto con los hogares, también se deben asegurar los suministros básicos, una igualdad digital y unos ingresos mínimos. Colau también ha hablado de vivienda: "No queremos inversiones especulativas; estamos impulsando colaboración publicoprivada, en la que nosotros ponemos espacios públicos para que empresas que quieran tener beneficios pero no especulen puedan hacer viviendas de alquiler asequible".
Todo esto exige dedicar recursos. "Lo pagaremos con una nueva gobernanza económica: tenemos muy claro que para que se puedan captar impuestos se tiene que crear riqueza y distribuirla mejor". Los presupuestos tienen que servir para financiar las medidas de impacto contra la crisis, pero que son los fondos europeos los que se tienen que destinar a cambiar el modelo productivo. Precisamente mientras se producían los primeros parlamentos de la reunión del Cercle d'Economia la Unión Europea ha aprobado el plan de recuperación español, que abre la puerta a recibir hasta 140.000 millones de euros de los fondos Next Generation. En cuanto al primer tipo de financiación, el propio, Aragonès ha remarcado que las ayudas relacionadas con la pandemia que ha lanzado el Govern son las más altas del Estado: 230 euros por habitante ante los 80 de media.
Pere Aragonès: "Queremos crecer en valor y no en volumen"
Y ha avisado: "No podemos repetir la forma de salir de la crisis que seguimos en 2013", ha dicho en referencia a las políticas de austeridad y la insistencia en salvar los sectores productivos sin transformarlos. Es una advertencia que Colau comparte. "No vale hacer más de lo mismo; una economía competitiva del siglo XXI no se logra haciendo lo que se hacía en el siglo XX, si cualquier propuesta va contra el bienestar y la ecología, no la podemos denominar proceso", ha defendido.
La Barcelona metropolitana mueve a Catalunya
Tanto Aragonès como Colau han lanzado mensajes positivos, en un contexto de desescalada y relajación de las medidas sanitarias. "Hay motivos objetivos para el optimismo", ha empezado Colau su discurso de bienvenida. La primera razón que ha expuesto la alcaldesa de la capital catalana es la propia celebración de las jornadas en Barcelona -"esperamos que sea la primera de muchas"-. Pero Colau no solo ve la luz al final del túnel en cuanto a la pandemia, sino que es optimista "con las capacidades y potencial de Barcelona".
Ada Colau: "No vale hacer lo mismo; una ecoomia competitiva del siglo XXI no se logra haciendo lo que se hacía en el siglo XX"
Aragonès comparte el optimismo y el alto potencial de la ciudad: "Catalunya será capaz de competir globalmente si la Barcelona metropolitana compite globalmente". Esto quiere decir que otra de las transformaciones que se tiene que hacer es a un nivel más local. El presidente del Govern apuesta por tener más empresas medianas, con facturaciones que ronden los 100.000 euros, pero "esto requiere pensar en grande y ser claros". El grueso de compañías pequeñas -más alguna muy grande-, ya están. Colau ha dado un ejemplo de empresa barcelonesa que crece con fuerza: Wallbox, que empezará a cotizar en la bolsa de Nueva York y amenaza con convertirse en el nuevo unicornio español. Esta nueva gobernanza metropolitana tiene que ir acompañada de una gestión de kilómetro cero de las infraestructuras claves para el país.
En este sentido, ha hecho referencia a uno de los temas que más ha sonado en las últimas semanas: la ampliación del aeropuerto del Prat. Ha asegurado que "hay consensos", pero también ha detallado cuáles son los escollos que dificultan una decisión. La protección del medio ambiente es uno, pero también la interrelación del aeropuerto con el resto de Catalunya -el de Girona y el de Reus, especialmente-. "Si las infraestructuras se hubieran estado gestionando desde adminsitracions próximas, no sería así", ha indicado y ha recordado que la decisión final no será del Govern, sino que tiene que pasar por el Ministerio de Transición Ecológica.
Crecimiento e impuestos
El ruego en el que ha insistido más Javier Faus es el crecimiento: "Necesitamos crecer de manera sostenible, planificada y ordenada; el decrecimiento provoca más desigualdad, precariedad y sufrimiento". Pero crecer, para el presidente del Cercle, también quiere decir "invertir en capital humano, en educación, en investigación... el hecho de retener y atraer el talento definirá los países ganadores". En este sentido, considera que la fiscalidad juega un papel importante. Tanto la entidad como Aragonès reclaman una fiscalidad armonizada en la Unión Europea.
Mientras que el Cercle cree que el impuesto de patrimonio se tendría que saltar esta norma, Aragonès ha destacado una tasa que considera especialmente relevante que sea la misma en todos los países comunitarios: el de sociedades. "Estoy convencido de que Catalunya no puede competir a base de ser un paraíso fiscal; el camino no es la reducción de fiscalidad, sino una fiscalidad mejor".