Damm vuelve a patrocinar las fiestas de la Merced de este año. Las marcas de cerveza mantienen una pugna para ganar visibilidad y patrocinar actas culturales, festivales, conciertos y poner sus tiradores a las barras de las fiestas de barrio.
Uno de los ejemplos de esta guerra de marcas de cerveza tuvo lugar durante las pasadas fiestas de Gràcia. La pugna estuvo a punto de matar el Festigàbal, certamen musical organizado por la sala Heliogàbal desde ya hace 10 años por las fiestas de Gràcia. La Federación Fiesta Mayor de Gràcia cambió este año de patrocinador y se pasó a San Miguel. El festival, que hasta este año se celebraba en la plaza de Rovira y Trias, estaba patrocinado por Damm y este año se ha tenido que exiliar de la Villa de Gràcia a La Sedeta como consecuencia de la competencia entre marcas cerveseres.
Este es sólo un pequeño ejemplo de la feroz y silenciosa batalla en que luchan las grandes marcas cerveseres para abrirse mercado en zonas donde no son mayoritarias. En un contexto de una tímida recuperación del consumo de cerveza en la hostelería, pero también un recorte en el consumo a los hogares, las cerveseres pugnan por un mercado más afectado por la climatología que por la crisis económica.
Las cifras de la cultura cervesera
La patronal cervesera española publica cada año un estudio sobre el sector. La asociación Cerveceros de España representa el sector desde el 1922 y actualmente está formada por Mahou San Miguel, Heineken España, Grupo Damm, Estrella de Levante, Grupo Alhambra Alimentaría, Hijos de Rivera, Compañía Cervecera de Canarias y La Zaragozana.
Según este estudio la producción de cerveza aumentó un 2,8% el 2014 respecto del año anterior. Los datos de la patronal indican que el 2012 en España se consumieron 47,5 litros per cápita, mientras que la media europea es de 72,8 litros. A pesar de este dato, l'Sido español es el cuarto productor de cerveza en Europa –y la decena a nivel mundial- con una producción anual de 33 millones de hectolitros, casi el doble que Bélgica (con 18 hl). Según datos de la patronal, lideran la producción del viejo continente Alemania (95hl), Reino Unido (45hl) y Polonia (37hl).
Por primera vez desde el inicio de la crisis, este 2014 se ha registrado un incremento considerable del consumo de cerveza, más del 3% y las ventas globales de cerveza aumentaron por primera vez de forma significativa desde el 2008, un 2,3%. Así mismo, las ventas en el canal hostaler crecieron un 3,6% durante el año 2014, manteniéndose como principal canal de consumo, con un 64% del total. Por su parte, el consumo de los hogares de esta bebida alcohólica se vio recortado en un 2%.
Jacobo Olalla es el director general de la patronal Cerveceros. Por el sector, según su parecer, el consumo de cerveza es un claro indicador de la confianza del consumidor en la economía. Por este motivo toma el dato general y considera el "consumo de cerveza como mucho maduro", pero a la vez "moderado y conforme con las perspectivas económicas personales".
Un gran mercado compartimentat
Según el informe, el líder en ventas es el grupo Mahou-San Miguel –que produce Grimbergen, Carlsberg o Alhambra, que también forman parte de su escudería- con 11,8 millones de hectolitros y una cuota de mercado del 37%. En segunda posición se encuentra Heineken -Cruzcampo, Solo, Murphy's…- con 10 millones de hectolitros y una cuota de mercado del 30%.
La tercera posición es por Damm -Estrella, Keler, Skol…- con 8,3 y un 25%. Muy por debajo de estos gigantes encontramos a los Hijos de Rivera (Estrella Galicia), la Compañia Cervecera de Canarias (Dorada, Tropical…) y La Zaragozana (Ambar, Sputnik…) con porcentajes que van del 3,6% al 1,5%. Finalmente, existe el grupo de "otros" donde se engloban otras marcas pequeñas y las artesanas: juntas apenas llegan al 1% de la producción de cerveza en España.
Un verano caluroso para hacer cajón
Uno de los factores que más influye en el consumo de cerveza, más que la crisis económica, puede llegar a ser la climatología . El verano del año 2012 fue una estación negra por el sector de la cerveza, con un periodo veraniego marcado por unas temperaturas moderadas y lluvias, que, además, coincidió con una grave profundización de la crisis económica. "La cerveza se consume mayoritariamente en la hostelería, además durante el verano, los turistas que provienen de países con un gran consumo de cerveza (como Inglaterra o Bélgica) también consumen en casa nuestra", explica Olalla y añade que "aquel verano [lo del 2012] fue muy malo".
Según Olalla, el patrón de consumo de la cerveza en España es más bien como el de una bebida refrescante, no como una bebida alcohólica –cómo en otros países europeos como Alemania-, por este motivo, si la climatología no acompaña la gente no consume. De hecho, apunta, "los consumos de cerveza en España se disparan en las zonas más cálidas, como por ejemplo Andalucía, en comparación con el norte".
Está claro que las cerveseres se han dejado la piel para promocionarse e intentar vincular su producto a actas culturales, fiestas, conciertos y un largo etcétera para compensar las malas cifras de los últimos años. Demetrio Carceller, de Damm, afirmó que los precios del barril habían bajado a niveles del año 2005.
Es la guerra
El descenso del consumo ha sido especialmente intenso al sur, el principal mercado de Heineken España, empresa propietaria de la sevillana marca Cruzcampo. Esta empresa no sólo se distanció del adalid, el grupo Mahou-San Miguel, sino que, trago a trago, la tercera compañía del ranking estatal empieza a pisarle los talones: Damm.
La penetración de Mahou en Andalucía vino gracias al acuerdo con la cadena de restaurantes La Sureña y 100 montaditos que servían en exclusiva esta cerveza. Heineken entendió que la mejor defensa es un buen ataque y finalmente arrebató el contrato a Mahou y ahora en los locales de la Sureña y 100 montaditos sólo se sirve Cruzcampo.
Otro ejemplo del difícil campo de batalla que representa la cerveza es la aparición de Moritz en Barcelona, de hecho la primera cervesera que se instaló en el Estado español al s. XIX y desaparecida hasta el año 2004. Moritz introdujo a los supermercados las botellas de 33 cl. que Damm reservaba para la hostelería, a la vez que tuvo cura de los responsables de las barras de conciertos y festivales y apostó por la lengua catalana.
La reacción de Damm fue organizar unos fantásticos y generosos conciertos ante su fábrica de la calle de Rosselló de Barcelona durante las Fiestas de la Merced, reivindicando su pertenencia en Barcelona. También ha introducido los envases de 33cl en los supermercados y ha iniciado una dura batalla al sector de las barras de fiestas mayores y conciertos. Finalmente, Damm empezó a etiquetar en catalán. Mientras tanto y de manera sigil·losa van apareciendo a las terrazas de la ciudad condal botellas de Estrella Galicia.
Ninguno de las principales cerveseres del país, Mahou, Heineken o Damm, quieren comentar en público el espinoso asunto de la política de precios. Tampoco la patronal. Olalla espera, pero, poder volver a las cifras de producción del año 2007 y mejorar los ingresos. "Si se mantiene el índice de recuperación y se mantiene la estabilidad fiscal (el IVA de la cerveza a la hostelería es lo reducido), y no se graba con impuestos de bebidas de más consumo, como la cerveza o el vino, es probable que así sea", comenta Olalla.
Un valor añadido desconocido
Si bien las marcas de cerveza intentan vincularse con la mediterraneïtat, el bonrollisme, la cultura del bar y los bonos amigos, uno de los aspectos que no explotan tanto es el fuerte arraigo que tienen en cuanto a la producción local de sus productos. "Uno de los factores que más sobresalen de nuestro sector es que el 90% de la cerveza que se consume en casa nuestra, se produce en casa nuestra y que, además, la totalidad de las 650.000 toneladas de cebada se emplea para hacer esta cerveza", indica Olalla y añade: "No importamos ni malta ni cebada". Hay que añadir, además, que el sector da trabajo a 257.000 personas y aporta unos 7.000 millones de euros en valor añadido a la economía.
Las exportaciones de cerveza encadenan cinco años consecutivos de incrementos -multiplicándose por 2,6- y solamente el 2014 crecieron un 28% respecto al año anterior. El total de cerveza comercializado por las compañías pertenecientes a Cerveceros al Estado ascendió a 32,3 millones de hectolitros. "La llegada de la crisis ha obligado a exportar y creemos que esta tendencia ha venido para quedarse", dice Olalla y explica, además, que "los precios competitivos al extranjero de las cervezas españolas hacen fácil que se abren mercado". Los países donde más cerveza se exporta son países con una gran tradición cervesera, como por ejemplo Inglaterra, o países con qué España ha tenido una relación colonial: el primero importador de cerveza española es Guinea Ecuatorial, seguido de Portugal.
Las artesanas quieren crecer
Actualmente en España hay 314 microcerveseries inscritas al Registro General Sanitario. En los Estados Unidos, estas, a pesar de que con unas dimensiones diferentes, tienen una cuota de mercado del 16%. En España no llegan al 1%. Desde la patronal aseguran ver el fenómeno con mucho de interés, a pesar de que están atentos para garantizar que toda la normativa y los estándares de calidad se cumplen. "La competencia nos hace a todos mejores, pero hay que mantener la calidad", dice Olalla, por, sobre todo "no manchar la imagen del sector". Aún así, según dicen desde la patronal, sus puertas están abiertas y tienen "todo nuestro apoyo".
Se estima que actualmente todas las cerveseres artesanas juntas producen unos 40.000 hectolitros y que las comunidades autónomas que lideran el sector en número de productores son Cataluña y País Valenciano seguidas de Andalucía, Galicia y Madrid. Alrededor del 0'1% de la producción total de cerveza en España es artesana. Mientras que la producción de cerveza industrial se ha estancado o crece poco en los últimos años, el de cerveza artesana sigue creciendo a buen ritmo: su cuota se duplica cada año.
Sólo en Cataluña, la comunidad más activa en este sector, hay 40 marcas y unas 25 microcerveseries. En estos momentos, la líder del sector a escala estatal es Montseny y los líderes en instalación de fábricas, Cervecería Artesana. Todos estos datos no tienen nada de especial, hace tan sólo 10 años prácticamente no había ningún cervesera artesana. Sólo queda espacio para crecer y consumir con moderación.
Uno de los ejemplos de esta guerra de marcas de cerveza tuvo lugar durante las pasadas fiestas de Gràcia. La pugna estuvo a punto de matar el Festigàbal, certamen musical organizado por la sala Heliogàbal desde ya hace 10 años por las fiestas de Gràcia. La Federación Fiesta Mayor de Gràcia cambió este año de patrocinador y se pasó a San Miguel. El festival, que hasta este año se celebraba en la plaza de Rovira y Trias, estaba patrocinado por Damm y este año se ha tenido que exiliar de la Villa de Gràcia a La Sedeta como consecuencia de la competencia entre marcas cerveseres.
Este es sólo un pequeño ejemplo de la feroz y silenciosa batalla en que luchan las grandes marcas cerveseres para abrirse mercado en zonas donde no son mayoritarias. En un contexto de una tímida recuperación del consumo de cerveza en la hostelería, pero también un recorte en el consumo a los hogares, las cerveseres pugnan por un mercado más afectado por la climatología que por la crisis económica.
Las cifras de la cultura cervesera
La patronal cervesera española publica cada año un estudio sobre el sector. La asociación Cerveceros de España representa el sector desde el 1922 y actualmente está formada por Mahou San Miguel, Heineken España, Grupo Damm, Estrella de Levante, Grupo Alhambra Alimentaría, Hijos de Rivera, Compañía Cervecera de Canarias y La Zaragozana.
Según este estudio la producción de cerveza aumentó un 2,8% el 2014 respecto del año anterior. Los datos de la patronal indican que el 2012 en España se consumieron 47,5 litros per cápita, mientras que la media europea es de 72,8 litros. A pesar de este dato, l'Sido español es el cuarto productor de cerveza en Europa –y la decena a nivel mundial- con una producción anual de 33 millones de hectolitros, casi el doble que Bélgica (con 18 hl). Según datos de la patronal, lideran la producción del viejo continente Alemania (95hl), Reino Unido (45hl) y Polonia (37hl).
Por primera vez desde el inicio de la crisis, este 2014 se ha registrado un incremento considerable del consumo de cerveza, más del 3% y las ventas globales de cerveza aumentaron por primera vez de forma significativa desde el 2008, un 2,3%. Así mismo, las ventas en el canal hostaler crecieron un 3,6% durante el año 2014, manteniéndose como principal canal de consumo, con un 64% del total. Por su parte, el consumo de los hogares de esta bebida alcohólica se vio recortado en un 2%.
Jacobo Olalla es el director general de la patronal Cerveceros. Por el sector, según su parecer, el consumo de cerveza es un claro indicador de la confianza del consumidor en la economía. Por este motivo toma el dato general y considera el "consumo de cerveza como mucho maduro", pero a la vez "moderado y conforme con las perspectivas económicas personales".
Un gran mercado compartimentat
Según el informe, el líder en ventas es el grupo Mahou-San Miguel –que produce Grimbergen, Carlsberg o Alhambra, que también forman parte de su escudería- con 11,8 millones de hectolitros y una cuota de mercado del 37%. En segunda posición se encuentra Heineken -Cruzcampo, Solo, Murphy's…- con 10 millones de hectolitros y una cuota de mercado del 30%.
La tercera posición es por Damm -Estrella, Keler, Skol…- con 8,3 y un 25%. Muy por debajo de estos gigantes encontramos a los Hijos de Rivera (Estrella Galicia), la Compañia Cervecera de Canarias (Dorada, Tropical…) y La Zaragozana (Ambar, Sputnik…) con porcentajes que van del 3,6% al 1,5%. Finalmente, existe el grupo de "otros" donde se engloban otras marcas pequeñas y las artesanas: juntas apenas llegan al 1% de la producción de cerveza en España.
Un verano caluroso para hacer cajón
Uno de los factores que más influye en el consumo de cerveza, más que la crisis económica, puede llegar a ser la climatología . El verano del año 2012 fue una estación negra por el sector de la cerveza, con un periodo veraniego marcado por unas temperaturas moderadas y lluvias, que, además, coincidió con una grave profundización de la crisis económica. "La cerveza se consume mayoritariamente en la hostelería, además durante el verano, los turistas que provienen de países con un gran consumo de cerveza (como Inglaterra o Bélgica) también consumen en casa nuestra", explica Olalla y añade que "aquel verano [lo del 2012] fue muy malo".
Según Olalla, el patrón de consumo de la cerveza en España es más bien como el de una bebida refrescante, no como una bebida alcohólica –cómo en otros países europeos como Alemania-, por este motivo, si la climatología no acompaña la gente no consume. De hecho, apunta, "los consumos de cerveza en España se disparan en las zonas más cálidas, como por ejemplo Andalucía, en comparación con el norte".
Está claro que las cerveseres se han dejado la piel para promocionarse e intentar vincular su producto a actas culturales, fiestas, conciertos y un largo etcétera para compensar las malas cifras de los últimos años. Demetrio Carceller, de Damm, afirmó que los precios del barril habían bajado a niveles del año 2005.
Es la guerra
El descenso del consumo ha sido especialmente intenso al sur, el principal mercado de Heineken España, empresa propietaria de la sevillana marca Cruzcampo. Esta empresa no sólo se distanció del adalid, el grupo Mahou-San Miguel, sino que, trago a trago, la tercera compañía del ranking estatal empieza a pisarle los talones: Damm.
La penetración de Mahou en Andalucía vino gracias al acuerdo con la cadena de restaurantes La Sureña y 100 montaditos que servían en exclusiva esta cerveza. Heineken entendió que la mejor defensa es un buen ataque y finalmente arrebató el contrato a Mahou y ahora en los locales de la Sureña y 100 montaditos sólo se sirve Cruzcampo.
Otro ejemplo del difícil campo de batalla que representa la cerveza es la aparición de Moritz en Barcelona, de hecho la primera cervesera que se instaló en el Estado español al s. XIX y desaparecida hasta el año 2004. Moritz introdujo a los supermercados las botellas de 33 cl. que Damm reservaba para la hostelería, a la vez que tuvo cura de los responsables de las barras de conciertos y festivales y apostó por la lengua catalana.
La reacción de Damm fue organizar unos fantásticos y generosos conciertos ante su fábrica de la calle de Rosselló de Barcelona durante las Fiestas de la Merced, reivindicando su pertenencia en Barcelona. También ha introducido los envases de 33cl en los supermercados y ha iniciado una dura batalla al sector de las barras de fiestas mayores y conciertos. Finalmente, Damm empezó a etiquetar en catalán. Mientras tanto y de manera sigil·losa van apareciendo a las terrazas de la ciudad condal botellas de Estrella Galicia.
Ninguno de las principales cerveseres del país, Mahou, Heineken o Damm, quieren comentar en público el espinoso asunto de la política de precios. Tampoco la patronal. Olalla espera, pero, poder volver a las cifras de producción del año 2007 y mejorar los ingresos. "Si se mantiene el índice de recuperación y se mantiene la estabilidad fiscal (el IVA de la cerveza a la hostelería es lo reducido), y no se graba con impuestos de bebidas de más consumo, como la cerveza o el vino, es probable que así sea", comenta Olalla.
Un valor añadido desconocido
Si bien las marcas de cerveza intentan vincularse con la mediterraneïtat, el bonrollisme, la cultura del bar y los bonos amigos, uno de los aspectos que no explotan tanto es el fuerte arraigo que tienen en cuanto a la producción local de sus productos. "Uno de los factores que más sobresalen de nuestro sector es que el 90% de la cerveza que se consume en casa nuestra, se produce en casa nuestra y que, además, la totalidad de las 650.000 toneladas de cebada se emplea para hacer esta cerveza", indica Olalla y añade: "No importamos ni malta ni cebada". Hay que añadir, además, que el sector da trabajo a 257.000 personas y aporta unos 7.000 millones de euros en valor añadido a la economía.
Las exportaciones de cerveza encadenan cinco años consecutivos de incrementos -multiplicándose por 2,6- y solamente el 2014 crecieron un 28% respecto al año anterior. El total de cerveza comercializado por las compañías pertenecientes a Cerveceros al Estado ascendió a 32,3 millones de hectolitros. "La llegada de la crisis ha obligado a exportar y creemos que esta tendencia ha venido para quedarse", dice Olalla y explica, además, que "los precios competitivos al extranjero de las cervezas españolas hacen fácil que se abren mercado". Los países donde más cerveza se exporta son países con una gran tradición cervesera, como por ejemplo Inglaterra, o países con qué España ha tenido una relación colonial: el primero importador de cerveza española es Guinea Ecuatorial, seguido de Portugal.
Las artesanas quieren crecer
Actualmente en España hay 314 microcerveseries inscritas al Registro General Sanitario. En los Estados Unidos, estas, a pesar de que con unas dimensiones diferentes, tienen una cuota de mercado del 16%. En España no llegan al 1%. Desde la patronal aseguran ver el fenómeno con mucho de interés, a pesar de que están atentos para garantizar que toda la normativa y los estándares de calidad se cumplen. "La competencia nos hace a todos mejores, pero hay que mantener la calidad", dice Olalla, por, sobre todo "no manchar la imagen del sector". Aún así, según dicen desde la patronal, sus puertas están abiertas y tienen "todo nuestro apoyo".
Se estima que actualmente todas las cerveseres artesanas juntas producen unos 40.000 hectolitros y que las comunidades autónomas que lideran el sector en número de productores son Cataluña y País Valenciano seguidas de Andalucía, Galicia y Madrid. Alrededor del 0'1% de la producción total de cerveza en España es artesana. Mientras que la producción de cerveza industrial se ha estancado o crece poco en los últimos años, el de cerveza artesana sigue creciendo a buen ritmo: su cuota se duplica cada año.
Sólo en Cataluña, la comunidad más activa en este sector, hay 40 marcas y unas 25 microcerveseries. En estos momentos, la líder del sector a escala estatal es Montseny y los líderes en instalación de fábricas, Cervecería Artesana. Todos estos datos no tienen nada de especial, hace tan sólo 10 años prácticamente no había ningún cervesera artesana. Sólo queda espacio para crecer y consumir con moderación.
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