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La China, un 'espejo' de la transformación digital y la innovación

El gigante asiático incorpora como prioridad de Estado la digitalización para implementar negocios competitivos y disruptivos

La China incorpora como prioridad de Sido la digitalització
La China incorpora como prioridad de Sido la digitalització
Barcelona
15 de Enero de 2020
Act. 16 de Enero de 2020

Lo que para muchos territorios es el futuro, para China es el presente. El país asiático ha sido pionero a la hora de incorporar la innovación tecnológica en modelos de negocio que son muy competitivos y disruptivos. La visión de China sobre la digitalización de los diferentes sectores va más allá de lo que se ve en otras economías y, lejos de copiar lo que hacen los norteamericanos y los europeos, las empresas han optado por ser altamente competitivas dentro de sus fronteras. Lo han hecho dejando de lado los elementos del negocio tradicional y con la obsesión de crear ecosistemas propios.

 Los chinos usan unas pocas aplicaciones que lo incluyen prácticamente todo, lo que explica en parte el crecimiento de una serie de organizaciones que miran directamente a los gigantes occidentales. Pese al dominio mundial de Microsoft, Amazon o Google, compañías como Alibaba, Baidu, Didi Chuxing o Tencent se han convertido en verdaderos imperios en el territorio chino, donde conviven cerca de 1.400 millones de personas.

Se trata de un mercado gigantesco, muy cerrado, pero que cada vez se abre más al mundo a través de sectores en auge, como son el comercio electrónico, las redes sociales o las telecomunicaciones.

 En los últimos años, China ha crecido a gran velocidad y se ha posicionado como una de las grandes potencias del mundo. Es imposible, por lo tanto, no observar lo que está haciendo el país asiático para comprender, y también aprender, el marco actual. Las empresas chinas entienden la transformación digital como una forma de ganar una ventaja competitiva y de crecer en un entorno innovador, cosa que marca la diferencia ante aquellas organizaciones que la interpretan sólo como un medio para impulsar la eficiencia operativa, modernizar la infraestructura y mejorar la experiencia de cliente.

Xue: "En China no es necesario llevar ni efectivo ni tarjeta para pagar y esto aún no se ve en Europa, pero sin duda cambiará la manera de hacer negocios con China"

La directora de la Oficina Exterior de Comercio y de Inversiones de Acció en Shanghai, Taowen Xue, explica en VIA Empresa los elementos clave que ayudan a entender como China ha crecido tanto en los últimos años como potencia. "El gobierno central de China establece planes quinquenales muy claros. Actualmente, se está llevando a cabo el decimotercero de estos planes (2016-2020), que cuenta con una serie de objetivos concretos que la población de China ya ha conseguido en las últimas décadas. Es un tipo de plan a largo plazo que raramente encontramos establecido por gobiernos de otros mercados de esta misma medida", expone.

Una referencia para Catalunya?

Hasta qué punto la influencia de la China como potencia tecnológica impactará en nuestro país en los próximos años? "Influirá en la forma de hacer negocios", afirma Xue. "Hablamos, por ejemplo, del comercio electrónico. En el pasado, muchas empresas catalanas iban a China a buscar distribuidores para vender sus productos. Actualmente, pero, el lanzamiento de un nuevo producto en China es probablemente una acción en linea, a través de una tienda virtual. Es el caso de Martiderm o Isdin, entre otros, que consiguieron éxito en China antes de introducir sus productos en cualquier tienda física", relata.

Es cada vez más común ver avances que se están dando en China y que todavía no han llegado aquí. Destaca, por ejemplo, el pago a través del móvil: se puede pagar con la misma app el metro, el autobús, en los hospitales, en los cines, el alquiler de bicicletas públicas, en las tiendas, en las instituciones gubernamentales, las facturas de gas o electricidad, las de la tarjeta de crédito, los seguros, los taxis, los vuelos, los hoteles o los billetes de tren. "No es necesario llevar ni efectivo ni tarjeta de crédito encima", asegura Xue. "Esto aún no se ve en Europa, pero sin duda cambiará la manera de hacer negocios con China", señala.

Horth: "La innovación es ahora una estrategia nacional para China. No podemos tener la certeza de cómo será el futuro, pero este mercado será pionero e influirá mucho al resto del mundo"

Daniel Horth, economista que reside en Pekín, comenta que el pago con el móvil "es literalmente la forma de pagar, no se utilizan las tarjetas o efectivo", de la misma forma que es muy habitual pagar con identificación de reconocimiento facial. "En general, parece que en China no importa tanto la privacidad, o quizás no tienen opción por el control del Estado. En todo caso, ven los avances tecnológicos de manera muy positiva", asegura. "Por otro lado, al ser un país de un solo partido con total control, si el gobierno lo quiere, en China se pueden poner en práctica ciertas medidas que en otros países probablemente no se podría", añade.

Un campo donde la China también tiene mucho peso actualmente es en el de la tecnología cognitiva y el análisis de datos. Según un informe de la Universidad Tsinghua de Pekín, China atrajo entre 2013 y 2018 el 60% de las inversiones globales en el campo de la inteligencia artificial. "La China tiene una gran cantidad de datos gracias a su medida y población. Por lo tanto, es natural que se atraiga mucha inversión mundial vinculada a este ámbito", indica la directiva. "Y no sólo esto, la innovación es ahora una estrategia nacional para China. El país tiene el capital, la atracción de talento y un mercado muy grande. No podemos tener la certeza de cómo será el futuro, pero lo que es seguro es que este mercado será pionero e influirá mucho al resto del mundo", declara.

Vidal: "China ha apostado e invertido de manera inédita en tecnologías que serán claves en diez o quince años"

Marc Vidal, consultor en transformación digital, lo tiene muy claro. "China no es un rival, es el destino. Si un país como este ha pasado de copiar, de la ingeniería inversa, a ser la más firme futura potencia tecnológica, algo tendremos que hacer al respecto. Ellos no han creado Silicon Valleys, sino que han apostado e invertido de manera inédita en tecnologías que serán claves en diez o quince años", expone el experto.

"A China le importa poco donde estamos nosotros o cualquier otra parte del mundo, puesto que tienen muy claro su modelo y lo están aplicando. Al final, lo que buscan es tenernos cautivos de sus avances e innovaciones y no tanto ser unos proveedores opcionales. El despliegue de las tecnologías 5G lo demuestra", expresa. En este sentido, el potencial del país asiático dentro del sector de las telecomunicaciones es uno de los puntos de conflicto más conocidos en la disputa comercial contra los Estados Unidos, tal como se vio con el caso Huawei.

Catalunya y las comparaciones

Es complicado no hacer comparaciones para comprobar en qué contexto se encuentra Catalunya ante el progreso chino. Horth considera que ciertos adelantos serían complicados de aplicar en el territorio por el tema de la privacidad. El economista opina que hace falta un empujón por parte de los gobiernos y planes a largo plazo, como pasa en China, para potenciar el sector tecnológico catalán y español.

Vidal: "Catalunya tendría que hacer menos viajes 'cool' organizados para ver qué hacen en San Francisco y empezar a buscar cómo trabajar con China"

"El problema de Catalunya es que está en Europa, y Europa está siendo lenta, lejos de aquella potencia innovadora que lideró otras revoluciones tecnológicas e industriales", destaca Vidal. "Además, Catalunya tiene cierta manía a la hora pensar que está mejor de lo que está o que está en condiciones de enfrentarse de tú a tú con espacios de desarrollo del mundo que en realidad están a años luz", opina.

"Nos solemos vanagloriar cuando una multinacional tecnológica pone un espacio de trabajo para 200 trabajadores en Barcelona y resulta que, mirado en detalle, no es más que un call center y el conocimiento o la innovación no ha venido. No digo que no vengan, pero tenemos que hacer mucho más", declara el experto. "En Europa sólo hay un país que está pensando en cómo afrontar este reto y convertirlo en desafío, Francia, que invierte 23 veces lo que España, y por derivación lo que puede invertir Catalunya, al preparar su industria ante el choque frontal que supone depender totalmente del despliegue tecnológico chino. Catalunya tendría que hacer menos viajes cool organizados a ver qué hacen en San Francisco y empezar a buscar cómo trabajar con la China", expone.