El pasado 28 de Julio el Congreso estadounidense aprobó la CHIPS and Science Act, un paquete de $280B (273.660 MEUR) que incluye $52B (50.820 MEUR) destinados a fabricantes de chips. Es una ley consensuada por los dos partidos de EEUU que busca recuperar el liderazgo americano en tecnología y especialmente en la fabricación de chips, hoy en día en manos de compañías como TSMC (Taiwán) y Samsung (Corea). De hecho, EEUU tiene sólo un 12% de la producción mundial de chips.
Pero lo más interesante de la ley, no es el dinero, porque no sólo se trata de poner dinero, sino de crear las estructuras para que ese dinero se convierta en innovación y en industrias en USA. ¡No se trata solo de gastar, sino de gastar bien!
Se trata de conseguir tres cosas. En primer lugar, recuperar el liderazgo ahora en manos de TSMC (Taiwan). Pero también disponer de las estructuras para mantener este liderazgo a largo plazo y finalmente tener fábricas de chips en EEUU con una cuota de mercado significativa.
Liderar los campos de la IA, la robótica, el 5G, supone en buena parte liderarlos todos!
Los $52B más incentivos fiscales van destinados a fábricas de chips en USA. Pero cerca de $200B (197.000 MEUR) van a investigación en Inteligencia Artificial, robótica, quantum computing, chips y otras tecnologías de dichas deep-tech.
China también está destinando billones y un gran esfuerzo a todas estas tecnologías. Te preguntaras ¿por qué? ¿Qué tienen de distinto y singular estas tecnologías? Pues, todas ellas son GPTs - General Purpose Technologies - es decir, tecnologías prácticamente universales que se incorporan a todos los productos y servicios, también los de la administración y si, también los militares, y permiten dar un salto en sus funcionalidades.
Y todas estas tecnologías piden chips específicos, orientados a la I.A., la robótica, el 5G, ... que funcionen con el mínimo consumo energético y con el máximo rendimiento. Es por eso que liderar estos campos, supone en buena medida liderarlos todos.
Podrás pensar que USA ya lidera la ciencia básica y la tecnología y que con esto ya es suficiente, pero no. Veamos un ejemplo, una tecnología que se conoce desde hace años – Ultrafusion – que permite conectar chips de forma que funcionen como si se tratara de un solo chip, ha sido perfeccionada por TSMC y finalmente aplicada al chip M1 Ultra de Apple que utilizan sus ordenadores más potentes.
Uno de los puntos más interesantes de la ley es el cambio de enfoque de las agencias de investigación hacia proyectos de interés social
La ciencia es global, esto ha permitido a TSMC conocer esta tecnología, pero la innovación, la capacidad de utilizarla a escala, es local. Hoy en día sólo TSMC puede hacerlo y esto le da una gran ventaja competitiva. Esta inyección de dinero y proyectos quiere poner a disposición de fabricantes americanos las capacidades necesarias para desarrollar ésta y otras tecnologías y poder competir.
Pero si sólo fuera dinero y sólo fueran chips, no estaríamos hablando de ello porque no tendría mucho interés. ¡Hay más!
En primer lugar, el dinero está autorizado, pero no comprometido, es decir se puede ir modulando anualmente. Sólo los $52B y $24B adicionales en tax-credits a la industria de los semiconductores están comprometidos.
Uno de los puntos más importantes es que se cambia cómo operan las agencias dedicadas a la investigación. Por ejemplo, la agencia de investigación por excelencia, la NSF (National Science Foundation) tiene el mandato de crear una dirección de tecnología con la misión de identificar y financiar proyectos de innovación tecnológica que tengan interés comercial o social. Este mandato supone un cambio de sentido respecto a su orientación tradicional que es la investigación. Esta nueva dirección tecnológica se centrará en temas de Inteligencia Artificial, quantum computer, chips, clima y herramientas para mejorar la capacitación tecnológica de la fuerza laboral americana.
La Chips and Science Act representa el reconocimiento de que la investigación y la innovación están ligadas y requieren estructuras que garanticen su traslación
Otro requerimiento que ha sido muy controvertido y criticado es la obligación de incrementar la dotación destinada a los estados menos afortunados hasta el 20% y crear una red de centros tecnológicos regionales diseñada para acelerar su crecimiento económico.
La ley contiene también provisiones para intentar evitar que China acceda a la ciencia y tecnología americana, al menos de forma directa como la colaboración con científicos y agencias en temas sensibles.
Ciertamente esta ley no ha estado exenta de críticas, particularmente por parte de las Universidades y centros de investigación consolidados por su falta de concreción en las dotaciones inmediatas a la investigación, pero sin duda representa un cambio de sentido importante y el reconocimiento que la investigación y la innovación tecnológica van ligadas y requieren estructuras que aseguren la traslación de la una a la otra.
¡Mucho que copiar!