El 49% de los directivos consideran que sus empresas van cojas en estrategia de ciberseguretat . A pesar de todo, el volumen del sector en Cataluña es poco más que anecdótico. A día de hoy se cuentan 352 empresas, que dan trabajo directo o indirecto a 5.898 trabajadores y que acumulan una facturación de 806 millones de euros, el que representa un 0,36% del PIB catalán. El 95% de estas empresas son pymes y el 49% factura menos de 500.000 euros, mientras que el 41,5% superan el millón de euros. Este es el dibujo que hace de la industria el informe La ciberseguretat en Cataluña, presentado por Acción en el contexto de los Cyberethical Days a la Industry Week de Feria de Barcelona.
Las cifras en España no son muy mejores. Según los datos del Instituto Nacional de Ciberseguretat (INCIBE), el 2014 el sector a escala estatal estaba formado por 533 empresas, entre firmas dedicadas exclusivamente a la ciberseguretat y otras especializadas en TIC. De hecho, sólo el 37% de los trabajadores se dedicaban exclusivamente a este negocio. El volumen de facturación de estas compañías fue de 598,2 millones de euros.
Un negocio de 'players' internacionales
Así pues, quien responde a la demanda de soluciones en ciberseguretat de las empresas? El informe de Acción indica que el mercado "está concentrado en pocos países", sobre todo en los Estados Unidos y en Europa, en el Reino Unido. A esta afirmación hay que añadir que el mercado también se define para tener pocos players relevantes. Empresas como Kaspersky, Check Point, Cisco o Symantec se llevarán la mayor del pastel del sector, que por este 2018 espera una facturación de 93.000 millones de euros.
Kaspersky, Check Point, Cisco o Symantec, principales 'players' del sector de la ciberseguretat que factura 93.000 millones de euros
La cifra supone un 7% de crecimiento respeto los 86.400 facturados el 2017. Una desaceleración en una industria que acumula 15 años de crecimientos de entre el 12% y el 15%. A pesar de la bajada del ritmo, se espera que las empresas continúen incrementando su partida destinada a la ciberseguretat. En concreto, el gasto global previsto por el periodo 2017-2021 es de 1.000 millones de dólares.
No es de extrañar si vemos los datos de impacto que tienen los ataques informáticos sobre las compañías. Los daños derivados del cibercrim a escala global en el 2017 fueron de 6.000 millones de dólares, el doble que el 2016. El 40% de las empresas que fueron víctimas de un ataque vieron interrumpida su actividad, con el impacto que esto supone sobre la facturación; el 39% perdió información confidencial; el 32% vieron como el ataque afectaba a la calidad de sus productos; el 29% ocasionaron daños a propiedades físicas y el 22% en el bienestar de las personas.
El 83% de las empresas catalanas están en pleno proceso de digitalización y su inversión preferente en este camino es en ciberseguretat
Los motivos de los hackers maliciosos son conocidos: el 41% de los ataques buscan el secuestro de información, mientras que el resto de acciones tienen finalidades políticas, de perjudicar a la competencia o generar amenazas internas.
Una amenaza ligada a la digitalización
El estudio indica que el 83% de las empresas catalanas están en pleno proceso de digitalización y que su inversión preferente en este camino es en ciberseguretat. No son dos realidades separadas: el propio progreso digital comporta una vulnerabilidad intrínseca. Las innovaciones digitales son susceptibles a ciberatacs.
La protección de estos sistemas es, precisamente, el que está permitiendo el crecimiento del sector de la ciberseguretat. Entre los procesos protagonizados por las empresas que más protección están requiriendo encontramos las cadenas de producción interconectadas, los movimientos de migración online de contenidos analógicos, la aplicación de robótica en la industria 4.0, los componentes de la internet de las Cosas, el big data, los datos almacenados a la nube o, incluso, el desarrollo de la futura red 5G.
Novedades tecnológicas que, necesariamente, impulsarán la creación de nuevos sistemas de protección.