Actuar en conjunto ante la emergencia climática. La primera Cimera Catalana d'Acció Climàtica ha escenificado el compromiso político y empresarial de actuar ante la crisis ambiental desde todos los ámbitos y a todos los niveles. Organizada por el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, el encuentro ha reunido a agentes económicos, políticos y sociales y ha propuesto iniciativas a las que organizaciones, administraciones públicas, compañías y entidades de todo tipo se pueden adherir libremente. Lo podrán hacer a través de una plataforma, que ofrecerá herramientas para favorecer los cambios para conseguir el objetivo de neutralidad de carbono en 2050.
Empresas como Seat, Bon Preu, Aigües de Barcelona, Bodegues Torres, y entidades como el Port de Barcelona, la Universitat Autònoma de Barcelona y Fira de Barcelona, son sólo algunas de las organizaciones que ya han hecho suyos algunos de los compromisos y han participado en el evento. Ser conscientes del impacto medioambiental de su actividad, fomentar el compromiso climático, impulsar la transición energético en el sector, reducir el impacto medioambiental de la movilidad en el sí de la organización y adoptar los principios de economía circular son, junto con la neutralidad de carbono en 2050, los seis compromisos a los que se pueden adherir.
"Es una lista dinámica, que irá cambiando; nos hace falta acción rápida", ha dicho el consejero de Territorio, Damià Calvet, durante su discurso. Los compromisos salen de reuniones con varios sectores y agentes socioeconómicos que se han llevado a cabo en los últimos meses. "Algunos se preguntarán qué costará hacer todo esto, pero yo creo que la pregunta es al revés: ¿Qué costará no hacer todo esto? Mucho más, no sólo en efectos irreversibles en el planeta, sino también a nivel económico", ha concluido Calvet.
El presidente del Govern, Quim Torra, ha añadido que "este proyecto interpela a las instituciones públicas, las organizaciones privadas y la ciudadanía en general". Lo ha definido como un "reto de país" y ha reclamado que "debe jugar todo el mundo".
¿Qué pueden hacer las empresas?
El director de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga, ha aprovechado para anunciar que la entidad sólo consumirá energía de origen verde a partir de este año. No sólo es un proyecto que se han propuesto desde la entidad, sino que "los propios visitantes y expositores nos lo exigen; esto nos aporta mucha competitividad". Por su parte, la presidenta del puerto de Barcelona, Mercè Conesa, ha insistido en que la infraestructura es responsable del 7,6% de las emisiones de CO2 de Barcelona, a raíz de la polémica que ha habido con el ayuntamiento sobre el impacto medioambiental del puerto. En este sentido, ha recordado que el compromiso es de reducir un 50% las emisiones de cara a 2030.
Durante la cumbre ha habido una mesa de diálogo sobre innovación, en la que han participado Margarita Arboix, rectora de la Universitat Autònoma de Barcelona; Edgar Costa, director de sostenibilidad de Seat; y Maria Salamero, directora de estrategia de sostenibilidad y comunicación de Aigües de Barcelona, entre otros. Todos ellos han explicado su experiencia en medidas para aumentar la sostenibilidad de sus organizaciones. También lo han hecho los ponentes de la tercera mesa redonda, como es el caso de Mireia Torres (Bodegas Torres) o Josep Castany (Bon Preu).
Ausencia de grupos ecologistas
La primera mesa de diálogo ha reunido a representantes de varias administraciones, que han debatido sobre la importancia de colaborar entre niveles administrativos para lograr los objetivos y luchar contra la emergencia climática. Han participado Janet Sanz, tenienta de alcaldía de Ecología del Ayuntamiento de Barcelona; Eloi Badia, vicepresidente de Ecología del Àrea Metropolitana de Barcelona; Xesco Gomar, presidente delegado del área de Acción Climática de la Diputación de Barcelona; Anna Bernades, de la Diputación de Girona; Eva Mata, diputada de Medio Ambiente de la Diputación de Tarragona; Jordi Latorre, de la Diputación de Lleida; Lluís Soler, presidente de la Associació Catalana de Municipis (ACM); y Montserrat Candini, vicepresidenta de la Federació de Municipis de Catalunya (FMC).
Sanz y Badia, que también es regidor de Emergencia Climática y Transición Energética de Barcelona, han posicionado la movilidad como un elemento clave en la aportación que puede hacer la capital catalana a la lucha contra el cambio climático. Las superislas y la limitación del tráfico en las zonas en las que hay centros educativos son dos de las medidas que Sanz ha destacado en esta línea. Por su parte, Badia ha asegurado que "llevamos siglos en la dirección equivocada" y que es necesario "repensar el urbanismo y las infraestructuras".
Decenas de colectivos de ecologistas han protestado a las puertas del TNC antes de la celebración del acto. Critican que el Govern no les haya invitado a la cumbre y reclaman "justicia climática". De hecho, han firmado un manifiesto que incluye 11 políticas que consideran "urgentes" para hacer frente en la emergencia climática en Catalunya. Quieren mejoras en materia de puertos y aeropuertos, movilidad, agua, residuos, educación e inversiones fósiles, entre otros.
El objetivo de estas demandas, aseguran, es reducir cada año un 7,6% las emission de gases de efecto invernadero, hasta llegar al hito del 55% de cara a 2030, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Parar los planes de ampliación de grandes infraestructuras, como las portuarias, las ferroviarias y las aeroportuarias, es una de las 11 medidas que proponen. El consejero Calvet se ha referido a estos colectivos que "se preguntan por qué no les hemos preuntado qué piensan" y ha asegurado que en las próximas semanas se reunirán con ellos.