La inflación continúa sin dar tregua. Los últimos datos indican que durante agosto, el IPC ha repuntado tres décimas y la variación interanual se ha elevado hasta el 2,6% en el Estado español. Un crecimiento de los precios provocado especialmente por los carburantes y la alimentación. De hecho, la cesta de la compra se ha encarecido drásticamente durante los últimos meses, con algunos alimentos aumentando el precio más de un 20% durante el último año.
A pesar de que ahora el foco está puesto en el aceite de oliva, que está disparado con precios de entre seis y ocho euros el litro en los supermercados, hay otros productos que también están apretando el bolsillo de los consumidores.
De las 200 clases de productos que analiza el Instituto Nacional de Estadística, los siete que más encarecido son alimentos o bebidas. Y de los 30 que más han subido, solo tres no son productos alimentarios: paquetes turísticos, cristalería, porcelana y cerámica y automòvils de segunda mano. Todo el resto es alimentación, lo que pone de manifiesto el encarecimiento de la cesta de la compra para toda la ciudadanía.
El azúcar es el producto que más se ha encarecido durante el último año en los supermercados, incrementando su precio un 44,2%. Esto quiere decir que si un kilo de azúcar costaba 1 euro, ahora vale 1,44. A continuación hay el aceite de oliva (+38,8%), las patatas (22,9%), el arroz (22%) y las frutas en conserva y productos con base de fruta (19,4%).
Otros productos muy consumidos que se encuentran entre los que más se han encarecido son la leche entera (17,6%), los huevos (12,8%) o la fruta frseca (11,6 %). El agua embotellada lo ha hecho un 11%.
Los alimentos que menos suben
No hay ningún alimento de todos los analizados porel Instituto Nacional de Estadística que haya bajado el precio durante el último año. Los que menos han subido son la pasta y el cuscus (2,5%), pescado fresco o refrigerado (2,8%), frutos secos (3,7%) y la carne de ave (3,8%).
Todo ello ha hecho que llenar el cesto de la compra con los mismos productos que hace un año, sea ahora un 11% más caro, según datos publicados por la consultora NIQ. Una familia que hacía una compra de 200 euros, ahora se gastará 222.