¿Cómo fortalecer el sector cultural de un país? El Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya (CTESC) tiene claro que es importante presentar una radiografía del sector para mejorar dos aspectos clave: las condiciones de trabajo de los profesionales de la cultura y el refuerzo de las empresas y entidades que conforman el tejido cultural. Unas recomendaciones que no lo tienen fácil en un contexto de austeridad que no se ha recuperado desde 2008, marcado por las posteriores restricciones de la covid-19 y que desea inmediatamente un Pacto Nacional de la Cultura y la futura ley de mecenazgo catalana .
En la presentación del informe El sector cultural en Catalunya promovido por CTESC se detalla que la cultura genera el 2,2% de valor económico y en términos de empleo apenas ha recuperado los niveles previos a la crisis de 2008 ha pasado del 4,4% al 4,5% de empleo. Sin embargo, la última década no ha sido fácil para la adaptación a las mejoras tecnológicas y el consumo de los hogares, que es mucho más individualizado en detrimento del consumo colectivo de espectáculos y libros.
El rol de la Generalitat y las críticas del sector
El gasto público en cultura ha tenido un cambio significativo a partir de la crisis financiera de 2008, que ha dejado al sector cultural muy dañado en Catalunya. Ricard Bellera, ponente del informe y consejero del CTESC en representación de la Comisión Obrera Nacional de Catalunya (CCOO), detalla que “se pasó del 3% del gasto público al 1,5% de 2019. I, el gasto de las entidades locales del 9,5% al 7,8% en tan sólo diez años”. Una característica, según los ponentes del informe, que comparten los países del sur de Europa y que tiene que ver con las políticas de austeridad aplicadas en 2008.
Entre las críticas recurrentes de los trabajadores está el rol del “falso autónomo”. También hablan de la temporalidad, de los obstáculos con la movilidad transfronteriza, la irregularidad ocupacional y la dificultad para ejercitar los derechos de representación y negociación colectiva. Adicionalmente piden mayor formación para el sector, aparte de la necesidad de reciclaje profesional para la digitalización y establecer vías para reconversiones profesionales.
La visión constructiva a partir de recomendaciones
Por último, en el informe se presenta más de 50 recomendaciones en el ámbito cultural. La más importante, para ellos, es la necesidad inmediata de un Pacto Nacional para la Cultura e impulsar una visión estratégica a largo plazo que unifique la acción pública, aparte de más recursos económicos y realizar más tareas de sensibilización social. Otro elemento interesante es proteger el equilibrio entre una cultura orientada al mercado y una cultura con fines sociales. Y sobre todo, garantizar el derecho al acceso de la cultura y ejercer apoyo a la cultura en catalán.
Entre las críticas recurrentes de los trabajadores del sector cultural está el rol del “falso autónomo” y la temporalidad
Sin embargo, recomiendan potenciar el acceso a la formación cultural, impulsar un plan nacional del libro y la lectura, aparte de adoptar medidas para evitar la economía informal y fraude laboral. Y, como suele ser habitual, la mirada en Europa: debería equipararse el gasto per cápita en cultura a la media de los países de la Unión Europea. Aparte de dotar de más recursos a la lucha contra la piratería.
Como último apunte, preservar la iniciativa público-privada como uno de los motores culturales y disponer de la tan ansiada ley catalana de mecenazgo. Y el guiño a la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) por una programación estable de carácter cultural con horarios relevantes y con diversidad culturales.