Los clubes exclusivos para hombres son uno de los grandes clásicos en Reino Unido o Estados Unidos, sobre todo desde el siglo XVIII. Allí se habla de negocios, se cierran operaciones clave, se promueve el networking e incluso se utiliza como afterwork. Las mujeres, una vez más, han sido invisibilizadas y desde hace años reclaman espacios exclusivos para ellas, con una oferta de servicios enfocada al trabajo, relaciones sociales, bienestar personal y gastronomía, entre otras muchas actividades propias.
Los orígenes se remontan a 1868. Las periodistas estadounidenses Fanny Fern y Jane Cunningham Croly fundaron el primer club para mujeres, denominado Sorosis, en Nueva York. ¿Por qué? A Fern, columnista muy conocida en la época, le negaron la entrada a una cena celebrada en honor a Charles Dickens y decidió llevar a cabo la iniciativa. Una época en la que, incluso, el 22º presidente de Estados Unidos Grover Cleveland llegó a escribir en la revista Ladies Home Journal que "el mejor club para una mujer y el más seguro para frecuentar es su casa".
En 1906 había más de 5.000 clubs de mujeres en Estados Unidos
Desde entonces no han parado de surgir clubs exclusivos para mujeres, para desarrollar sus carreras en entornos seguros. Como consecuencia, en 1906 había más de 5.000 clubs de mujeres en Estados Unidos. Se hablaba del sufragio femenino, construían redes de bibliotecas, hablaban del trabajo infantil y de evolucionar las ciudades. En los años 70 hablaban de mejorar la conciliación familiar y educación sexual, por ejemplo.
Por el momento, en Londres se ubican Grace Belgravia o The Trouble Club; en París, The Women's International Club of Paris; en Torono, Verity; en Madrid, Anima Sensai. Y también ha llegado el momento de Barcelona, con Juno House. Atrás quedan el Círculo Ecuestre o el Círculo del Liceo en la capital catalana, formado mayoritariamente por hombres.
El aterrizaje de Juno House
Juno House es el primer club para mujeres profesionales de la ciudad condal en un lugar emblemático: la Farinera de Aribau. Un proyecto de rehabilitación que, como avanzó VIA Empresa, se diseñó durante dos meses, se construyó con tan sólo cinco y ha contado con una inversión de más de dos millones de euros.
El consejo de administración de Juno House está formado por tres fundadoras, (Natalie Batlle, Liana Knight Grieg y Eva Vila-Massanas) y por tres sociedades patrimoniales de la familia Elias representadas por los hermanos Silvio, Ignasi y Adriana Elias de Gispert. Batlle (de origen estadounidense), lo define como "oasis urbano para la mujer actual para crecer profesional y personalmente". Y cómo explican varias socias: tienen el objetivo de impulsar la conciliación y la cooperación para romper de una vez "el maldito techo de cristal".
La aventura, que comenzó en abril de 2022, cuenta con 400 socias que pagan una cuota mensual de 150 euros aproximadamente, aunque no hablan de cifras abiertamente. Un club con un total de 1.400 m² destinados al día a día: trabajar, comer, invitar a clientes, familia, amigos, asistir a las actividades y eventos generados u organizar sus propios eventos y encuentros. También actividades de wellness, masajes, yoga, cursos de maquillaje, vestuarios y showrooms.
Pese a que el club se ha creado por mujeres y para mujeres, "se permite la participación de hombres en las actividades que se organicen".
Alma Sensai
El club Alma Sensai está situado en el barrio de Salamanca junto al Parque del Retiro de Madrid y abrió sus puertas en 2016. El edificio donde se ubica, de estilo renacentista español, fue construido en 1910 sobre el Jardín de la Rosa. Con estas premisas sólo se puede esperar "clase, privacidad y exclusividad". Este club femenino se define en su portal como una “atractiva combinación de ocio exclusivo, bienestar y enriquecimiento personal y profesional”. Aunque acepta a algunos hombres “sensibles hacia el universo femenino”, está ideado para proporcionar a las mujeres, un ambiente cómodo y distendido muy compatible con el networking. Por el momento, según fuentes del club, el 70% de las socias son mujeres.
Cuenta con un bar de cócteles, restaurante, salas de trabajo, reuniones, gimnasio y peluquería. También realizan conciertos de jazz, hay exposiciones de pintura, desfiles de moda o incluso estrenos de cine. Como curiosidad, cada solicitud de inscripción se estudia de forma individual por el Comité de Admisión, formado por nueve mujeres de distintos ámbitos empresariales. Entre las socias se encuentran empresarias, actrices, catedráticas, escritoras, directoras de revistas femeninas, abogadas… Dispuestas a gastarse 1.800 euros anuales.