La desescalada está reportando indicadores que invitan al sector comercio a la esperanza. El retorno a la actividad, las cifras de venta en aumento gradual y la mejora del estado de ánimo detrás del azulejo es un hecho que hay que subrayar. El presente es este y hay que saborearlo.
Todo ello, sin perder de vista algunas problemáticas que surgirán y condicionarán el comercio de proximidad en el futuro. Enumeraré tres.
"La desescalada está reportando indicadores que invitan al sector comercio a la esperanza"
La primera tiene relación con la pérdida de rentabilidad del sector. El mundo empresarial sabe bastante bien que la rentabilidad se calcula a partir del margen pero, también, de la rotación de las existencias. Y desde hace pocos días los stocks han vuelto a circular – por fin! - aunque a un ritmo lento. Por lo tanto, preparémonos por un año de baja rentabilidad en el sector, porque los márgenes difícilmente mejorarán y la rotación ha estado completamente paralizada durante dos meses.
La segunda problemática apunta a una posible disminución de la capacidad de inversión futura de muchos negocios y, de retruque, a una pérdida de oportunidades.
El endeudamiento ha sido una de las pocas soluciones que ha tenido el comercio para disponer de liquidez inmediata y garantizar la supervivencia de sus empresas. Ahora bien, en caso de que surjan oportunidades que requieran de inversión, aquellos negocios endeudados tendrán menos músculo financiero para acceder con solvencia.
La carencia de inversión, además, puede afectar la renovación de los establecimientos y la adaptación constante que se tiene que llevar a cabo para satisfacer las exigencias de la clientela. Por lo tanto, preparémonos para afrontar una etapa de bajas inversiones que pueden ir en detrimento de la generación de valor de los negocios y la pérdida de ventajas competitivas de aquellas empresas endeudadas.
La tercera amenaza tiene que ver con el comportamiento de la demanda en los próximos meses y su afectación en la economía. Aquí, el sector comercio estará directa e indirectamente condicionado por las políticas de reconstrucción que se lleven a cabo. Entran en juego múltiples decisiones que, entre otros, tendrán que ser capaces de evitar una pérdida de poder adquisitivo y propiciar estímulos al consumo.
"Preparémonos para un periodo en que el paro, el poder adquisitivo de los hogares, los tipos de interés y la temporada turística más importante de la historia, pueden ser elementos clave que condicionarán la demanda"
Por lo tanto, preparémonos por un periodo en que el paro, el poder adquisitivo de los hogares, los tipos de interés y la temporada turística más importante de la historia, pueden ser elementos clave que condicionarán la demanda.
La inteligencia del mercado se encargará del resto.