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Cómo es de desleal la economía colaborativa?

Los expertos apuestan por la regulación para atacar las consecuencias laborales, fiscales y sociales de la actividad de empresas como Uber o AirBnb

Una manifestación anti-uber en los Estados Unidos
Una manifestación anti-uber en los Estados Unidos
Aiats Agustí
26 de Enero de 2017
Cuando los ministerios alemanes empiezan a producir informes sobre como adaptar la economía colaborativa a la economía tradicional es que esto va de bono. Y cuando el Informe Económico y Financiero de Esade dedica dos artículos en su edición de enero del 2017 es que este tipo de plataformas ya son un tema de estudio, si bien, como –casi- siempre, los Estados, la política y, por lo tanto, la regulación, todavía van muy atrás.

"Capitalismo con esteroides"
El director de l'Informe Económico y Financiero y profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade, David Vergara , apunta una de las definiciones que se da de este término: "La economía colaborativa es uno de los términos con que se definen los intercambios económicos a través de plataformas digitales que dan acceso a recursos infrautilitzats". Y esta definición fascina sus usuarios. El profesor del Departamento de Dirección de Marketing de Esade, Gerard Costa, afirma que "la gente está fascinada para comprar de otra gente", porque el trato con otros ciudadanos atrae " haya ideales o grandes multinacionales detrás".

En este contexto el consumidor se cree "el acceso a recursos infrautilitzats" y que esto hace un mundo mejor, a pesar de "tener 34.000 repartidores detrás que hacen el modelo insostenible", comenta Costa. El que está claro es que estos tipos de actividades movieron 15 billones de dólares en los Estados Unidos el año pasado y el 51% de la población de este país ya la usa. Sin ningún tipo de duda, según Costa, la economía colaborativa es "capitalismo con esteroides".

    
Imagen del acto de presentación del Informe Económico y Financiero de Esade Foto: Cedida

Regulación, el quid de la cuestión
Este mercado crece y aporta tanta o más garantía legal que la que da la Administración: "Me es igual que allá donde duerma no tenga cuatro estrellas, merefio más de los comentarios de la gente, las cuatro estrellas de Tripadvisor, las multinacionales de economía colaborativa o plataformas sin ánimo de lucro", dice Costa, cosa que hace que se escape de cualquier regulación. Y la gente serefia "más de la plataforma que de la legislación", apunta.

El profesor del Departamento de Ciencias Sociales e investigador sénior del Instituto de Innovación Social de Esade, David Murillo, compra la teoría de Costa sobre los consumidores felices, pero se pregunta si este "es el nuevo capitalismo simpático". Para Murillo la afirmación que la economía colaborativa rentabiliza los activos infrautilitzats es falsa: "El beneficio de AirBnb es por alquiler de casas, no compartir piso. Esto no es colaborativo, esto es economía digital, desde la perspectiva libertaria Silicon Valley del todo sevale y de saltarnos la regulación", avisa el profesor.

Murillo pone la atención en las consecuencias de este tipo de actividad, que considera economía digital desbocada: "Los conductores de Uber sólo obtienen un tercio del beneficio por carrera. Cuánto nos cuesta Uber sobre el transporte público? Qué pasará cuando una línea de buzo sea infrautilitzada? Proveerá Uber coches para discapacitados?", se pregunta el profesor, que afirma que "Uber genera col·lateralitats más allá del que diga el Sindicato de Taxis".

En este sentido, Murillo cree en la regulación: "Es la manera de vehicular la opinión de los ciudadanos de cómo queremos que se articule la sociedad. No podemos dejar que el mercado ocupe esta función". El experto se pregunta, en comparación con la economía regulada, quien paga los tributos y qué protección tienen los trabajadores de la economía colaborativa, que traslada los riesgos de la empresa al emprendedor o trabajador.

Por eso hay que plantearse si la economía colaborativa crea economía regulada o la destruye? Por Murillo esta es la pregunta y hace aflorar el gran tema: la cohesión social. "Estas grandes empresas trabajan desde paraísos fiscales y pagan menos impuestos que sus usuarios", afirma el profesor. Así, en economías desarrolladas esta actividad erosiona la economía regulada y malogra la cohesión social huyendo de la regulación (laboral y tributaria), mientras a los países menos desarrollados es una alternativa a "nada" o a la economía tradicional. En este sentido Vergara se pregunta "cómo es de desleal la economía colaborativa?".

"Los unicornios digitales juegan a la erosión –que no evasión- fiscal. Nos tenemos que poner las pilas con la regulación para atacar el impacto social, laboral y fiscal de la economía colaborativa", sentencia Murillo. Y como abordar esta regulación? Murillo cita Aristóteles apuntando que "la verdad se encuentra en el punto mediano".