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¿Cómo es la economía (y las interioridades) de la comarca más minúscula de Catalunya?

L'Alta Ribagorça, creada en 1988, es una comarca de tan solo 4.000 habitantes y con unas singularidades económicas que la hacen única

El Pont de Suert es la capital de la Alta Ribagorça | iStock
El Pont de Suert es la capital de la Alta Ribagorça | iStock
Gemma Fontseca, jefa de redacción de VIA Empresa | VIA Empresa
Jefa de redacción
Barcelona
22 de Febrero de 2025

Situada al límite con Aragón, al sur de la Vall d'Aran, al oeste del Pallars Sobirà y al norte del Pallars Jussà, hay una comarca única en Catalunya por un motivo: es la menos poblada de todas. Con la mayoría de habitantes agrupados en el centro neurálgico del Pont de Suert, la Alta Ribagorça es conocida por ofrecer rutas del románico, mientras conviven cerca de pistas de esquí y del Parc Natural d'Aigüestortes. Ahora bien, ¿cómo es el tejido económico y empresarial de una zona que tiene tan solo 4.000 habitantes? ¿Qué efecto tiene la estacionalidad o la llegada de los recién llegados durante el fin de semana? ¿Cuáles son las principales profesiones y por qué la comarca tiene una de las rentas per cápita por encima de la media catalana? Y lo más sorprendente: ¿cómo se convive con 700 camiones diarios que transitan por sus calles?

 

Si nos adentramos en las interioridades de l'Alta Ribagorça, la tasa de desempleo de la comarca es del 5,12%, mientras hay 87 personas en situación de desempleo. Una cifra positiva si se tiene en cuenta que Catalunya ha cerrado 2024 con una tasa del 7,87%, la mejor cifra en 16 años que se recuerda. El sector servicios de la comarca lidera la economía, fruto de los numerosos establecimientos hoteleros y restaurantes de la zona, con más de 1.485 empleados. Entre los hoteles más históricos se encuentran el caso de Can Mestre, el Hotel Costa o el Hostal Canigó. La construcción y la agricultura completan el podio, con una industria prácticamente residual con tan solo 115 trabajadores, según el Observatorio del Trabajo y Modelo Productivo del Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Catalunya.

Ramon Roca (periodista): "En l'Alta Ribagorça no hay prácticamente desigualdades, ya que son pocos miembros y la riqueza se distribuye igual entre todos"

Es precisamente el peso de la agricultura y la ganadería lo que el geógrafo y concejal de Turismo del Pont de Suert, Josep Maria Rispa, quiere enfatizar en VIA Empresa. Y lo hace con un motivo para presumir: se ha producido el relevo generacional en el sector primario y muchos jóvenes han decidido apostar por la agricultura y la ganadería de sus abuelos o progenitores. En este momento, Rispa confiesa que el ganado de vaca bruna y el sector bovino dominan la zona, junto con la producción de carne ecológica.

 

Paralelamente, el sector de la oveja vive un momento complicado en esta comarca y en otras porque es "complejo de gestionar", ya que se necesita "un pastor que las vigile cada día". De aquí que uno de los motivos del elevado precio del cordero en las carnicerías catalanas sea por la falta de profesionales. Sin embargo, el concejal de Turismo se muestra orgulloso del relevo generacional porque "hay un colectivo de entre 30 y 40 jóvenes en los tres municipios que tienen mucha empuje y demuestran el carácter de la comarca en diversos ámbitos profesionales".

Respecto al sector de la industria, cabe destacar el gran peso que ha tenido la industria hidroeléctrica desde mediados del siglo XX. A finales de los años 40, como también sucedió con el Pantà de Sau en Osona, se apostó por el nacimiento de embalses y de aquí que haya muchas presas en l'Alta Ribagorça y, posteriormente, fluctuasen en grandes centrales hidroeléctricas. Por ejemplo, el embalse de Escales está asociado a la primera central hidroeléctrica que se puso en marcha después de la Guerra Civil. Algunas de ellas llegaron a tener casi 6.000 trabajadores y generaban electricidad para gran parte de los hogares de Catalunya. Ahora bien, fruto de las mejoras tecnológicas y de diversas absorciones y compras por parte de Endesa, muchas de ellas se han quedado con menos de 40 trabajadores.

Una mirada al pasado y al presente

Si se hace un recorrido por la historia de l'Alta Ribagorça, esta comarca nació el 28 de marzo de 1988 y es una de las más recientes que se ha creado, años antes del Lluçanès o el Moianès, por ejemplo. Anteriormente, los municipios del Pont de Suert, la Vall de Boí y Vilaller formaron parte del Pallars Jussà y su segregación y constitución como comarca propia respondieron al deseo de sus habitantes de ver reconocida su personalidad propia. El periodista Ramon Roca y gran conocedor de la zona, explica a VIA Empresa que l'Alta Ribagorça es singular "porque no hay prácticamente desigualdades entre la población, ya que son pocos miembros y la riqueza se distribuye igualmente entre todos".

Ahora bien, según Roca, hay dos elementos claves a tener en cuenta y que marcan la diferencia, respecto a otras zonas. El primer elemento es el gran poder del sector servicios. "Hay una gran llegada de turistas, sobre todo en verano y en invierno, que provienen del Área Metropolitana de Barcelona y del resto de Catalunya, atraídos por el románico de la Vall de Boí y que pueden quedarse varios días", continúa el periodista. "Aún más, muchos de ellos permanecen más de una semana en la comarca y consumen en los hoteles, restaurantes, bares, casas rurales y alojamientos que permiten mucha actividad económica en la zona".

Las pistas de Esquí de Boí Taüll reciben 170.000 esquiadores anuales | ACN
Las pistas de Esquí de Boí Taüll reciben 170.000 esquiadores anuales | ACN

En segundo lugar, es muy importante el impacto que genera la estación de esquí de Boí Taüll en los municipios de alrededor, con menos aglomeraciones que Baqueira y con numerosos kilómetros esquiables. Gracias a las numerosas nevadas, la nieve se conserva muy bien en la pista y se une a las muchas rutas de senderismo de la zona. Según el Departamento de Empresa, la estación de esquí de Boí Taüll tiene un impacto económico de 10,8 millones de euros en l'Alta Ribagorça y genera el 17% de los puestos de trabajo.

De hecho, Boí Taüll ha sido nominada como la mejor estación de esquí estatal del año 2024 por los World Ski Awards. Durante los últimos años ha facturado 5,2 millones de euros la temporada y ha contado con más de 170.000 esquiadores. También acogen algunas competiciones mundiales de esquí.

La estación de esquí de Boí Taüll tiene un impacto económico de 10,8 millones de euros en l'Alta Ribagorça y genera el 17% de los puestos de trabajo

Otro elemento a tener en cuenta es el rol del Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, ya que es el único parque nacional de Catalunya en un contexto en que solo hay 16 en el resto de España. Además, atrae a más de 600.000 personas al año. Por otra parte, el recorrido por el patrimonio románico de la zona mueve a más de 130.000 visitantes anuales. Sin olvidar, tampoco, la celebración de las Fallas que hay alrededor de la verbena de San Juan en muchos municipios de la zona. Son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Los retos pendientes: una mejora de las infraestructuras

Más de 700 camiones transitan por el Pont de Suert cada día | EP
Más de 700 camiones transitan por el Pont de Suert cada día | EP

A parecer de Ramon Roca, una de las asignaturas pendientes de la comarca es el abandono de los accesos y el estado de las carreteras. "Hay un proyecto de unos 30-35 kilómetros que va del Pont de Suert hasta La Pobla de Segur y que parece del Tercer Mundo", apunta indignado. "Es una carretera nacional que depende del Ministerio Español y cuentan con pocos millones de presupuesto", continúa. Además, una mejora de las conexiones, sobre todo en esa zona, permitiría no dejar aislado el Pallars Sobirà y permitir más salidas hacia la Cerdanya o Andorra. Esto facilitaría que más pequeños empresarios, provenientes de la agroalimentación o de la artesanía, se instalaran allí y que algunos jóvenes regresaran de Lleida o Barcelona una vez hubieran completado sus estudios superiores.

Otro elemento a combatir es el elevado precio de la vivienda en l'Alta Ribagorça, como también sucede en la Cerdanya, en la Vall d'Aran o en el Pallars. Muchos de los pisos, según Rispa, se dedican completamente al turismo y, según los últimos cálculos, hay más de 400 pisos turísticos en la Vall de Boí. "Desgraciadamente, gran parte de ellos prefieren no alquilarlo a 400 euros mensuales a un local y destinarlo a un visitante que puede pagar el triple", concluye. Finalmente, el gran reto que tienen muchos mandatarios de la zona es cómo conseguir que los 700 camiones diarios que transitan por las calles del Pont de Suert y van hacia la Vall d'Aran o Francia no estén de paso, sino que ayuden en el dinamismo económico de la capital. Se aceptan propuestas.