09
de Diciembre
de
2015
Act.
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La conocida tradición industrial catalana sigue muy vigente hoy en día. De hecho, el 50% de la economía del país depende del sector industrial según los datos del estudio La nueva industria, que ha hecho públicas este miércoles el Departamento de empresa y Ocupación de la Generalitat de Cataluña. El estudio se basa en la actualización de las mesas input-output de Cataluña, que cuenta con datos del 2011, actualizando las últimas del 2005.
El análisis de la industria catalana habla de un sector cada vez más especialista en su core business, que externaliza todos aquellos servicios donde no es bastante eficiente (incluidos varios de alto valor añadido como el diseño, la R D o la comercialización); y con una tendencia a la alza de buscar estos servicios en el mismo país, en detrimento del extranjero o el resto de España.
La prioridad de la industria
El consejero de empresa y Ocupación, Felip Puig, ha asegurado en la presentación del estudio que estos datos demuestran la necesidad de priorizar la industria "para tener una ocupación de más calidad y más retribución". Puig ha destacado "el equilibrio razonable de la economía catalana entre industria, turismo o logística", pero ha insistido que "la industria tiene que continuar siendo una prioridad por el impacto social que genera".
Además, ha querido reivindicar que a pesar de que a menudo "cuando se habla de servicios a la industria se asocia a poco valor añadido, estos hoy cada vez más son relacionados con la R D, el diseño, la internacionalización, la comercialización o las TIC". Unos servicios que, además, se adquieren en el mismo país.
La nueva industria pasa por los servicios
El estudio hecho público este miércoles incide en el concepto de nueva industria, entendida teniendo en cuenta no sólo las actividades de producción, sino también los servicios que la hacen posible. En este sentido, Pere Torres, secretario general de empresa y Ocupación, ha recordado que "estimar el peso de la industria antiguamente era más fácil: producción y puestos de trabajo". Con el paso del tiempo, pero, ha cambiado el funcionamiento de las empresas. "Las actividades que se han externalizado y pasan a computarse como servicios sólo por la reestructuración de las empresas es el que acaba provocando la pérdida de peso industrial", ha asegurado.
La visión de nueva industria, pero, contempla muchos de estos servicios también como parte fundamental del sector. Carme Poveda, autora del estudio y directora de Análisis Económico de la Cámara de Barcelona, recuerda que "los servicios siempre han tenido un papel facilitador, pero ahora hay un fenómeno de más dependencia por la externalització en diseño, R D, marketing o ingeniería industrial".
Según la autora del estudio, "ha habido una especialización productiva que se queda con las actividades donde es más eficiente, y el resto de actividades las va a buscar al mercado". Poveda insiste en el hecho que "la nueva industria tiene más inputs de servicio de alto valor añadido"; y explica que se define básicamente por la suma de la industria manufacturera y extractiva con los servicios a la producción.
El valor añadido se busca en Cataluña
"El externalització ha permitido a las empresas disminuir los costes fijos, adaptarse mejor al mercado y ser más eficientes", indica Poveda. Los datos muestran una tendencia ascendente enlaoutsourcing especialmente significativa entre 2005 y 2011. "Cada vez se adquieren más servicios de alto valor añadido", insiste. En este sentido, estos servicios cada vez provienen más de Cataluña. "Desde el 2005 se ha reorientado muy claramente la elección de los proveedores hacia Cataluña, especialmente en los inputs industriales", dice Poveda. Es decir, se están sustituyendo proveedores industriales extranjeros y españoles por otros de locales.
"Ha aumentado la competitividad de la industria local y se ha relocalitzat la industria, que está volviendo a Cataluña para tener unos mercados más próximos y capacidad de respuesta más rápida", concluye Carme Poveda. Este hecho sirve a la autora del estudio para justificar que "no ha habido una desindustrialización tan grande como se pensaba". De hecho, el peso industrial cayó más en la época previa a la crisis que durante la recesión económica.
Una industria más productiva
Otro de los elementos que destaca el estudio es el aumento de la productividad mediana de la industria catalana. "Por trabajador es de 64.000 euros anuales, por ante los 53.600 euros de la media de Cataluña", asegura Poveda.
La especialización y la demanda de servicios de valor ha provocado que se trate de un sector con "más alta calificación y remuneración de sus trabajadores". Nova, el salario mediano del trabajador industrial (30.900 euros anuales) es un 9,2% superior del salario mediano en Cataluña.
El papel de los clústeres
Si tenemos una industria más especialista y que compra los servicios donde no es tan eficiente junto a casa, cuáles son las herramientas para gestionarlo? Por Ignasi Gómez-Belinchón, clúster mànager de Railgrup , no hay una de mejor que los clústeres. "No basta con una cadena vertical, hay una cadena de aportación de valor. Aquí los clústerestienen mucho que decir, porque por definición son cadenas de valor", asegura a VÍA Emprendida.
A su entender, permiten que "espabiles para ver qué valores puedes aportar a la industria cuando ella no puede hacerlo por sí misma. La definición de clúster es encontrar elementos de mejora de competitividad y detectar la cadena de valor necesaria para lograrlos".
Gómez-Belinchón constata que "hay una inercia a la concentración hacia los valores más propios para conseguir diferenciación. Externalizar el non-core implica que especializas aquello donde no eres especialista, y esto por definición ya es competitividad". En su campo, la industria de base raíl, ha provocado que se haya "descentrado esta industria hacia la operación ferroviaria. Esto ha hecho mejorar la productividad y el valor añadido global del sector", concluye.
El análisis de la industria catalana habla de un sector cada vez más especialista en su core business, que externaliza todos aquellos servicios donde no es bastante eficiente (incluidos varios de alto valor añadido como el diseño, la R D o la comercialización); y con una tendencia a la alza de buscar estos servicios en el mismo país, en detrimento del extranjero o el resto de España.
La prioridad de la industria
El consejero de empresa y Ocupación, Felip Puig, ha asegurado en la presentación del estudio que estos datos demuestran la necesidad de priorizar la industria "para tener una ocupación de más calidad y más retribución". Puig ha destacado "el equilibrio razonable de la economía catalana entre industria, turismo o logística", pero ha insistido que "la industria tiene que continuar siendo una prioridad por el impacto social que genera".
Además, ha querido reivindicar que a pesar de que a menudo "cuando se habla de servicios a la industria se asocia a poco valor añadido, estos hoy cada vez más son relacionados con la R D, el diseño, la internacionalización, la comercialización o las TIC". Unos servicios que, además, se adquieren en el mismo país.
La nueva industria pasa por los servicios
El estudio hecho público este miércoles incide en el concepto de nueva industria, entendida teniendo en cuenta no sólo las actividades de producción, sino también los servicios que la hacen posible. En este sentido, Pere Torres, secretario general de empresa y Ocupación, ha recordado que "estimar el peso de la industria antiguamente era más fácil: producción y puestos de trabajo". Con el paso del tiempo, pero, ha cambiado el funcionamiento de las empresas. "Las actividades que se han externalizado y pasan a computarse como servicios sólo por la reestructuración de las empresas es el que acaba provocando la pérdida de peso industrial", ha asegurado.
La visión de nueva industria, pero, contempla muchos de estos servicios también como parte fundamental del sector. Carme Poveda, autora del estudio y directora de Análisis Económico de la Cámara de Barcelona, recuerda que "los servicios siempre han tenido un papel facilitador, pero ahora hay un fenómeno de más dependencia por la externalització en diseño, R D, marketing o ingeniería industrial".
Según la autora del estudio, "ha habido una especialización productiva que se queda con las actividades donde es más eficiente, y el resto de actividades las va a buscar al mercado". Poveda insiste en el hecho que "la nueva industria tiene más inputs de servicio de alto valor añadido"; y explica que se define básicamente por la suma de la industria manufacturera y extractiva con los servicios a la producción.
El valor añadido se busca en Cataluña
"El externalització ha permitido a las empresas disminuir los costes fijos, adaptarse mejor al mercado y ser más eficientes", indica Poveda. Los datos muestran una tendencia ascendente enlaoutsourcing especialmente significativa entre 2005 y 2011. "Cada vez se adquieren más servicios de alto valor añadido", insiste. En este sentido, estos servicios cada vez provienen más de Cataluña. "Desde el 2005 se ha reorientado muy claramente la elección de los proveedores hacia Cataluña, especialmente en los inputs industriales", dice Poveda. Es decir, se están sustituyendo proveedores industriales extranjeros y españoles por otros de locales.
El consejero de empresa y Ocupación, a la presentación del estudio a la sede de Acción. Cedida |
"Ha aumentado la competitividad de la industria local y se ha relocalitzat la industria, que está volviendo a Cataluña para tener unos mercados más próximos y capacidad de respuesta más rápida", concluye Carme Poveda. Este hecho sirve a la autora del estudio para justificar que "no ha habido una desindustrialización tan grande como se pensaba". De hecho, el peso industrial cayó más en la época previa a la crisis que durante la recesión económica.
Una industria más productiva
Otro de los elementos que destaca el estudio es el aumento de la productividad mediana de la industria catalana. "Por trabajador es de 64.000 euros anuales, por ante los 53.600 euros de la media de Cataluña", asegura Poveda.
La especialización y la demanda de servicios de valor ha provocado que se trate de un sector con "más alta calificación y remuneración de sus trabajadores". Nova, el salario mediano del trabajador industrial (30.900 euros anuales) es un 9,2% superior del salario mediano en Cataluña.
El papel de los clústeres
Si tenemos una industria más especialista y que compra los servicios donde no es tan eficiente junto a casa, cuáles son las herramientas para gestionarlo? Por Ignasi Gómez-Belinchón, clúster mànager de Railgrup , no hay una de mejor que los clústeres. "No basta con una cadena vertical, hay una cadena de aportación de valor. Aquí los clústerestienen mucho que decir, porque por definición son cadenas de valor", asegura a VÍA Emprendida.
A su entender, permiten que "espabiles para ver qué valores puedes aportar a la industria cuando ella no puede hacerlo por sí misma. La definición de clúster es encontrar elementos de mejora de competitividad y detectar la cadena de valor necesaria para lograrlos".
Gómez-Belinchón constata que "hay una inercia a la concentración hacia los valores más propios para conseguir diferenciación. Externalizar el non-core implica que especializas aquello donde no eres especialista, y esto por definición ya es competitividad". En su campo, la industria de base raíl, ha provocado que se haya "descentrado esta industria hacia la operación ferroviaria. Esto ha hecho mejorar la productividad y el valor añadido global del sector", concluye.