Cuando hablamos de fábrica siempre nos vienen al ninguna chimeneas, humo, suciedad y máquinas enormes. Ahora, pero, esto ha cambiado. Cada vez más las industrias se perciben como espacios aseados y donde los empleados cogen mucha importancia a la tener que controlar sistemas más complejos. "Actualmente son espacios limpios y tecnológicos", describe el director del Instituto Químico de Sarriá (IQS) Tech Factory, Oriol Pasqual, que subraya que en esta cuarta revolución industrial que empieza "las fábricas inteligentes serán capaces de hacer un uso más eficiente de los recursos y con pocos inputs se podrá producir más".
Pero, como será la fábrica del futuro? Es una pregunta que abre muchos interrogantes y nos sitúa a las puertas de un nuevo movimiento. Un proceso en que la confluencia entre la tecnología, la fabricación digital y aditiva y la gestión del Big Data pasan a estar en el centro de la estructura de la nueva industria. Especialistas en el campo, como el director general de España y Portugal de Festo , Xavier Segura, coinciden en el hecho que la fábrica del futuro "estará totalmente conectada a escala mundial y se ajustará a la demanda".
Pasqual: "Las fábricas inteligentes harán un uso más eficiente de los recursos y con pocos inputs se podrá producir más"
Tanto es así, que incluso algunos se atreven a definirla como "aquel taller donde la intervención de la persona será muy puntual y en aplicaciones o en puntos de la empresa donde el empleado aporte un valor", describe Albert Brufau, responsable de marketing digital en España d'Igus,emprendida fabricando de cadenas portacables.
La posición de Cataluña en este proceso
El concepto de Industria 4.0 nace en Alemania gracias al modelo de investigación conectada a la industria, según coinciden los profesionales. Precisamente por este motivo ha acontecido el país que lidera el movimiento y se ha convertido en el modelo a seguir para muchas empresas del sector.
Así lo percibe Brufau cuando afirma que "Cataluña tiene una posición de ventaja respecto al Estado español. Ahora bien, si la comparamos con Europa todavía está bastante atrás". Porque la posición catalana mejore las empresas tienen que estar dispuestas a invertir en tecnología como la mejor forma de adaptarse al mercado. Festo -compañía que se dedica a fabricar componentes o soluciones para la automatización industrial- invierte el 7% de la facturación global –unos 3.000 millones de euros- a I+D y casi el 1,7% a la formación de los empleados en este ámbito.
Con esta percepción positiva se manifiesta el director del IQS cuando detalla que "la industria catalana es muy innovadora, se transforma muy rápido y se sabe adaptar en las nuevas tecnologías".
Los fundamentos de la industria 4.0
Y qué es la base de la cuarta revolución tecnológica? Sus fundamentos parten de conceptos como la conectividad, la realidad aumentada y los sistemas ciberfísics que "al final son componentes inteligentes que incluyen conectividad y que permiten que las redes de comunicación no sean tan jerarquizadas", subraya Segura. La lista también incluye "la visión artificial y los robots colaborativos", añade Brufau, elementos que permiten avanzar hacia la fábrica inteligente.
Si se pone el foco en el último concepto se evidencia que la industria 4.0 está facilitando la integración de los autómatas en los equipos de trabajo. "La robótica industrial está avanzando hacia la robótica colaborativa en la cual el hombre y la máquina trabajan conjuntamente interactuando. Y este fenómeno ya es una realidad en las plantas de producción", explica Pasqual a VÍA Emprendida.
El valor añadido de la tecnología digital
"La industria 4.0 será más responsable y cambiará la manera de fabricar", remarca el responsable mundial de distribución y ventas de HP, Àlex Monino. Permitirá una fabricación más distribuida y no tan centralizada como la que existe actualmente. Además, "la tecnología hará que muchos productos vuelvan a tener una fabricaciónmáslocal". Otro de las ventajas que puede tener la incorporación de la tecnología digital a las empresas es que "se reducirán los residuos y dará lugar a un producto y a una producción más sostenible", continúa.
Por otro lado, la digitalización de los procesos industriales ha provocado el surgimiento de las microfàbriques, que son aquellas plantas que "utilizan las tecnologías para la fabricación digital y aditiva y a la vez tienen unos costes de implementación menores que la fábrica tradicional", señala Pasqual.
Monino: "La tecnología hará que muchos productos vuelvan a tener una fabricación más local"
El talento de los emprendedores
Actualmente, la tecnología ya incorpora los conceptos que definen la industria 4.0. El problema es que "las personas y las empresas todavía no estamos preparadas para asumir esta tecnología", lamenta Segura. Porque esto pase, hace falta un proceso que vaya "desde la industria pero también desde las universidades y los sectores profesionales para tener personal cualificado", concluye. Es necesario que desde la dirección de la empresa se lleve a cabo el paso hacia una fábrica más digitalizada, pero "será cuando se incorporen personas ya tecnológicamente nacidas en este entorno cuando se hará un salto cualitativo importante", subraya el director general de Festo.
Ahora bien, desde HP tienen una visión y es la de coger el rol de liderazgo en esta nueva revolución industrial. Pero para avanzar "hay que hacerlo a través de partnerships y alianzas", explica Monino. En estas alianzas la pyme juega un papel determinante, sobre todo la que trabaja con tecnología 3D, puesto que esta, continúa, "dotará a la pequeña empresa de empowerment y le permitirá comportarse y jugar como una de grande". Sin embargo, este paradigma es todavía bastante desconocido y por este motivo señala Monino "apostamos por la innovación de los emprendedores para seguir avanzando hacia la consolidación de la fábrica inteligente del futuro".
Este modelo que empuja la gran empresa a ir a buscar la innovación en las startups se denomina "corporate venturing y se trata de crear alianzas para ganar ventaja competitiva", explica el director de IQS. Por un lado, "la startup contribuye con la tecnología innovadora y quizás la validación de un mercado" y por la otra, continúa Pasqual, "la gran empresa aporta músculo, economía de escalera y distribución".
Superar los desafíos
Finalmente, para la consolidación de esta nueva era la industria tiene que superar grandes retos como el coste de adaptación de los procesos de las nuevas tecnologías. Estos "implican un cambio sustancial en las formas de trabajar y en términos de organización y estructura", destaca el director del IQS Tech Factory. El otro gran desafío que afronta la fábrica es la gestión de los datos que la incorporación de la tecnología supone. En otras palabras, significa que las empresas tienen que conocer "como se aplican directamente y en tiempo real los datos que proporcionan los sensores a la planta de producción", explica Pascual.