Entre citas a Jeremy Rifkin, Charles Chaplin y las teorías de la consultora McKinsey, Xavier Ferràs dibuja el nuevo mundo en que nos adentramos: un laberinto de avatares que conocen nuestras intimidades, en un contexto de máquinas que ya son más inteligentes y eficientes como nunca antes, siendo nosotros -cada vez más- absolutamente digitales. Ha sido un repaso, pleno de referencias culturales, del que es la industria 4.0 el que ha hecho el ingeniero y colaborador de VÍA Emprendida, que ha inaugurado este martes el congreso Industry 4.0 dentro de la feria Advanced Factorías que se celebra estos días en el Centro de Convenciones Internacionales de Barcelona.
Titulemos (en negativo, como una excepción) siguiendo una idea del mismo Ferràs: "Conectarnos ya no es una opción". El también decano de la Facultad de empresa de la UVic apunta que pronto estaremos inmersos en un sistema absolutamente digital que nos obligará a desarrollar competencias nuevas o a vernos afectados por la obsolescencia. Es decir, o te sumes a la revolución o esta acaba contigo, más o menos. Es su interpretación de la teoría de las olas de destrucción masiva acuñada por el economista Schumpeter: "Ya está pasando en los Estados Unidos con el comercio y la competencia de Amazon, donde se está viviendo lo retail apocalipsis, puesto que más del 30% de los mazos (centros comerciales) norteamericanos se están desmantelando".
El África ya tiene más información que Reagan
"En el mundo digital un prototipo de software puede costar millones de dólares, pero la copia digital se puede distribuir por canales digitales a coste cero. Esto significa que un niño en la África tenga más información que en su momento tuvo el presidente Reagan", afirma Ferràs. La comparación es bastante elocuente y viene a decirnos el que ya imaginábamos: que hoy por hoy la información vuela.
Sobre el continente africano, Ferràs apunta que algunas de sus economías ya han multiplicado por seis sus cifras y a pesar de que todavía los falta camino por la gran inestabilidad política que presenta, "se dan las condiciones porque sea la nueva China".
Además del África, Ferràs recurre a el arte para evidenciar este extraordinario contexto en que nos encontramos. "Con una figura como David de Miguel Ángel la tecnología actual nos permite hacer una copia más sin coste añadido. Es una tecnología limpia, a coste marginal cero, que nos permite cambiar en coste y flexibilidad y además, nos independizamos de la escalera, puesto que el coste solamente es la materia primera y, por lo tanto, no hay economías de escalera ni deslocalización", apunta el también profesor de Esade.
Nos invaden los robots
"Nos invaden los robots. Se calcula que la China perderá 80 millones de ocupaciones por la robotització y quizás, estos se desplacen en el África. Pero el que ya sabemos es que la inteligencia artificial (IA) es la gran tecnología", apunta Ferràs.
Para ejemplificarlo, muestra una imagen: dos concursantes de un programa de televisión enfrentándose a una máquina llamada Watson, de IBM. La máquina ganó un millón de dólares y demostró capacidades cognitivas avances. "Ahora, ocho años después de aquella fotografía, la inteligencia artificial tiene el aspecto de avatares que pueden hablar contigo e interpelarte, que van aprendiendo y haciéndolo mejor a medida que vas hablante con ellos. Nos organizarán la agenda, nos reservarán vuelos de avión, estarán a nuestro móvil y a nuestra vida", explica.
La parte oscura como él lo adjetiva -"el lado oscuro de la fuerza", viene a decir- es que buena parte de este proceso de robotització supondrá prescindir de los humanos, de los trabajadores. "Porque igual dentro de unos años, pondremos una cápsula en una cafetera y nos dará una hamburguesa, carne sin vaca, sin venir de la granja, sin nada. El 'lado oscuro de la fuerza' es que esto se hace sin nadie detrás y encima, a coste cero", avanza.