Los tres meses de estado de alarma y el respectivo confinamiento han provocado un descenso del 60% de la producción de la DO Penedès. El director del Consell Regulador, Francesc Olivella, detalla a la ACN que se llegó a una bajada del 80% durante el primer mes de la crisis sanitaria, mientras que la situación se compensó a medida que reavivó el consumo a mediados de mayo.
"Ahora ya hay movimiento en la restauración, pero todo el mundo tenía stock, de forma que cuesta engrasar la maquinaria", apunta Olivella, cauteloso a la hora de valorar la reanudación de la actividad. Pese a la ligera reactivación, el sector se muestra "preocupado" porque la crisis de la covid-19 ha coincidido con una "dramática" plaga de mildiu en las viñas. "Es un año muy complicado", aseguran.
La DO Penedès calcula que, entre mediados de marzo y mediados de junio, los precintos de calidad distribuidos entre las bodegas para el embotellamiento han sido un 60% menos en comparación al mismo periodo del año pasado. Una cifra que Olivella recuerda que encaja con la proporción que representa habitualmente la restauración y la hostelería en el consumo de vino.
Los posibles rebrotes bloquearán una remontada
Poniendo la mirada en el conjunto del año, la DO Penedès prevé que la caída de producción en el global de 2020 se situará cerca del 35%, y no descarta llegar al 40%. "Nadie nos confirma que en julio ya tendremos una normalidad total que durará hasta diciembre", avisa Francesc Olivella, que da por hecho que en otoño rebrotará la covid-19 y esto bloqueará una anhelada remontada de ventas.
Adentrados ya en la fase de reanudación, Olivella celebra que la restauración y hostelería estén en funcionamiento desde hace semanas, aunque de forma limitada. Advierte, sin embargo, que el sector se resentirá del freno del turismo extranjero que habrá este verano. Para compensarlo, la DO Penedès hace un llamamiento a potenciar el consumo de proximidad "para fomentar la sostenibilidad" del territorio.
En el caso de las exportaciones, Olivella asegura que la expansión de la pandemia del coronavirus provocó que las ventas al exterior "quedaran casi a cero" hace dos meses. Durante las últimas semanas constata que se vuelven a reactivar algunos mercados europeos "de forma muy lenta", y prevé que tardarán meses a recuperar el ritmo previo a la covid-19.
Además, una plaga
En paralelo a los efectos de la crisis de la covid-19, este mes de junio el sector vitivinícola también se está enfrentando a una extensa plaga del hongo mildiu, que nunca antes se había extendido con tanta virulencia en toda Catalunya. La causa principal es la acumulación de lluvia de los últimos meses, especialmente las últimas semanas. "La situación es dramática", afirma Olivella. En el caso de la DO, las viñas más malogradas son las del Alt Penedès, especialmente en los cultivos situados entre Sant Llorenç d'Hortons y Castellví de la Marca.
"La pandemia, el mildiu, la lluvia, los excedentes y los mercados cerrados... es un cúmulo que genera un cierto desaliento a los viticultores y las bodegas", lamenta, y asegura que en el sector "se respira preocupación" porque no consiguen controlar todos estos contratiempos. A la vez, avisa que también se están constatando algunos brotes de otros hongos, como la malura y la botritis.
Desde la DO Penedès aseguran que hoy por hoy "es difícil" cuantificar cuánta uva se habrá perdido por culpa del mildiu, si bien hay viticultores que ya dan por perdida hasta el 95% de la cosecha de algunos cultivos. Olivella confía que la plaga deje de crecer con la sequedad de los próximos días, de forma que no se pierda más uva. A pesar de lamentar el volumen de fruta malograda, augura que el nuevo escenario ayudará a revertir la crisis de precio de la uva de las últimas vendimias. "Hay que mirar las cosas por el lado bueno", concluye.