La reducción de la jornada laboral ya está aquí. El Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de una ley que finalmente se ha concretado a pesar de las diferencias entre los ministerios de Trabajo y de Economía. Finalmente, el texto recoge una reducción de la jornada sin perder el salario de los trabajadores y fija diciembre como plazo máximo para que las empresas se adapten a la medida.
Estos no son los únicos puntos destacables del texto. Por otro lado, se recoge un derecho irrenunciable a la desconexión digital. Es decir, la empresa no podrá castigar a los trabajadores si no responden a las comunicaciones fuera de su horario laboral. Además, se estipulan sanciones más grandes que las actuales: de los 7.500 euros actuales pasaremos a multas de hasta 10.000 euros por incumplimiento de la ley. Finalmente, cabe destacar también la inclusión de un registro diario de la jornada digital al que podrán acceder tanto los trabajadores, como representantes sindicales e Inspección de Trabajo.
Una medida no exenta de polémica
De momento, la ley no ha comenzado a aplicarse. Antes, deberá someterse a la revisión del Consejo de Estado y el Consejo Económico y Social (CES). A continuación, se aprobará el proyecto nuevamente en el Consejo de Ministros y se trasladará al Congreso de los Diputados, donde los diferentes grupos parlamentarios podrán aplicar enmiendas. Así, se espera que el texto definitivo sea publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) hacia el verano.
Por otro lado, el anteproyecto finalmente se ha llevado a cabo sin el apoyo de las patronales. Tanto CEOE como Cepyme protestaron porque no se había considerado la negociación colectiva a la hora de redactar la ley y abandonaron la mesa de negociación. Así, el gobierno español ha redactado esta propuesta de manera interna y con la colaboración de los sindicatos UGT y CCOO.