Construyendo el 'made in Catalonia'

Cataluña también se proyecta en el mundo a través de las acciones y los productos de sus empresas, que ejercen de este modo una función diplomática

Tal como pasa con la Sagrada Familia, la marca Cataluña también requiere su tiempo de construcción
Tal como pasa con la Sagrada Familia, la marca Cataluña también requiere su tiempo de construcción
Pau Garcia Fuster
08 de Abril de 2016
Act. 13 de Abril de 2016
"Los diferentes entornos institucionales, empresariales, de investigación y municipales tienen que cooperar para conseguir atracción de valor". Lo dice Raül Romeva, Consejero de Asuntos exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia en la conclusión del primero Workshop de Diplomacia Empresarial organizado por Diplocat y Pimec. "Queremos ser reconocidos en el mundo por una manera de hacer. Lo tenemos que poner al alcance del mundo con la diplomacia del Siglo XXI, que es empresarial, económica y política. Con su actividad, las empresas explican quién somos y que hagamos. Hacen de embajadoras de una realidad cultural, social y económica", insiste Romeva para consolidar los valores del madein Catalonia .

Aunque este no sea el objetivo primario de las empresas cuando se internacionalizan, el cierto es que todo el que hacen al exterior puede tener repercusión en la marca del país. Cataluña, vehiculado a través de la acción del Diplocat, quiere aprovechar el reconocimiento de Barcelona y el aumento sostenido de las exportaciones para crear una marca de prestigio que siga aportando más y mejor inversión extranjera. Haber sido señalada como la región más atractiva del sur de Europa para invertir el 2016 según el Financial Times tiene que ser sólo un comienzo.

"Seguro que hacemos mucha diplomacia como país, pero también hay un trabajo anónimo que están haciendo nuestras empresas trabajando al exterior, proyectando la imagen del país", constata Antoni Cañete, secretario general de Pimec. "La marca país da un posicionamiento que permite entrar a los productos mucho más fácilmente a los mercados. Las empresas, por lo tanto, tienen una tarea más allá de la venta de sus productos", añade.

El consejero Raül Romeva durante su intervención. M. Ferragut (ACN)

La garantía catalana
Los últimos tres años Pimec y Diplocat han entregado conjuntamente un reconocimiento a las empresas que con su actuación exterior contribuyen al buen posicionamiento de la marca de Cataluña. Una de ellas es Aranow, dedicada a la fabricación de maquinaria de envases y embalaje. Su director general, Jordi Cuixart, recuerda que "queríamos vivir la empresa desde la catalanidad y normalidad, pero haciendo que esto sea una palanca".

Como fabricantes, el nombre Aranow no era conocido. Por lo tanto, se propusieron aprovechar la historia de los fabricantes de maquinaria de envases y embalaje en Cataluña. "El made in Catalonia nos ayudó. No era un acto patriótico, era la excusa porque mucha gente se interesara por nosotros", dice Cuixart. Con el 95% de las ventas fuera de España, buena parte más allá de la Unión Europea, aprovechar el prestigio tradicional de los fabricantes catalanes del sector ha sido una estrategia de éxito por Aranow.

Otra compañía que ha visto reconocida su función diplomática es Scytl, líder mundial en software para el voto electrónico. Su director ejecutivo, Pere Vallès, explica que el 99% de su facturación viene de fuera de Cataluña. "A veces nos dicen que por qué no trasladamos la empresa en los Estados Unidos. Pero en un tema como el voto, estar en Cataluña nos beneficia".

Vallès tiene claro que salir al mundo como empresa catalana, con sede en Barcelona, es un valor añadido por Scytl. "Cataluña tiene una percepción amable en el mundo. Esto nos ayuda a gestionar elecciones críticas en países complicados en todo el planeta". Por Vallès, "ser una empresa de tecnología con sede en Barcelona ya se ve con normalidad. Es una referencia de éxito y los fondos de capital riesgo internacional ven con normalidad invertir en nuevas tecnologías en Cataluña".

a La última empresa premiada en este aspecto es la cervesera Moritz. Santi Manzano, director general de la compañía, relata que buena parte del éxito en el relanzamiento de la empresa se explica por el arraigo con los valores del país. "Nos hace ilusión trabajar en una empresa con valores similares a los nuestros". Por Manzano, "es un éxito que la gente nos case tanto con Barcelona y Cataluña; y lo hemos hecho con poco dinero y mucha creatividad". Del mismo modo que fueron a Bruselas a defender el etiquetado en catalán, el dirigente de Moritz asegura que "creemos mucho en el país y su cultura, y lo seguiremos defendiendo en todas partes".

Jordi Cuixart explica como el made in Catalonia ha ayudado Aranow. M. Ferragut (ACN)

Producto muy hecho
Con la idea de asociar la marca Cataluña a productos de calidad nació el proyecto muy Hecho. Su presidente, Esteve Pintó, aclara que "no es una idea política, sino de sociedad. Hay que potenciar el consumo interno, garantizar el regreso al consumidor, y contribuir a la internacionalización de las empresas". Estos son los tres grandes objetivos del proyecto.

"El mundo tiene que saber que en Cataluña el trabajo se hace muy hecha. Por eso necesitamos consumidores comprometidos y fieles; productores diversos y de calidad; y una distribución implicada y prescriptora", indica Pintó. El responsable del proyecto muy Hecho lamenta que "Cataluña encara no se acaba de visualizar en el mundo, y hace falta una marca catalana que acompañe las empresas".

El ejemplo alemán
En Alemania hace una década que se trabaja la marca del país a través de Germany Land of Ideas, una plataforma dirigida por Ariane Derks. Impulsado a partes iguales por industria y administración, Derks resalta que "somos independientes y trabajamos como una empresa, con objetivos y cuenta de resultados".

Creada el 2005, el Mundial de fútbol que acogió el país el año siguiente fue una excusa perfecta para empezar a trabajar los valores positivos de Alemania. "Utilizamos la emoción del fútbol para conseguir más atención mediática y más impacto", reconoce Derks.

A la hora de sumar a la marca del país, Derks recomienda "considerar los intereses y las ideas de los varios stakeholders". La dirigente germánica recuerda que "el nation branding siempre es muy emocional"; y explica que "queremos ofrecer una imagen de Alemania contemporánea dentro y fuera del país, con sus fortalezas como plaza para vivir y hacer negocios".

Política, ciencia, economía y cultura son cuatro pilares básicos por Germany Land of Ideas, donde Derks insiste en la necesidad de "sumar esfuerzos públicos y privados". La responsable de esta plataforma recuerda que "tenemos que reflejar las ideas de todo el mundo, convencernos a nosotros mismos que somos buenos antes de salir a explicarlo. Los alemanes todavía no tienen una buena percepción de sí mismos debido a su historia".

Para hacerlo, utilizan todas las técnicas de comunicación a su alcance, pero "siempre siendo honestos. No pasa nada para explicar fortalezas y debilidades, que también las tienes", reconoce Derks. Sin un presupuesto específico para PR, la responsable del proyecto indica que "aparecemos a los medios gracias a las historias que somos capaces de explicar, sin inventarnos nada". Incluso, jugando con los estereotipos. Nada sobra para construir una marca bastante potente como para superar crisis de reputación como la generada por el escándalo de Volkswagen.