El consumo de cemento en Catalunya cayó un 8,5% en el último año, con un volumen de 2,1 millones de toneladas, según informó la patronal Ciment Català. En cuanto a la producción en el último año móvil, esta se situó en los 3,14 millones de toneladas, un 6,6% menos que los doce meses anteriores, y las exportaciones retrocedieron un 18,2% anual, hasta los 1,60 millones de toneladas.
En cambio, si se compara mayo de este año con el del año pasado, se ha producido un crecimiento del consumo del 0,4%, hasta las 195.945 toneladas, mientras que las exportaciones se dispararon un 77%, hasta las 206.244 toneladas. En cuanto a la producción durante el mes pasado, se mantuvo estable, con 287.200 toneladas, un 0,1% menos.
Según Ciment Català, las estadísticas confirman la "atonía" del mercado doméstico y las dificultades de las empresas catalanas para competir en otros países. En este sentido, avisa que el contexto es "susceptible de empeorar en la coyuntura actual que vive el país" y advierte sobre la "parálisis de gestión" de la administración catalana, ya que el Govern de la Generalitat se encuentra en funciones y los presupuestos están prorrogados. Para el presidente de Ciment Català, Salvador Fernández Capo, esta situación retrasará "aún más" la ejecución de inversiones en infraestructuras imprescindibles para la sociedad y los sectores económicos.