Catalunya cerró el mes de febrero con una caída del consumo de cemento. Según datos de Ciment Català, la bajada fue del 6% y confirma los bajos niveles del sector desde hace cinco años, a pesar de una ligera recuperación de las exportaciones.
"Seguimos sin una decidida acción de construcción y mantenimiento de las infraestructuras por parte de las administraciones públicas", apunta Salvador Fernández. El presidente de la patronal augura un nuevo año "lleno de dificultades y aboga por un incremento de tasas de vertido de residuos para favorecer el aprovechamiento material y energético de los residuos".
Pese al escenario desfavorable, desde Ciment Català se mantiene la apuesta para andar hacia la descarbonización del sector. Por esta razón, las empresas han diseñado una hoja de ruta para lograr el objetivo de la neutralidad climática en el 2050. El plan consta de medidas específicas durante todo el ciclo de vida del cemento y sus derivados.