Contra la alopecia, dermatología

La inmensa mayoría de las personas solemos perder entre 100 y 200 cabellos al día

Hay muchos diagnósticos y patologías que pueden provocar alopecia | iStock
Hay muchos diagnósticos y patologías que pueden provocar alopecia | iStock
Dra. Noelia Martínez, dermatóloga de Àptima Centre Clínic
01 de Enero de 2025
Act. 03 de Enero de 2025

Raimon Saburó nació en París en 1864 y dedicó su vida a las tres cosas que más le apasionaban: el arte, la micología y la dermatología. El campo en el que más destacó fue este último y, de hecho, fue quien definió el término alopecia y el primero que la estudió en profundidad. Y sí, efectivamente, era calvo. Desde entonces los dermatólogos no han dejado de estudiar sobre el fenómeno de la caída del cabello.

 

La inmensa mayoría de las personas solemos perder entre 100 y 200 cabellos al día. Lo que pasa es que no se nota, porque al mismo tiempo también crecen nuevos. Pero cuando estos ya no aparecen, la calvicie es cuando se comienza a notar. En este punto es cuando podemos ponernos en manos de un especialista, ya que la alopecia se puede frenar.

La inmensa mayoría de las personas solemos perder entre 100 y 200 cabellos al día

Tipologías de alopecia: rasgos y particularidades

Ciertamente, hay muchos diagnósticos y muchas patologías que pueden comportar alopecia y por eso es básico que un dermatólogo pueda poner un poco de luz sobre cuál es la causa. Lo que más conocemos es la calvicie común -la alopecia androgénica-, la cual se da con más frecuencia entre los hombres, ya que están más predispuestos a sufrir una pérdida progresiva del cabello. En general suele aparecer a partir de los 35 o 40 años, pero hay pacientes muy jóvenes, con veintipocos años, que ya consultan por la pérdida precoz de densidad capilar.

 

Aparte de la androgénica, también hay la alopecia asociada a una caída repentina del cabello, llamada efluvio telógeno. Esto puede pasar en cualquier momento de la vida y se relaciona principalmente con situaciones de estrés. A veces también va vinculada al hecho de tomar determinados fármacos, después de una intervención quirúrgica o la típica caída que ocurre pocos meses después de un parto. Se trata de una patología con buen pronóstico, que comporta una recuperación total espontánea.

Hay una patología que -afortunadamente- no es tan habitual, pero sí que vemos más frecuentemente en los últimos años: la alopecia frontal fibrosante. Es un tipo de caída muy llamativa porque se trata del retroceso de la línea de implantación del cabello. Las personas que la padecen tienen la característica de que la frente cada vez parece más grande, ya que el cabello nace progresivamente más atrás.

Pongamos la lupa al cabello

La tricología es la subespecialidad, dentro de la dermatología, que se centra en el estudio a fondo de la patología del cuero cabelludo y del cabello. Sabemos que el ciclo del cabello tiene tres fases de crecimiento: la anágena -donde los cabellos crecen durante 3, 4 o 5 años, según la zona corporal-, la catágena -es de estabilidad y dura de dos a seis semanas- y finalmente la fase telógena -donde hay propiamente la caída de cabello y el folículo se estabiliza mientras se va creando un pelo nuevo-.

Hay tratamientos farmacológicos que pueden frenar la caída de cabellos en muchos casos, tanto en hombres como en mujeres. Son tratamientos que se administran por vía oral, por vía tópica o en microinyecciones, y que ofrecen resultados visibles en pocos meses. Hay muchos cambios y muchos estudios, desde la última década, en este ámbito: inyecciones de PRP -el plasma rico en plaquetas-, inyecciones de vitaminas al cuero cabelludo o inyecciones de inhibidores de la 5-alfa reductasa. También se ha avanzado mucho en el trasplante capilar, que en ningún caso es definitivo, pero ciertamente se ha puesto muy de moda, incluso causando la aparición de un turismo específico para este motivo.

Mujeres y calvicie

Para una mujer, el cabello es muy importante y la caída del mismo es una consulta muy habitual en dermatología. Vivimos en una sociedad que valora mucho la imagen; en hombres hay cierta normalización a la hora de perder cabello, pero en mujeres no está integrado en el esquema social. El abordaje es similar al de los hombres, pero debemos estar atentos en qué etapa de la vida se encuentra la mujer, ya que en edad fértil hay tratamientos que no están recomendados, ni con embarazos ni con lactancia.

En el campo de la medicina y en el momento social actual, debemos poner énfasis en el hecho de que no todo se soluciona con fármacos, sino que es básico realizar medidas preventivas. Estas medidas tan aconsejables no son más que establecer unos hábitos saludables: una dieta rica en vegetales y verduras, hacer ejercicio, evitar factores nocivos, evitar el exceso de tracción (coletas muy apretadas comportan alopecia por tracción, es decir, por tirar del cabello)... Todo ello contribuirá a que los pacientes puedan tener una salud plena y que, en consecuencia, su cabello esté más sano.

Por último, en el ámbito cosmético, los champús que usamos suelen tratar bien el cabello. Siempre que usemos un champú de uso diario podríamos usarlo cada día y eso no contribuiría a perder más cabellos.