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El coronavirus: síntomas y recomendaciones de actuación

La pandemia es el reto sanitario más importante de esta generación y la mayor alerta desde la Segunda Guerra Mundial, según muchos gobiernos europeos

Dos hombres andan por las calles de Barcelona con una mascareta durante el estado de alarma por el coronavirus | Europa Press
Dos hombres andan por las calles de Barcelona con una mascareta durante el estado de alarma por el coronavirus | Europa Press
especialista en Neumología de Clínica Diagonal
Barcelona
27 de Marzo de 2020

El coronavirus o covid-19 ha sacudido completamente nuestras vidas. Hace que nos quedemos en casa, estar limitados sin poder salir ni siquiera para ir al trabajo, en la mayoría de los casos; los niños no van a la escuela (se da por finalizado el curso, prácticamente), los acontecimientos públicos han desaparecido de la agenda, la vida social se limita a las redes y a la familia nuclear, siempre que no haya ningún miembro infectado. En una palabra, ha acabado con nuestro modo de vida. Socializar en reuniones en grupo, el contacto cercano, tanto físico como por otras vías o disfrutar del buen clima son características culturales de los países del sur de Europa. Y ahora, por un virus, tenemos que renunciar a ellas.

 

Y con razón. La enfermedad respiratoria que ocasiona la covid-19 en caso de haber afectación pulmonar puede ser muy grave; en algunas franjas de edad, la mortalidad llega al 60% de los casos. Se nos dijo que era una enfermedad que causaba gran mortalidad en pacientes de edad avanzada, y que teníamos que preservar a nuestros abuelos y nuestra gente mayor, y es cierto. Pero no tenemos que menoscabar la enfermedad en pacientes jóvenes. Todos los centros hospitalarios tienen ingresados a muchos pacientes de menos de 60 años, y muchos de ellos en estado grave.

 

Las UCI no dan abasto. El volumen de pacientes que ingresan en una situación respiratoria grave es muy grande. Los recursos para atenderlos son limitados, y más en un sistema ya tensionado habitualmente. Los profesionales sanitarios de todos los ámbitos se encuentran sobrecargados, y estos días, además, se exponen a una enfermedad muy contagiosa que los va haciendo enfermar y alejándolos de la primera línea de asistencia progresivamente.

Los síntomas de la enfermedad no suelen ser graves, especialmente en niños, que muy a menudo son asintomáticos, de forma que pueden pasar desapercibidos en su inicio. No es tan inocente, sin embargo, la capacidad del virus de infectar, dado que en fases asintomáticas (preclínicas, antes de los síntomas) a menudo se logran las mayores concentraciones de virus, de forma que podemos infectar a otros creyendo que todavía estamos sanos. Cuando la sintomatología aparece, suele hacerlo en forma de fiebre, tos y sensaciónopressiva en medio del pecho. No tanto ahogo, sino la sensación de que nos cuesta llenar el pecho de aire. Si tenemos estos síntomas, tenemos que seguir las recomendaciones generales del CatSalut y el Ministerio de Sanidad:

  1. Mantenernos aislados en una habitación con ventilación, extremando las medidas de higiene y evitando el contacto con otras personas (dos metros de distancia).
  2. Controlar la sintomatología con paracetamol, sobre todo. En caso de persistencia de fiebre alta o muy alta (por encima de 38º), ahogo o empeoramiento importante de los síntomas, llamar a Emergencias al 112 o al 061. La sintomatología puede mantenerse hasta dos semanas, de forma que hay que intentar mantener la calma.
  3. La app del CatSalut StopCovid-19Cat puede ser muy eficaz a la hora de consultar dudas y controlar los síntomas de forma diaria.

Y en un escenario como este, ¿qué podemos hacer todos de manera conjunta? En primer lugar, y, por encima de todo, tener la cabeza fría, evitando situaciones de nerviosismo o pánico colectivo. En segundo lugar, no salir de casa, si es posible. Limitar al máximo las excursiones a la compra, los paseos de las mascotas, tirar la basura… pensar que, si queremos recuperar nuestro estilo de vida habitual lo más rápido posible, cuanto más tiempo y mejor estemos aislados del resto de personas, antes lo conseguiremos: antes volveremos a vivir como siempre.

Hay que ser muy conscientes de que el retorno a la normalidad tendrá que ser progresivo y sin prisa. El virus no desaparecerá, pero sí la alerta sanitaria y el colapso del sistema, con las gravísimas repercusiones que esto puede tener tanto por los infectados de covid-19 como por el resto de la población que necesita atención sanitaria.

Nos encontramos en una fase crucial, intentando controlar el crecimiento del número de casos y de muertes, hasta ahora progresivo y ascendiente. Si conseguimos un confinamiento eficaz, habremos empezado a ganar. Es el mayor reto de nuestra generación y, como todos los grandes retos, lo tendremos que superar con la responsabilidad y la generosidad de todos.