Los avales del Estado cubrirán el 80% del crédito que pidan las pequeñas y medianas empresas y los autónomos afectados por la crisis derivada del coronavirus. La primera parte de la línea de crédito de 100.000 millones de euros para promover la liquidez de las empresas anunciada hace una semana cubrirá con carácter retroactivo las operaciones concedidas desde el 18 de marzo y cubrirá tanto los nuevos préstamos como las renovaciones. Para el resto de empresas, el Estado avalará el 70% de los nuevos créditos y el 60% de las renovaciones.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez pondrá en marcha un primer tramo de 20.000 millones de euros, la mitad reservada a pymes y autónomos. Los avales tendrán la misma vigencia que el plazo concedido por el banco con un máximo de cinco años. El Estado no ha determinado las condiciones y alcance de los créditos y lo deja en manos de cada entidad. La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confiado en la "responsabilidad" de los bancos y ha esperado que ofrezcan los créditos "de forma razonable" para permitir la recuperación del tejido empresarial.
Montero ha remarcado que esta línea de crédito es "extraordinariamente importante" y ha asegurado que el hecho de que las pymes y los autónomos tengan un aval del 80% hará que haya "más facilidad" en la concesión de préstamos por parte de las entidades bancarias. "El problema más importante no tiene que ver con el tipo de interés" sino "fundamentalmente por la necesidad de avalar el riesgo" para que las entidades tengan un "colchón de seguridad" para autorizar las operaciones, ha dicho la ministra portavoz.
Montero ha concretado que los créditos tienen que servir para atender a necesidades de financiación de pagos como los salarios, facturas o necesidades circulantes así como el vencimiento de obligaciones financieras o tributarias.