Esta semana ha sido, sin duda, la más intensa desde el pasado mes de octubre. Las manifestaciones de la semana han acabado con fuerte polémica y con la cabeza del consejero Miquel Buch -injustamente, a mi parecer- reclamado por las redes sociales y, como no, por la CUP. En el plan político, el presidente Joaquim Tuesta se ha quedado absolutamente suele después de tirar un ultimátum a Pedro Sánchez cuando los dos partidos de gobierno lo han desautorizado en cosa de horas y por la polémica de la suspensión de los diputados. La actualidad económica de la semana viene marcada por el desafortunadísimo discurso económico del presidente Tuesta en el Debate de Política General y por los dos grandes bancos españoles: Santander y BBVA han cambiado la cúpula y su plan estratégico, que significan una gran oportunidad para los bancos catalanes para recuperar clientes después del desastre que han sufrido vía coste de reputación.
Corredor de los empresarios
La actualidad económica viene marcada por el Debate de Política General que esta semana tiene lugar en el Parlamento y donde el presidente Tuesta ha hecho balance del año y ha expuesto las líneas maestras para el próximo año. En el terreno económico tres aspectos hay que destacar: Corredor Mediterráneo, la formación profesional dual y el Pacto Nacional de la Industria.
Con motivo del buzo de los empresarios que reclaman Corredor Mediterráneo, Tuesta ha recalcado que desde hace muchos años el Gobierno reclama este corredor y que por lo tanto la reunión de los empresarios no tiene ningún valor político. Este discurso es muy problemático porque empresarios y Gobierno (incluido Tuesta) defienden la misma presa de pelo: una línea de alta velocidad que no incluye -ni puede incluir- mercancías (tal como está diseñada). El problema es qué interés puede tener el Gobierno en una línea de alta velocidad que ni tiene demanda ni la tendrá -ya ni cuento que tiene costes hundidos- y que, además no presta el servicio que las empresas catalanas necesitan. Quizás en la detención de más de veinte personas este fin de semana en Lleida por irregularidades en la obra pública tenemos la respuesta.
Una de FP y una de Industria
Inexplicablemente para mí, el presidente Tuesta ha sacado el tema de la formación profesional dual insistiendo en el gran trabajo hecho y proyectando mejoras para el año próximo. Considerando que no existe ningún estudio previo para saber qué líneas de formación profesional hay que abrir pero que, en cambio, se ha construido un edificio enorme que trae dos años vacío y que se ha creado un cargo directivo con una remuneración espantosamente elevada considerando que no tiene nada a hacer y que, además, ocupa un segundo despacho a la consejería de empresa sin ningún motivo aparente. Es obvio que cuando ganas un sueldo de estrella del management y no tienes absolutamente nada a hacer, tener un despacho al centro de Barcelona es más cómodo que tenerlo en el área metropolitana de Barcelona. Cosas de tener los mejores comercios de la ciudad bien cerca, así que no sé a que se refería el presidente exactamente. La tasa de abandono escolar y la tasa de paro juvenil catalanas son más propias de una economía en vías de desarrollo que la de una economía avanzada, así que estaría bien que los políticos conocieran la vergüenza antes de salir al atril. Es evidente que con gestiones como estas recuperar el déficit fiscal no está exento de peligro.
"La tasa de abandono escolar y la tasa de paro juvenil catalanas son más propias de una economía en vías de desarrollo"
El tercer tema polémico ha sido el Plan Nacional de Industria exponiendo un optimismo un tanto extraño, dado el caos que genera el Gobierno dentro del sector y que tiene, literalmente, a los empresarios en pie de guerra. Hagamos un repaso: el Plan Nacional de Industria depende de la Dirección general de Industria, cargo que finos hace bien poco ocupaba la consejera Àngels Chacón y que por lo tanto en teoría conoce ni que sea por sobre -a pesar de que puedo ponerlo en entredicho-. A la vez, del Plan Nacional de Industria depende el Observatorio de la Industria que, por carencia de recursos, se limita a publicar un excelente resumen anual descriptivo de la industria catalana pero que no realiza investigación ni política económica típica de los países avanzados porque los recursos que tendrían que estar destinados a este Plan Nacional van a parar a otro lugar que no poco tiene que ver con la industria en sí.
Además, algunas competencias pertenecen a la Consejería de Trabajo, así que no es nada extraño que la industria catalana no pueda cubrir el 50% de los lugares de trabajos que demanda el sector siendo el Gobierno incapaz de proveer FP, certificación de habilidades, reciclaje y pasarelas hacia el sector tecnológico. Los intentos de la consejera para cambiar algunas cosas dentro de la Consejería han fracasado estrepitosamente a pesar de ser una insider, pero la inestabilidad del Gobierno y la vergüenza que causa en cada intervención a medios ha provocado una especie de revuelta dentro de la Consejería que, literalmente, hace que traiga un año parada.
"En política hay que tener alguien que te diga las verdades si no quieres que los electores te pierdan el respeto"
El caos absoluto hace que, sin duda, los impuestos que pagan las empresas catalanas equivalgan a quemar el dinero. Mención aparte es el informe que ha publicado la Consejería sobre el escape de empresas; después de afirmar que negociaría el regreso de las empresas que marcharon -a pesar de los enormes problemas políticos que esto comporta-, publica un informe que afirma que el impacto es nulo pero tiene un nivel técnico más propio de un alumno de bachillerato que de una unidad de análisis económico gubernamental. Haría bien el presidente Tuesta de mirar de averiguar el que pasa en su Gobierno y de revisar los discursos que le escriben porque es evidente para todo el mundo que el presidente no tiene conocimientos de economía y, tal y como le aconsejé en el pasado, en política hay que tener alguien que te diga las verdades si no quieres que los electores te pierdan el respeto.
Colores y porres
La semana política ha venido marcada por tres noticias relevantes. La primera es la serie de movilizaciones animadas por los CDR. En una de ellas los jóvenes de Arran vejaron los Mozos tirando pintadas, cosa que provocó la falta de visibilidad de los antiavalots y, por lo tanto, el mando ordenó cargar tal y cómo es preceptivo. Es muy cierto que se produjeron excesos en las cargas y que merecen una investigación interna. Pero la reacción de los políticos catalanes de ser violentos han sido muy alejada de la realidad. La misma cosa pasó el primero de octubre al Parlamento. Los jóvenes quedaron atrapados dentro del Parque de la Ciutadella: tiraron algunas latas vacías, retiraron las vallas del Parlamento y pusieron pegatinas a la puerta del Parlamento. Pero la retirada y la carga de los Mozos -filmada por un periodista de La República- demuestran que la policía se retiró para cargar unos minutos después. La reacción de los políticos catalanes fue la misma: acusar los manifestantes de violentos. Ya he comentado aquí que España no pertenece en el mundo libre, pero constato con pena que Cataluña tampoco y que el día que estos políticos se queden sin trabajo, Eduardo Inda los recibirá con los brazos muy abiertos. Y es que no hay nada peor que acusar nadie de ser violento sin agresiones físicas. La prensa americana y alemana han explicado estas manifestaciones como "colorful protestos" o "cívil desobedience". Ni rastro de violencia: Cataluña ya persigue España en la vía hacia el autoritarismo.
"No hay nada peor que acusar nadie de ser violento sin agresiones físicas"
La pugna por la suspensión de diputados ha tenido su show culminante apenas antes del DPG, donde Ciutadans y Partido Popular marcharon del Parlamento para no tener que votar a favor de la suspensión, que fue aprobada fácilmente. La segunda votación también fue aprobada y permite la sustitución de estos diputados. Esquerra ha decidido sustituir sus diputados, pero fuentes del PDEcat me explican que han decidido plantarse y que no los sustituirán en ningún caso. Así que los cuatro diputados afectados o bien seguirán delegando el voto o bien el juez Pablo Llarena tendrá que hacer acto de aparición, si es que el Letrado Mayor no tiene algún mecanismo de intervención.
Miércoles el presidente Tuesta lanzó un ultimátum a Sánchez: si el noviembre no hay referéndum, los partidos independentistas lo dejarán caer. Esquerra y PDEcat desautorizaron el presidente horas más tarde creando la misma crisis por la que pasó Pasqual Maragall el 2005, pero aquel día al atardecer el presidente Tuesta se reiteró en el ultimátum, esta vez acompañado por algunos diputados de Juntos por Cataluña.
Más le vale al presidente empezar a gobernar o la desafección de los electores pondrán en riesgo la mayoría absoluta independentista o, alternativamente, los municipios independentistas. A estas alturas ganar en Barcelona parece un milagro.