Imagina que una empresa tiene la opción de llegar al 100% del mercado pero que decide reducir esta cifra a la mitad y perder el 50% de los beneficios. A pesar de que parece absurdo, esto es el que hacen los bancos al ignorar las mujeres; un segmento del mercado desconectado de las finanzas y de los productos y servicios que ofrece el sector, pero que quiere coger el control y demostrar que invertir en mujeres es rentable.
Los hombres y las mujeres son criaturas diferentes cuando se trata de gestionar su dinero. De entrada, las mujeres viven más que los hombres, pero ganan menos, concretamente la mujer cobra casi un 24% menos que el hombre. Esto hace que ahorre menos para la jubilación y además, tiene unas necesidades de seguros diferentes. Esta fotografía afecta la planificación financiera: La mujer es más de débito (gestionar el que tiene) que de crédito; es más propensa a tener tarjetas de los establecimientos donde habitualmente compra; coge más préstamos por estudiantes y, cuando es madre, prioriza la familia.
"La mujer es la titular del 52% de las cuentas corrientes de los bancos y, en cambio, no se siendo atendida, entente ni satisfecha"
"Es paradójico que la mujer sea la responsable del 80% de las decisiones de compra del mercado y la titular del 52% de las cuentas corrientes de los bancos en el ámbito mundial y, en cambio, no se sienta atendida, entente ni satisfecha por los servicios financieros ni la banca", explica Gemma Cernuda, CEO de Ellas Deciden y autora de #SheBanking , un White Papel desarrollado conjuntamente con la empresa Strands, donde argumenta todo el que las mujeres quieren y los bancos no saben.
Un sector que no nos pertenece
Por qué nos sentimos jugando en campo ajeno? Según Cernuda, la población femenina siendo desafección de la cultura, el argot y el mundo financiero en general. "Los bancos no conectan con la mujer, tienen un discurso masculino; cuando hablas con la mujer sobre la palabra financies hay una reacción de poder y a la vez de rechazo".
Comisión, deudas, interés, riesgo, crédito, TAE, préstamo, producto... Son algunas de las palabras que ponemos al cajón de conceptos negativos relacionados con la banca. "Las palabras son muy importantes, son la herramienta principal para entendernos. Nosotros preferimos que nos digan 'sacar' y 'poner' dinero, que no 'extraer' y 'ingresar' efectivo", argumenta la autora del informe.
Cernuda: "Nosotros preferimos que nos digan 'sacar' y 'poner' dinero, que no 'extraer' y 'ingresar' efectivo"
No me hables, escúchame
En este contexto, qué pueden hacer las entidades financieras porque el 51% de la población se sienta incluido en este sector tan masculino? No decir nada, escuchar.
La banca relacional es un modelo que está más cerca de escuchar a sus clientes. Tienes que poder poner nombre y cara a quien gestiona tus finanzas. La mujer está harta que el banco siempre le quiera vender productos y servicios; tiene que cambiar el discurso. Te quiero ayudar, no vender, ejemplifica Cernuda, quien añade que la clave está en la confianza y la sinceridad.
Las necesidades financieras de las mujeres
Ágil, simple y fácil. Así tendría que ser la banca que piensa en las mujeres. La solución digital tiene que tener en cuenta que la mujer quiere una relación a largo plazo con la marca y que le ofrezca servicios según los momentos vitales que está viviendo, como por ejemplo la maternidad.
Agrupar los gastos en categorías; decidir cuando es el máximo que se quiere gastar por categoría; visualizar objetivos de ahorro o un calendario financiero son algunas de las propuestas que más valoran las mujeres según el estudio SheBanking.
Un banco Women-friendly
Actualmente hay más de 14 bancos en todo el mundo que se posicionan con la etiqueta Women-Friendly y que tienen una marca propia o una división para la mujer. Ahora bien, queremos un banco para las mujeres? "No; queremos una banca en femenino, que tenga en cuenta nuestras prioridades y necesidades, más humana y cercana", destaca la autora.
Esta estrategia no implica pintar los bancos de color rosa y aplicar la PinkTax , sino convertirse en una emprendida Cliente-Centric. Según Cernuda, la fórmula tendría que poner la mujer en el centro de la conversació y esto sólo es creíble si a la cúpula directiva hay mujeres.
Hay más de 14 bancos en todo el mundo que se posicionan con la etiqueta Women-Friendly y que tienen una marca propia o una división para la mujer
"El sector financiero ha sido muy receptivo, ahora falta la aplicación práctica del discurso", apunta la consultora, quien añade que es "un posicionamiento que tendrían que adquirir todas las entidades financieras, puesto que Women Mean Business".
coincide Erik Brieva, CEO de Strands, partner fintech con más de 600 bancos como clientes: "La banca ya es casi 100% digital, ahora le falta pensar y actuar en femenino y establecer relaciones más personalizadas. En este sentido, es imprescindible segmentar los colectivos y las mujeres son un colectivo muy amplio que nos tendría que ayudar a transformar las finanzas".
Los bancos están preparados por la transformación digital. Y por la revolución femenina?