
Del 1 al 10, ¿qué tan feliz eres? Si tu respuesta ronda el notable, debes saber que formas parte de la media catalana, que es del 7,3, según elInstitut d'Estadística de Catalunya (Idescat). En el marco del Día Internacional de la Felicidad que se celebra cada 20 de marzo, la novedad de este año tiene que ver con la presentación del estudio más grande de la historia sobre qué nos hace felices y que se ha recopilado en el libro Una bona vida. Aún más, científicos de la Universidad de Harvard hace ocho décadas se propusieron dar respuesta a la pregunta "¿qué nos hace felices?" y, de ahí han surgido respuestas de todo tipo, incluidas las facetas profesionales que ganan mucho protagonismo.
En primer lugar, los científicos de la prestigiosa institución no se han convertido en expertos en la felicidad de la noche a la mañana. Esta área de estudio ha requerido décadas de investigación, combinando diferentes disciplinas como la psicología o algunas de las ciencias sociales, solo para comenzar a entender qué factores contribuyen a alcanzar este preciado estado de ánimo. Para ser más precisos, desde 1938 que lo están estudiando. Los resultados de las investigaciones están publicados en un libro también disponible en catalán: Una bona vida (Columna). Lo han escrito Robert Waldinger, profesor de Psiquiatría en la Harvard Medical School, director del Centro de Terapia Psicodinámica e Investigación del Hospital General de Massachusetts y director del estudio, y Marc Schulz, doctor en Psicología Clínica por la Universidad de California en Berkeley, además de director asociado de este gran trabajo sobre la felicidad.
Para los investigadores hay cuatro fórmulas que te acercan a la felicidad y tienen que ver con prestar atención a la calidad de nuestros vínculos sociales, tomar decisiones adecuadas, dejar atrás aquello que no nos hace bien y vivir en el presente. Es decir, la calidad de nuestras relaciones afecta directamente nuestra felicidad, pero también nuestro estado de salud. La vida social es un pilar fundamental para las personas en cuanto a la felicidad, por encima de otras cuestiones como el dinero, la clase social o la fama. Según el psiquiatra Waldinger, actual director del estudio, “nuestras relaciones y cuán felices somos tienen una poderosa influencia en nuestra salud”. De hecho, vivir en soledad puede ser tan perjudicial para la salud como el tabaquismo o el alcoholismo.
La calidad de nuestras relaciones, también las profesionales, afecta directamente nuestra felicidad
Además, uno de los retos principales, según los miembros de Harvard ,consiste en dejar atrás las preocupaciones, como el estrés y todo aquello que no nos hace bien, y, al mismo tiempo, dedicar más tiempo a actividades que nos resulten satisfactorias y placenteras. Paralelamente, también recomiendan "vivir en el presente" y poner atención e intención a las cosas que hacemos hoy para contribuir a la felicidad del mañana.
La fortaleza de los vínculos laborales (y la figura del mejor amigo)
"Cuando buscamos trabajo, y miramos el salario y los beneficios médicos, la pregunta sobre las relaciones en el trabajo no aparece a menudo. Pero estas conexiones son en sí mismas un beneficio del trabajo. Las relaciones positivas en el trabajo conllevan niveles más bajos de estrés, trabajadores más sanos y menos días de volver a casa agobiados. Sencillamente, también nos hacen más felices", precisan los expertos de Harvard. "Si queremos aprovechar al máximo las horas de nuestra vida —de las cuales pasamos muchas en el trabajo— debemos recordar que el trabajo es una fuente importante de socialización y conexión. Cambia la esencia del trabajo y cambiará la esencia de tu vida", continúan.
Y es que la oficina a menudo se convierte en la segunda casa de un trabajador, nos guste o no. De hecho, según Maite Reizabal, directora de EnpresaBIDEA, "pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en el trabajo. Quizás por eso damos cada vez más importancia a la necesidad de construir relaciones sanas y buenas en el ámbito laboral. Así como hacer amigos".
Los expertos de Harvard: "El trabajo es una fuente importante de socialización y conexión. Cambia la esencia del trabajo y cambiará la esencia de tu vida"
Recientemente, Linkedin ha realizado una encuesta trimestral de confianza de los empleados. Según la última publicación en España, el 34% de los trabajadores cree que es necesario tener al menos un amigo en el trabajo. Analizada por edad, hay que destacar lo que ha dicho la Generación Z, nacida entre 1997 y 2009: el 65% considera imprescindible tener un amigo en el lugar de trabajo. En el resto de franjas de edad están muy cerca de la media. Concretamente, el 35% de los baby boomers (los nacidos entre 1946-1964) enfatizan esta necesidad, el 31% de los nacidos en la Generación X (los nacidos entre 1965-1980) y el 37% de los millennials (los nacidos entre 1981-1996).
Paralelamente, Stephen Friedman, investigador de la Schulich School of Business de Canadá, identifica cuatro tipos diferentes de amistades en el trabajo, según la columna Psychology Today. En primer lugar, el mejor amigo del lugar de trabajo, que suele ser muy cercano, que permite relaciones de respeto, confianza y honestidad. En segundo lugar, las amistades íntimas, en las que prevalece el deseo de ser buenos amigos, aunque uno de ellos deje el trabajo. En tercer lugar, están las amistades laborales. En este caso, lo más habitual es limitar la relación solo al campo laboral; es decir, normalmente no se comparte tanta información sobre el ámbito personal. Finalmente, está el conocido del trabajo, es decir, aquellos que, aunque se ven regularmente en el trabajo, tienen poca interacción.
Para terminar, un término que últimamente ha ganado presencia y que también destacan los grandes gurús de la felicidad tiene que ver con la fórmula del "matrimonio laboral", que sin amor ni sexo, es de valor "incalculable". Aún más, entre un 30% y un 40% de los catalanes cuenta con una “media naranja laboral”, en medio de beneficios. Se trata de una persona con quien compartir el día a día, apoyarse, "cubrirse las espaldas" y hablar, sin parar, de trabajo. Y con dos beneficios concretos, que giran en torno al aumento de la productividad y la lealtad mutua hacia un proyecto. Se utiliza el término "matrimonio", porque es una relación más intensa que otras amistades -quizás por el componente de verse diariamente-, pero comparte algunas características similares a las de un matrimonio. Y lo más importante, ayuda a reducir y, mucho, el estrés, además de acercarse a la tan anhelada felicidad.