"La primera empresa que fundé fui yo mismo porque no tenía nada más que me pudiera hacer ganar dinero". El mundo artístico y el mundo empresarial han ido de la mano para David Callejón, más conocido como David Guapo, desde que empezó a emprender. De hecho, considera que "separar una parte de la otra es un error". La segunda cara, la de emprendedor e inversor, es la menos conocida y también la que el propio Callejón considera secundaria. Como explica en el primero First Tuesday del año en Barcelona, es socio fundador de GOI, una startup de logística.
Considera que emprender es una etapa: "Para mí, te enmarca como amateur; en algún momento dejas de ser emprendedor". Pero su principal consejo en este ámbito es "no preguntes, porque la gente opina". Él, asegura, no lo hizo cuando empezó el proyecto GOI con su prima, Yaiza Canosa. La facturación de la empresa ha llegado a los 6 millones de euros y ahora busca cerrar una ronda de financiación de entre 3 y 4 millones.
Otra de las lecciones que ha aprendido al emprender ha sido que la idea inicial se asemeja muy poco a la que acaba teniendo éxito y que es el mercado el que decide el rumbo que tomará una empresa: "Si no te adaptas, te quedas estancado". De hecho, GOI empezó como "un BlaBlaCar de paquetes pequeños". Si alguien que hacía un trayecto determinado tenía espacio en el coche y alguien quería enviar una caja o algún objeto a la misma ciudad, se lo llevaba. Ahora, su principal cliente es Ikea y también reparten para Amazon y Leroy Merlin, entre otros.
Una de las lecciones que ha aprendido es que la idea inicial de una empresa se asemeja muy poco a la que acaba teniendo éxito; el mercado decide
"Así como fuimos entrando al mercado, vimos la capacidad de crecimiento y profesionalización que teníamos", asegura Callejón. Entre los objetivos más inmediatos de la empresa figura la expansión internacional. "Es importante salir a otros mercados lo más rápido posible", indica. El inversor Carlos Blanco, que dirige el evento, le pregunta sobre tener un negocio con una familiar y Callejón bromea: "¡Mucho mejor que montar un negocio con la pareja! En nuestro caso, decidí hacerlo porque es profesional y competente; quien ha levantado GOI ha sido ella".
Espectáculo e informática
El primer trabajo de David Guapo ya fue en el sector logístico, lejos de los escenarios. Una empresa en Esparreguera lo contrató cuando tenía 18 años. Llegó a ser jefe de oficina. En su experiencia laboral no han faltado trabajos de camarero en bares y restaurantes, pero su vocación siempre ha sido -y continúa siendo- la música.
"Empecé a actuar en bares, pero la gente no presta atención y decidí que haría humor para conseguir captarla; como vi que gustaba, participé en algunos concursos y empecé a hacerme conocido", relata sus inicios. Llegó un punto en el que pasó de ganar 15 euros la noche a 100. Ahora, para cada evento cobra unos 10.000 euros y por una actuación en el teatro, alrededor de 5.000.
"¿Qué haces con todo este dinero?", pregunta Blanco. "Me retiraré joven, ya tengo 39 años, el año que viene si todo va bien...", responde Callejón. Lo primero que hizo al empezar a ganar dinero fue fundar su propia productora, Meriendacena, para "gestionarme los eventos". A la vez estableció una consultora de informática, a pesar de que no la mantuvo a largo plazo.
"Todo lo que he ganado, lo he invertido en inmuebles o startups; creo que es bueno tener una cartera repartida"
De hecho, cuando decidió adentrarse en el proyecto de su prima, destinó todos los recursos que había conseguido con la consultora y con Meriendacena. No han sido los únicos negocios que ha tenido, pero sí los más exitosos. Por el camino -"no me gusta la palabra fracaso"-, ha quedado, por ejemplo, la primera plataforma que gamificaba un programa de televisión: "Firmamos un contrato con Mediaset, pero no salió como teníamos previsto".
Encontrar seguridad en el sector inmobiliario
David Guapo no ve muy consolidado su papel como inversor; no se considera un "inversor en serie", pero sí ha participado en proyectos como Goin -una aplicación de ahorros-. Pero "todo lo que he ganado, lo he invertido en inmuebles o startups; creo que es bueno tener una cartera repartida". Lo primero que tiene en cuenta a la hora de poner dinero en alguna iniciativa es la persona que hay detrás.
Entre sus proyectos de futuro no humorísticos está internacionalizar GOI y "ganar dinero; si como emprendedor sólo te dedicas a emprender, no tendrás nunca estabilidad". Y esta estabilidad la busca en el sector inmobiliario, que le da "seguridad, porque es físico" y donde cree que es básico invertir. Pero con la cara que se queda es con la de humorista, dice. A pesar de que se dedica el 50% del tiempo a los negocios y el otro 50% al humor, "lo más rentable y lo que tiene más repercusión directa es hacer reír".