• Economía
  • DAZN, último eslabón de los deportes de pago a la sombra de Movistar

DAZN, último eslabón de los deportes de pago a la sombra de Movistar

La plataforma de entretenimiento se apoyó en el motor para su aterrizaje en España

La sede de DAZN está en Londres, pero para encontrar a su propietario hay que ir a los Estados Unidos | Cedida
La sede de DAZN está en Londres, pero para encontrar a su propietario hay que ir a los Estados Unidos | Cedida
Barcelona
09 de Febrero de 2024
Act. 09 de Febrero de 2024

En el año 1990 se produjo un hecho inédito en el mundo de las retransmisiones deportivas en España, como fue la aparición por primera vez en la historia de un canal de televisión que ofrecía partidos de fútbol bajo un sistema de pago; fue la llegada de Canal + a España, en el marco de la rotura del monopolio televisivo que había durado casi tres décadas y media. El nuevo canal (que tenía como compañeros de viaje en la privatización del espectro radioeléctrico a Antena 3 Televisión y Tele5) funcionaba a partir de un sistema de suscripción con pago mensual que ofrecía la posibilidad de acceder tanto a partidos de fútbol como películas. Quien no pagaba, estaba condenado a ver toda la programación mediante un sistema de codificación que transformaba las imágenes en una maraña insoportable solamente apta por obsesos de cierto género cinematográfico.

 

Una década más tarde, llegó el siguiente paso en el fútbol de pago, como fue la aparición del sistema conocido como pay-por-view, donde en vez de existir abonados propiamente dichos, los seguidores compraban los partidos uno por uno, en unos precios no del todo competitivos. En este entorno, y desde finales de los noventa, las plataformas Vía Digital y Canal Satélite Digital (está vinculada a Canal+) libraron guerras muy cruentas por el control del fútbol televisado. Como que la compra de partidos aislados no acababa de funcionar, los operadores empezaron a hacer paquetes por competiciones, que es el sistema que existe hoy en día y que, tradicionalmente (desde el 2007), ha estado en manos de Movistar, el gran operador estatal vinculado a Telefónica, con la firma catalana Mediapro como productora de la señal televisiva.

El 'pay-per-view' era un sistema donde los seguidores compraban los partidos uno a uno, a unos precios no del todo competitivos

A la sombra de Movistar, complementando sus emisiones gracias a la posibilidad de compartir derechos, surgió en 2015 el canal BeIN, que había sido fundado en Qatar y que para entrar en el mercado español asumió la estructura y los derechos televisivos de Gol TV, una cadena exclusiva de fútbol que había puesto en funcionamiento Mediapro el 2008. Antes de llegar a la Península, la cadena iba ofreciendo programación deportiva bajo esta marca desde 2012, liderada por ejecutivos procedentes de Canal + Francia. La semilla se había sembrado un año antes, cuando la cadena Al Jazeera empezó a acumular derechos de fútbol europeo bajo el mandato de Nasser Al-Khelaifi, el extenista que preside el Paris Saint-Germain (es uno de los trabajos que lleva a cabo para la familia del emir Al Thani). Pero la aventura de los cataríes en España acabó solamente tres años más tarde, al final de la temporada 2018/19, dado que se quedaron sin los derechos que explotaban, que pasaron a manos de la toda poderosa Movistar. Así pues, en verano del 2019 el canal BeIN LaLiga pasó a denominarse Movistar LaLiga. Afuera de España, la cadena de Qatar continúa ofreciendo fútbol -y deporte en general- de pago, con una rama muy potente en los Estados Unidos.

 

Y coincidiendo con la salida de BeIN del Estado, llegó el último eslabón de esta cadena de operadores y con quienes titulábamos este artículo, la firma DAZN, de difícil pronunciación en catalán, pero que pretende ser una imitación de la expresión inglesa The Zone. Esta plataforma nació en 2016, cuando el conglomerado Perform Group hizo su primera compra en el mercado de los derechos de deporte televisado: consiguió la licencia para emitir en el ámbito mundial la liga japonesa de fútbol, conocida como J-League. En aquel mismo momento se produjo el cambio de nombre, de Perform a DAZN. Cuando la plataforma aterrizó en España lo hizo sobre todo apoyándose en el motor, y en concreto en el Campeonato del Mundo de motociclismo que gestiona Dorna. Más tarde se extendieron a otros deportes y hoy ofrecen muchos partidos de la Liga de Primera División (tienen acceso a la mitad de los partidos de cada jornada), Fórmula 1, Motociclismo, la Premier League inglesa y la Copa de Europa de fútbol femenino, entre otros.

La sede de DAZN está en Londres, pero para encontrar en su propietario hay que ir algo más lejos, a los Estados Unidos, donde hay Access Industries, una empresa no cotizada que, además del mencionado canal deportivo, es propietario de más del 85% de Warner Music Group y de la plataforma francesa de streaming musical Deezer, entre otras muchas compañías de entretenimiento. No hace mucho tiempo, en 2022, Access inyectó 4.300 millones de dólares en DAZN para sanear las cuentas de la filial. Pero las inversiones de este gigante con sede en Nueva York no acaban en el mundo del entretenimiento, porque su cartera también alcanza la biotecnología, el inmobiliario, así como empresas industriales.

La sede de DAZN está en Londres, pero para encontrar a su propietario hay que ir a Estados Unidos

Quizás alguien se pregunta qué personas hay detrás de un conglomerado de unas dimensiones tan exageradas y para encontrar la respuesta tenemos que volver a Londres, donde tiene fijada la residencia el fundador y propietario de la empresa, el ucraniano Len Blavatnik (1957). Los cimientos de todo los puso en 1986, cuando ya hacía siete años que vivía en los Estados Unidos. Previamente, había estudiado Ciencias de la Computación en la Universidad de Columbia, en Nueva York. El patrimonio que hoy gestiona su firma supera los 35.000 millones de dólares. Pasan las décadas y pasan los operadores que explotan los derechos televisivos del fútbol, pero una cosa se mantiene de manera del todo invariable, como es el sesgo de los narradores y comentaristas de los partidos a favor del más antiguo club-estado de Europa, que viste de blanco y pernocta en la capital de España.