La SeguridadSocial cerró el ejercicio 2021 con un déficit del 0,93% del PIB, cerca de tres décimas por debajo de las previsiones recogidas a los presupuestos generales del Estado. La caída en términos interanuales ha estado de dos décimas, y ha dejado la balanza en su desequilibrio más bajo desde el 2013.
Según los datos publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la mejora en los resultados de la Seguridad Social se debe de principalmente a un aumento de ingresos por cotizaciones sociales, que escalaron el 2021 hasta los 131.990 millones de euros, una subida en términos interanuales del 10% – y un 6% más que el 2019.
El aumento de las cotizaciones de las personas ocupadas ha sido lo principal motor del crecimiento de ingresos, con un 9,5% más que el 2020. Con este incremento, las cotizaciones se sitúan en el punto más alto de la serie histórica, un 11% del producto interior bruto español. En cuanto a las transferencias, se situaron en los 47.991 millones de euros, un crecimiento del 5,3% si se compara con el ejercicio anterior.
Si se observa la columna de los gastos, la principal partida fue la de prestaciones económicas a familias e instituciones. Durante el año 2021, la Seguridad Social dedicó 173.814 millones de euros a estas ayudas y transferencias, un 5,9 % más que el 2020 – y un 90,5% del gasto total realizado por el sistema de Seguridad Social.